MÉXICO -- Hace cuatro semanas, los Arizona Cardinals parecían en una posición imposible de alcanzar liderando a la NFC Oeste holgadamente. Hoy los Seattle Seahawks, sus rivales en turno, les respiran en el cuello con la posibilidad de sacarles el liderato divisional con un buen resultado en el desierto.
Aquí hay tres tramas a seguir en la visita de los campeones reinantes a Glendale, casa del Super Bowl XLIX:
En espera del primero. Ryan Lindley, mariscal de campo de los Cardinals para este duelo, tiene la marca de la NFL por mayor número de pases completos de por vida (181) sin que uno haya sido de anotación. En relevo de los lesionados Carson Palmer y Drew Stanton, Lindley, quien no ha había jugado en la NFL desde el 2012, tiene la misión de guiar a Arizona en el último tramo del camino hacia el título divisional. La mala noticia es que deberá hacerlo ante una defensiva de época: "The Legion of Boom". Parte de la razón por la que Seattle ha levantado tanto en semanas recientes --hasta encontrarse en posición de quitar a Arizona del liderato de la NFC Oeste-- ha sido el modo en que la defensiva como un todo, y no solamente los backs defensivos, ha recobrado la actitud que los catapultó al pasado campeonato de Super Bowl. Los Seahawks están jugando en un nivel diferente que cuando comenzaron el año, y nuevamente, ha sido la secundaria la punta de lanza para Seattle.
La localía está en juego. Arizona entra a la Semana 16 con el único boleto de postemporada que se ha repartido en la NFC, pero todavía sin saber en calidad de qué, llegarán como invitados. Un triunfo en casa esta fecha les amarrará no solamente el título de la NFC Oeste, sino también el primer lugar en la siembra y la obligación de los demás partícipes de los playoffs de tener que ir a vencer a este equipo al desierto. Desafortunadamente, las lesiones se han acumulado para los Cardinals en el peor momento posible. No solamente están sin sus dos mejores mariscales de campo, sino que tampoco cuentan con su mejor corredor, Andre Ellington. Además, han jugado sin tres de sus mejores defensivos durante la mayor parte del año: el tackle Darnell Dockett, el ala defensiva John Abraham, y el apoyador Daryl Washington, éste último suspendido por la NFL por toda la campaña. Los Cards han hecho un trabajo admirable a la hora de compensar por lesionados a lo largo de toda la temporada, pero todavía viene lo más difícil si no quieren que su estancia en playoffs sea breve.
Las 1,000, ¿a la vista? En la historia de la NFL, solamente un mariscal de campo ha conseguido correr para 1,000 yardas en una campaña: Michael Vick en el 2006 jugando para los Atlanta Falcons. Russell Wilson está colocado actualmente en el N° 15 en yardas terrestres en la NFL, con 754. Para que Wilson se convierta en el segundo pasador en la historia de la liga en superar las 1,000 yardas terrestres, necesita un promedio de 123 yardas en sus siguientes dos encuentros. En lo que va del año, Wilson ha superado las 100 yardas a ras de piso en tres ocasiones, incluyendo 122 en contra de los Washington Redskins en la Semana 5. La marca no es una prioridad para los Seahwks, pero será interesante ver si Wilson puede romper un mito más en su corta carrera --después de refutar aquello de los mariscales de campo de baja estatura y los pasadores afroamericanos--. ¿Quién dice que en la NFL de hoy en día los mariscales de campo no deben correr?