Entre los muchos huecos que tienen por llenar, los Yankees de New York necesitan un campocorto que ocupe el enorme vacío que dejó tras su partida el capitán Derek Jeter.
Difícil tarea la que tienen por delante tanto el gerente general Brian Cashman, como el escogido para sustituir al pelotero más emblemático de la franquicia en los últimos 50 años.
Varios nombres se han manejado en los últimos días como posibles nuevos campocortos de los Yankees, algunos que podrían llegar vía canjes y otros por la agencia libre.
El venezolano Elvis Andrus, de los Vigilantes de Texas, es la más reciente incorporación a esta lista de rumores, que incluye también al cubano Alexei Ramírez, de los Medias Blancas de Chicago, Troy Tulowitzki, de los Rockies de Colorado y el agente libre dominicano Hanley Ramírez.
Andrus es el más joven de todos (26 años) y en seis temporadas en las Mayores ha sido un jugador por encima de la media, ofensivamente hablando, pero sobre todo con potencial para mejorar sus números hasta un plano superior.
Average de por vida de .272, promedia 170 hits, 89 carreras anotadas y 54 impulsadas por año. Carece de fuerza al bate, con solo 20 cuadrangulares en su carrera, pero es veloz y roba una media de 34 bases por temporada.
Defensivamente no clasifica entre las grandes estrellas de la posición y promedia 18.5 errores por campaña.
Es un tipo saludable y juega al menos 152 partidos en cada temporada.
Andrus arrastra un contrato demasiado grueso de 133 millones hasta el año 2023, que se corresponde más con su potencialidad, que con la realidad mostrada hasta ahora en el terreno.
A primera vista, el más indicado, por su historial, sería Tulowitzki, sobre todo ahora que los Rockies han hecho pública su disposición a escuchar ofertas por él y por el jardinero venezolano Carlos González.
Cuatro veces en Juegos de Estrellas, dos Guantes de Oro, dos Bates de Plata, con promedio de 30 jonrones y 102 impulsadas por temporada, admirador de Derek Jeter, lo cual le daría un incentivo extra para ocupar su posición, pero...
Aparte de arrastrar consigo, al igual que Elvis Andrus, un megacontrato de 129 millones de dólares hasta el 2021, Tulo es de cristal y pasa más tiempo en la lista de lesionados que en el terreno.
En las últimas cinco temporadas, de 810 partidos posibles, sólo participó en 525. Peor aún le ha ido en las tres campañas más recientes, en las que debió jugar en 486 encuentros y apenas lo hizo en 264.
No se paga tanto dinero por alguien que trabaje a medio tiempo, aunque nadie sabe si las lesiones de Tulowitzki tengan relación con la motivación de jugar para un equipo como los Rockies.
Más lógica parece la opción de Alexei Ramírez, aunque es el más viejo del grupo, con 33 años.
Desde su debut en las Mayores en el 2008, ningún campocorto ha bateado más hits ni remolcado más carreras que el Misil Cubano, ganador por segunda vez en el 2014 del bate de Plata y finalista al Guante de Oro.
Ramírez es también mucho más barato que Andrus y Tulowitzki, pues el remanente de su contrato actual es de dos temporadas y 20 millones de dólares.
El problema principal para que los Yankees puedan obtener a cualquiera de estos tres campocortos radica en la incapacidad del equipo para ofrecer algo a cambio.
¿Qué prospectos atractivos tienen los Yankees, después de años desatendiendo su sistema de granja?
Entonces habría que ir al mercado de agentes libres, donde está Hanley Ramírez, otro que al igual que Tulowitzki, se ha vuelto adicto a la lista de lesionados.
Además, es de los peores paracortos de todo el béisbol y en buena lid debería pensar en un cambio a la antesala, con menos exigencias defensivas.
Pelotero talentosísimo como pocos, es vulnerable por su actitud y eso, en Nueva York, con la afición más difícil del país, podría costarle demasiado caro.
Como cara le costaría a los Yankees su contratación, no por lo que vale, sino por lo que Hanley cree que vale.