Yadier Molina no ha descartado la posibilidad de jugar en el Juego 3 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, según escribe Derrick Goold, pero hay algo de misterio sobre el rol que Molina podría ejercer, según escribe Jayson Stark.
El manager de los Cardenales Mike Matheny no ha dicho exactamente como -- o cuando -- podría utilizar a Molina, pero sonaba más inclinado a considerar utilizarlo como reemplazo defensivo que como receptor titular. Molina no hizo swings con un bate el lunes para probar su lastimado oblícuo, pero Matheny dijo que eso no era prioridad.
Digamos que Molina no es colocado en la alineación regular este martes, y que su mayor contribución es el consejo que le pueda ofrecer al receptor que lo reemplace a él y a los lanzadores. ¿Cuál es el impacto práctico de su ausencia?
1. Se abren algunas posibilidades en el corrido de bases para San Francisco. Los Gigantes no corren mucho; durante la temporada regular, solo los Orioles de Baltimore se robaron menos bases que los Gigantes, y Ángel Pagán, quien no podrá jugar en la postemporada por un problema en su espalda, se robó casi una tercera parte del total de su equipo. Pero John Lackey estará abriendo el martes por los Cardenales, y en su carrera, ha sido una virtual luz verde para los corredores en los senderos por su forma lenta de lanzar hacia el plato. El año pasado, Lackey permitió 36 robos de base en 43 intentos con los Medias rojas, y en 15 de 16 intentos con Boston esta campaña antes de ser cambiado a San Luis.
Esa agresividad sin límites ante él se detuvo cuando llegó a los Cardenales, en parte porque Molina estuvo detrás del plato en casi la mitad de sus aperturas. El manager de los Gigantes Bruce Bochy no tiene mucha velocidad con la cual trabajar, pero considerando que tiene una ofensiva esporádica, estará buscando oportunidades para correr, y si Molina no inicia, él estará más inclinado a darle la luz verde al corredor, ya sea Gregor Blanco o cualquier otro que intente robarse una almohadilla. Probablemente no pensaría igual si fuese Molina el que estuviese detrás del plato.
2. Con Tony Cruz o A.J. Pierzynski, alguien va a ser sacrificado. Cruz es catalogado por los expertos como un buen receptor, pero no como alguien que traiga demasiado al plato; bateó .200 con un jonrón en 150 apariciones en el plato durante la temporada regular, y sus problemas ofensivos son probablemente lo que provocó que los Cardenales firmaran a Pierzynski en ese periodo que Molina estuvo inactivo por su lesión en el pulgar. Pierzynski, quien no ha iniciado un partido como receptor desde el 11 de septiembre, es más una amenaza ofensiva que Cruz -- y tiene experiencia (5 en 18) versus el abridor del martes, Tim Hudson -- pero es visto generalmente como uno de los peores receptores defensivos en todo el béisbol.
Si Cruz es quien inicia detrás del plato, es posible que Matheny tenga que reconfigurar su alineación, moviendo a Cruz hacia abajo, quizás al puesto No. 7 u 8 con Kolten Wong subiendo a batear detrás de Jhonny Peralta. Si Matheny deja a Cruz en el puesto de sexton bate, donde Molina ha estado bateando, los lanzadores de los Gigantes podrían verlo como una tabla de salvación a lo largo de la difícil alineación de San Luis.
Si Pierzynski abre como receptor con Lackey, algunos de los problemas que los escuchas vieron en su juego -- el enmarcado de pitcheos, bloquear pitcheos en el suelo, lanzar a las bases -- podrían convertirse en un asunto serio. Las primeras dos salidas de Lackey con los Cardenales fueron con Pierzynski detrás del plato, y en su segunda, fue vapuleado. Luego de eso, Cruz estuvo detrás del plato en sus siguientes tres aperturas. Si Pierzynski es quien inicia, Lackey va a tener que enfocarse más en tratar de detener a los corredores de San Francisco. No hay otra manera alrededor de eso.
