MIAMI -- Si hoy comenzara la postemporada, tanto los Pittsburgh Steelers como los Atlanta Falcons estarían clasificados.
Sin embargo, son dos franquicias que tienen mucho por mejorar si pretenden hacer ruido en enero.
En el pasado, si me hubieses dicho que la ofensiva de los Steelers estaría promediando 27.8 puntos por encuentro --sexto mejor equipo de la liga en este departamento--, te hubiese dicho que eran los mejores de la NFL.
Pero esta defensiva de Dick LeBeau está lejos de ser ni la sombra de aquellas unidades dominantes.
Perdieron a Brett Keisel por el resto de la temporada, quién había sido razón principal de una levantada, James Harrison, está entre algodones, y en la secundaria también dejan bastante que desear.
De hecho lo curioso es que los Steelers lucieron mejor cuando se lesionó Ike Taylor el domingo pasado.
En pocas palabras, estamos hablando de una defensiva poco confiable, lo cual equivale a un equipo inconsistente que cambia su cara tras semana.
Cuando aparecen en su mejor versión, pueden ganarle a cualquiera, pero para ganar en enero se necesita consistencia.
Quién sí ha sido más que consistente es La´Veon Bell, quien en las últimas tres jornadas ha lucido como el mejor corredor de la NFL.
Tiene balance, velocidad y sobre todo paciencia, que es una rareza para un corredor joven; te puede lastimar por aire y por tierra.
Antonio Brown y Ben Roethlisberger se entienden tan bien que parecen estar unidos en el tobillo y hay jóvenes receptores emergiendo como Martavis Bryant.
La ofensiva ya está donde tiene que estar, pero esto es un deporte de equipo.
Algo similar se podría decir de los Falcons, que ya están prendiendo velas por Julio Jones, quien se lesionó la cadera el pasado lunes por la noche y está en duda para este domingo.
De más está decir lo importante que sería su presencia, teniendo en cuenta que ha acabado con la liga en las últimas jornadas.
Roddy White ha batallado con lesiones y no es el mismo de antes, pero Devin Hester y Harry Douglas le aportan profundidad a la posición y el corredor Steven Jackson ha visto un pequeño renacer en su carrera esta temporada.
En otras palabras, estamos hablando de otra ofensiva poderosa, que incluso ha promedio más de 40 puntos de promedio en sus victorias.
Eso sí, su defenisva es aún más sospechosa que la de los Steelers. No hay presión, la secundaria es endeble y los apoyadores dejan mucho que desear.
Atlanta se hace mucho más fuerte en su domo, y las condiciones idealas de jugar bajo techo reconfirman el hecho de que deberíamos ver un tiroteo.
Estamos hablando de dos equipos con ofensivas poderosas y defensivas poco confiables. De dos entrenadores que deberían estar en el asiento caliente, aunque teniendo en cuenta el historial de los Steelers, no creo que Mike Tomlin se vaya a ningún lado.
Los Steelers han sido un mejor equipo que Atlanta a lo largo de esta campaña, pero dime con quién andas y te diré quién eres.
Es decir que gracias a la endeble división a la que pertenece, Atlanta hoy es líder divisional, mientras que Pittsburgh pelea por un comodín.
A fin de cuentas, es un encuentro que los encararán con gran urgencia, dado que es fundamental para sus respectivas apariciones.
En récord, dos conjuntos diametralmente opuestos (8-5 y 5-8), pero en esencia muy similares en cuanto a sus fortalezas y deficiencias.
La AFC Norte tiene un récord de 10-0-1 ante la NFC Sur, aunque eso es sin cotnar a los Steelers, que tienen un récord de 1-2 ante la peor división de la liga.
A esta altura es prácticamente imposible vaticinar qué versión de estos dos conjuntos aparecerá este domingo, aunque me siento bastante cómodo diciendo que el equipo que gane tendrá que anotar más de 30 puntos.
Tiroteo en el domo entre dos equipos que hoy pelean por playoffs, pero para ser sinceros, no son reales candidatos.