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La diferencia fue fundamental

Una y otra vez escuchamos los comentarios y los analistas hablar sobre las jugadas "fundamentales" del béisbol.

También escuchamos los conceptos de que el béisbol es un juego de situaciones. Si hubo una situación que definió la victoria de los Gigantes de San Francisco sobre los Cardenales de San Luis el miércoles, esa se dio en la parte baja de la sexta entrada, cuando quizás dos errores de juicio – porque técnicamente no fueron errores -- abrieron la puerta para que los Gigantes tomaran una ventaja en el partido para ganar, 6-4 y una ventaja de 3-1 en la serie.

Los Cardenales tenían una ventaja de 4-3 entrando a esa parte baja del sexto cuando el dirigente de los Cardenales le dio la pelota a Miguel Gonzales para comenzar la entrada.

Error 1. Gonzáles, harto conocido por su dependencia en el cambio, no pudo controlar su lanzamiento en momentos cruciales mientras le lanzaba a Juan Perez, en quien embasó tras llevarlo a un conteo de 3-2, dejando un cambio lejos y afuera. Acto seguido, Gonzáles, sobre-compensando, dejó otro cambio vivo sobre la zona para Brandon Crawford, quien conectó su primer hit de la serie para poner dos en base, sin outs.

Error 2. Ya con out tras un toque de sacrificio de Matt Duffy, el inicialista de los Cardenales, Matt Adams intentó manejar una roleta del bate de Gregor Blanco, pero al tirar al home, no tenía control ni de la pelota, ni de su cuerpo y acabó tirando tarde al plato, permitiendo a Pérez anotar para empatar el partido.

Error 3. El próximo bateador, Joe Panik, bateó de roleta por primera y Adams procedió a tocar primera en un intento para hacer un doble-play y terminar la entrada, a todo esto con la carrera de la ventaja para San Francisco viniendo de tercera. Esa fue una pésima decisión, ya que el corredor viene con el contacto y, aún si logra la doble matanza, si la carrera cruza el plato antes del tercer out, el cual tenía que venir tocando al corredor, la carrera cuenta.

La jugada correcta hubiera sido tirar al home, pero en vez, Adams, y por ende los Cardenales, se quedaron sin el out y en desventaja, 5-4.

Y como los Gigantes son conocidos por tomar todo lo que le den, Buster Posey siguió el rally con un sencillo al jardín izquierdo para empujar a Blanco y cambiar la perspectiva del juego y de la serie.

Esa secuencia de eventos ahora pone a los Cardenales en la posición de tener que remontar de una desventaja de 1-3, algo que la franquicia, en su colorida y larga historia, jamás ha logrado.

El partido de mañana será una repetición del duelo del Juego 1 entre Adam Wainwright y Madison Bumgarner.

Wainwright, quien fue el caballo de trabajo de los Cardenales durante la temporada regular, está en medio de una difícil postemporada en la cual ha permitido ocho carreras limpias en nueve entradas de trabajo.

Bumgarner, por su parte, ha sido el as que se esperaba en la postemporada con un ERA de 0.76 en 23 entradas, incluyendo siete entradas en blanco contra los Cardenales en el partido inaugural en esta serie.