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Guerra de carteleras entre HBO y Showtime

A fin de cuentas, ¿quién ganó la batalla de las dos carteleras de boxeo del sábado pasado en Las Vegas?, ¿la triple cartelera en el Cosmopolitan encabezada por el polémico empate entre Timothy Bradley Jr. y Diego Chaves (pésima decisión) o el cuádruple evento en el MGM Grand encabezada por la brillante victoria de Amir Khan ante Devon Alexander?

De acuerdo con las cifras de audiencia, me parece que fue prácticamente un empate. Aunque a ambas peleas les fue bien, ninguna rompió récords en sus respectivos universos de audiencia. En mi opinión, el hecho de que la mayoría de los espectáculos se presentaran al mismo tiempo, terminó perjudicando a ambas empresas.

Las peleas estelares, ambas en la división de peso wélter, se transmitieron prácticamente en simultáneo, y de acuerdo con Nielsen Media Research, Bradley-Chaves promedió 966 mil espectadores para la primera emisión, en vivo, alcanzando un máximo de 1 millón 87 mil espectadores. Bradley-Chaves fue la decimoquinta pelea con mayor audiencia en la televisión estadounidense este año. HBO televisó las peleas 13 y 14 de las primeras 15, mientras que la única pelea de Showtime entre las primeras 15, es la no. 14: Dany García contra Mauricio Herrera, llevada a cabo en marzo.

Claro, tomando en cuenta que HBO se ve en varios millones más de hogares que Showtime, no es ninguna sorpresa que la batalla Bradley-Chaves haya tenido más espectadores que Khan-Alexander, que promedió 762 mil espectadores y tuvo un máximo de 887 mil. Sin embargo, el promedio del combate Khan-Alexander lo coloca en el sexto lugar de las 13 transmisiones por televisión "Showtime Championship Boxing" de este año. No estuvo mal, pero no fue grandioso. De no haberse realizado la pelea Bradley-Chaves a la misma hora, es lógico pensar que Khan-Alexander hubiera atraído una cifra mucho mayor de espectadores, dada la importancia de ambos púgiles.

El primer evento de HBO, la inesperada victoria por decisión unánime de José Benavidez Jr. sobre Herrera, promedió 807 mil espectadores, con un máximo de 905 mil. En el evento coestelar Andy Lee derrotó por nocaut en el sexto asalto a Matt Korobov para coronarse campeón del peso mediano, y promedió 787 mil espectadores, con una audiencia máxima de 849 mil espectadores.

Por su parte, en Showtime, la pelea coestelar entre los peso wélter Keith Thurman y Leonard Bundu, promedió 650 mil espectadores; el combate del peso pluma Abner Mares, en el que derribó tres veces a José Ramírez, promedió 566 mil espectadores, y el nocaut en el tercer round del peso superwélter, Jermall Charlo ante Lenny Bottai, promedió 451 mil espectadores.

Como podemos observar, las audiencias de ambas carteleras fueron aumentando conforme avanzaba la noche (lo que es bueno), pero ninguna de las dos atrajo cifras extraordinarias.

Showtime se conformó con las cifras generales del evento de cuatro combates que estuvo al nivel del promedio del "Showtime Championship Boxing" del 2014.

HBO expresó su satisfacción por haber obtenido el 44 por ciento de ventaja de audiencia en su evento sobre Showtime esa noche, aunque el evento principal, Bradley-Chaves, estuvo 13 por ciento por debajo del promedio de los eventos principales de "World Championship Boxing" de HBO del 2014.

A fin de cuentas, los aficionados presenciaron buenas peleas, pero seguramente las habrían disfrutado mucho más si las carteleras de un deporte que ya de por sí está demasiado marginalizado, no se hubieran transmitido simultáneamente.