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La clave estuvo en la ejecución

Los Gigantes de San Francisco van rumbo a su tercera Serie de Campeonato de la Liga Nacional en los últimos cinco años tras vencer a los Nacionales de Washington, 3-2 en un Juego 4 de la Serie Divisional que fue un estudio en ejecución para los Gigantes y uno de falta de ejecución para los Nacionales.

Ryan Vogelsong, quien lanzó 5 2/3 de entradas para llevarse la victoria, fue el primer ejemplo de buena ejecución, localizando su recta y slider a la perfección para en 81 lanzamientos, 49 de ellos para strike, mantener a los Nacionales fuera de circulación por las primeras cinco entradas.

En la ofensiva, los Gigantes ejecutaron a la perfección par de jugadas que, en este juego cerrado, hicieron la diferencia. En la segunda entrada, Vogelsong puso un toque perfecto para llenar las bases y que eventualmente llevó a las primeras carreras de San Francisco y las primeras fallas de ejecución de los Nacionales.

Las primeras dos pifias de Washington cayeron en las manos del abridor Gio González, cuyo error en el tiro en un toque de Juan Pérez permitió hombres en primera y segunda con un out. González, un bateador más tarde no pudo ejecutar su curva a Gregor Blanco para regalar una base por bolas con las bases llenas y abrir el marcador.

Joe Panik le siguió haciendo lo que a todo jugador le enseñan a hacer cuando hay corredor en tercera con menos de dos outs, batear al lado derecho del cuadro para empujar la carrera y darle a San Francisco una ventaja de 2-0.

En la quinta entrada, los Nacionales fallaron en ejecutar uno de los principios más fundamentales. Un corredor que llega a segunda base, sin outs, debería poder anotar. Ian Desmond abrió la entrada con un sencillo, el primero que Vogelsong permitió, y Bryce Harper le siguió con un doble impulsador para recortar la ventaja a 2-1.

Con Harper parado en segunda base, sin outs, Wilson Ramos fue eliminado mediante un bombito al cuadro, Asdrúbal Cabrera pegó una roleta al campo corto – que ni siquiera pudo avanzar a Harper – y tras una base por bolas a Nate Schierholtz, Denard Span acabó la entrada con otra roleta, esta vez a la primera base.

El error en ejecución más grande de los Nacionales vino en la séptima cuando Aaron Barrett embasó a Hunter Pence para llenar las bases y siguió con un lanzamiento salvaje para que Panik anotara y le diera la ventaja final.

Otra pifia de Barrett, otro lanzamiento salvaje en un intento de embasar intencionalmente a Pablo Sandoval, terminó en un out en el plato, pero la secuencia ilustró la frustración que deja el no poder ejecutar las jugadas más fundamentales en los momentos claves.

Aunque la victoria no fue una hermosa para San Francisco, sigue siendo una victoria efectiva ya que ahora son ocho series de postemporada consecutivas que los Gigantes ganan. De hecho, la última vez que los Gigantes perdieron una serie de postemporada fue en el 2003 cuando cayeron ante los entonces Florida Marlins en la Serie Divisional de la Liga Nacional.