MÉXICO -- En un choque de la región que no por ello arrastra muchas tradiciones, los Dallas Cowboys reciben a los Houston Texans, protagonistas que comparten el mismo récord de cara a esta Semana 5 y llevan similitudes en su perfil.
La defensiva de los Cowboys comenzó el año en medio de pronósticos que la colocaban entre las peores de la historia. Y para ser justos, fueron la tercera peor de la historia al término del 2013, pero al cabo del primer cuarto de temporada regular, la unidad a cargo de Rod Marinelli ha sido superior a lo esperado.
Gracias a un ataque equilibrado que ve su espejo en una defensiva de jugadores promedio que logra proteger sus partidos --atropellados, pero resisten--, Dallas disfruta de una marca 3-1 que pocos vaticinaban tras la pesadilla que vivieron en la Semana 1 contra los San Francisco 49ers.
Esa misma marca, 3-1, es la carta de presentación que Houston porta en su viaje a Arlington. Con el mariscal de campo Ryan Fitzpatrick en controles, los Texans han generado su propia aportación de rostros incrédulos con victorias convincentes, sin embargo, el calendario difícil apenas comienza para los de Bill O'Brien.
Aquí hay tres claves que te ayudarán a disfrutar este duelo que pasmará una buena parte del estado de Texas:
1. EL FACTOR J.J. WATT
El ala defensiva de los Texans, J.J. Watt, es probablemente el jugador que mayores dolores de cabeza regala a los coordinadores ofensivos contrarios. Su talento, pasión y determinación para generar jugadas grandes lo colocan entre lo más valioso de la NFL sin necesidad que Jerry Jones nos lo recuerde; aunque el dueño de los Cowboys lo ve así por las mismas cualidades en la personalidad de Watt.
Watt no entrenó el jueves, pero eso no inhibe que los Cowboys cesen en su preparación para enfrentarlo. Y la desventaja de prepararse contra Watt es que cualquier intento por neutralizarlo abre ventanas para el resto de la defensiva.
El estelar no es sólo capturas, intercepciones y RECEPCIONES DE TOUCHDOWN, también es especialista en lidiar con los dobles bloqueos y abrir espacio a los apoyadores, al tiempo que sus precipitaciones sobre el mariscal de campo son dolorosas y efectivas.
2. DALLAS DISFRUTA DE SU OFENSIVA
Tener al líder corredor de la NFL acarrea un sentimiento de éxito a lo largo de toda una franquicia, porque suele ser la base de un ataque productivo y eficiente. DeMarco Murray reina en la NFL con 534 yardas en carrera, pero también lidera más departamentos con cinco touchdowns terrestres, 327 yardas antes del contacto, 207 después del contacto y 30 primeras oportunidades logradas.
Con un corredor así, cualquier mariscal de campo mejora su rendimiento. Tony Romo no es n improvisado y sus cualidades aéreas están rompiendo los esquemas a partir del éxito de Murray.
De acuerdo con ESPN Stats & Information, desde la derrota de Semana 1, Romo ha completado 84.6 por ciento de sus pases en engaño de carrera. A partir de la Semana 2, tiene promedio de 15.2 yardas por intento en engaño de carrera y está 7-7 cuando ejecuta esas jugadas en primera oportunidad.
Houston está por debajo del promedio en defensiva contra la carrera y en el debut de temporada permitió 131 yardas a los corredores de Washington, mientras que en la Semana 3, los Giants le corrieron para 193 yardas.
3. JASON WITTEN PERSIGUE OTRA META
La apuesta de los Cowboys por enviar más jugadas de carrera ha limitado la repartición de balones aéreos. Dicha situación impacta directamente a uno de los jugadores más confiables que han tenido los Cowboys en su historia y se ha pintado como el mejor aliado de Romo.
El ala cerrada Jason Witten ingresó a la temporada con 9,799 yardas. Las proyecciones tenían a Witten rebasando la marca de las 10 mil al cabo de tres semanas. El objetivo se aplazó, pero ahora necesita sólo 45 yardas el domingo contra Houston para convertirse en el tercer ala cerrada en rebasar dicha cifra.
Tony Gonzalez (15,127 yardas) y Shannon Sharpe (10,060) son los únicos en la posición que ostentan más de 10 mil yardas de por vida.