Si Molina no puede abrir este martes, es posible que Matheny seleccione al receptor con el que Lackey se sienta más cómodo. De cualquier manera, los Cardenales van a sacrificar algo.
3. Los ajustes defensivos. Los Cardenales han sido uno de los mejores equipos defensivos en el béisbol este año debido a su posicionamiento, y los compañeros dicen que Molina tiene mucho que ver con mover los jugadores del cuadro y los jardineros, con un gesto o una mirada, porque él entiende cómo la selección de pitcheos influenciará hacia donde será bateada la pelota. Quizás Cruz y Pierzynski puedan ayudar con esto también, pero no al nivel de Molina. Otros jugadores de los Cardenales han dicho que Molina tiene un instinto nato para saber lo que va a pasar después.
4. El manejo de los lanzadores. El excoach de pitcheo de San Luis Dave Duncan dijo una vez que Molina tiene una gran imaginación en su trabajo, en la forma en que el receptor pide sus pitcheos, en la forma en que reconoce como calmar a un lanzador atribulado. Matheny se refirió a esa habilidad el lunes. "Parte de ser el tipo de catcher que es Yadi, algunos de los intangibles, son imposibles de medir en números", dijo Matheny. "El liderato que trae, los instintos que tiene, la manera en que se comunica. Un lanzador en particular que todos hemos visto, Carlos Martínez, cuando comienza a salirse de sus casillas, Yadi lo logra reenfocar.
"Esto es algo que nuestros otros receptores pueden aprender. Pero uno tiene a un receptor ganador de varios Guantes de Oro allá afuera, y no se trata solo de recibir y bloquear pelotas, y sacar a los corredores. Es sobre cómo ser el líder de un grupo, y eso no es algo que uno necesariamente puede duplicar".
Matheny indicó que él tomaría cualquier colaboración que Molina pueda darle el martes, ya sea como porrista en la banca, o como reemplazo defensive. Quizás si los Cardenales se van al frente y Martínez es llamado a lanzar, este sería un buen momento para que Molina entre como reemplazo defensivo.
5. El "peso muerto" en el roster. Molina tuvo tanta molestia luego de lastimarse inicialmente (en su primera aparición en el plato en el Juego 2) que tocó por su cuenta en su siguiente aparición. Si Molina no puede hacer swing el martes, eso significa que Matheny efectivamente tendrá su banca reducida, un hombre menos. Pero si los Cardenales quisieran esperar a que Molina pueda volver a juego en algún punto de las siguientes dos semanas, ya sea al final de esta serie o en la Serie Mundial, si San Luis pasa de ronda, entonces Matheny no tiene alternativas. Si los Cardenales sacan a Molina del roster ahora, no podrían utilizarlo en la Serie Mundial. "Estas ramificaciones son obvias, y esa es una regla dura", dijo Matheny. "Si tenemos la suficiente suerte como para pasar de ronda, entonces no lo tendríamos [en la Serie Mundial]. Así que definitivamente es algo que hay que considerar. Ahora mismo estamos viendo lo que puede traer a la mesa, y él podría traernos la habilidad de meternos en un juego y ayudarnos defensivamente, y ojalá pueda mejorar al punto de que lo podamos utilizar ofensivamente también".
Por años, los Cardenales han abrazado la profundidad de las contribuciones de Molina, lo mucho que les ha ayudado en tantas maneras diferentes. Por todas las habilidades tangibles e intangibles que él tiene, terminó cuarto en la votación del JMV en el 2012, y tercero en el 2013.
Ahora él tendrá que jugar lastimado y se verá grandemente afectado, y su rol se verá disminuido dramáticamente o sacado por completo del panorama. De cualquier forma, no hay forma de darle vuelta a la realidad de que la lesión podría disminuir las posibilidades de los Cardenales de organizer un desfile de campeones al final de octubre.
Los Cardenales no deberían apostar con Molina según escribe Bernie Miklasz. La lesión de Molina trae algunos malos recuerdos de Rick Hummel.