MÉXICO -- Desde el 2010, año en que la NFL decidió que en la Semana 17 se enfrentaran rivales divisionales, las historias que se han escrito son dignas de libreto y a pesar de sólo tener cuatro años de caducidad, los Green Bay Packers han sido partícipes de algunas de ellas y se espera, que con el título divisional y una semana de descanso en los playoffs en juego, los Detroit Lions y el conjunto de Wisconsin den una vez más la razón a la liga en que no se equivocaron con esta determinación.
Si bien es cierto que ambos equipos ya llegan con la postemporada asegurada, basta con ver el hecho que Aaron Rodgers no descansará pese a presentar una lesión que mermó su desempeño la semana pasada ante los Tampa Bay Buccaneers, aunado al hecho que estos dos conjuntos tienen rencillas que se remontan a más alla de 1932, pero que fue precisamente ese año en el que iniciaron una serie de cotejos que se mantiene hasta nuestros días y dados los recientes enfrentamientos, la victoria es en lo único que piensan estos dos equipos.
Green Bay y Detroit, a diferencia de Seattle y Dallas, no llegan en el mejor momento, pero no se les debe descartar por ninguna manera en los playoffs y el duelo de esta semana sólo les permitirá tomar un mejor ritmo de cara a la etapa decisiva.
1. Antídoto para Rodgers
Los Lions no pudieron haber escogido un mejor momento para enfrentar a Aaron Rodgers. Su línea defensiva, apoyada por los linebackers, es capaz de detener a casi cualquier terrestre de la liga y prueba de ello es que son el único equipo en la NFL que no ha aceptado más de mil yardas. Esta semana tendrán que contener a un Eddie Lacy que se tardó en despertar, pero que ya le alcanzó para pasar una vez más la marca de las mil yardas detrás de una línea ofensiva que ha tenido algo que otras recientes en Green Bay no han tenido: regularidad.
Regresando al punto inicial, el equipo comandado por Jim Caldwell ya tendría la mitad del partido en la bolsa con el hecho que Aaron Rodgers no se encuentra en plenas facultades físicas, por lo que Lacy y compañía tendrán que encontrar la fórmula que nadie ha podido descifrar a lo largo de la temporada.
Ndamukong Suh, Nick Fairley, Ezekiel Ansah y Jason Jones representan un verdadero dolor de cabeza para cualquier frente ofensivo, pero Corey Linsley, Bryan Bulaga, Josh Sitton, David Bakhtiari y T.J. Lang han demostrado que son capaces de medirse a grandes linieros defensivos y generar las suficientes avenidas para sus corredores, al tiempo que le permiten a Rodgers tener la ventana suficiente para concretar sus envíos.
Cabe resaltar el hecho que los Lions son la segunda mejor defensiva total de la NFL, sólo por debajo de los Seattle Seahawks.
2. Golden Tate vs. Randall Cobb
SI bien es cierto que los receptores primarios de ambos equipos --Calvin Johnson y Jordy Nelson-- son capaces de cambiar el resultado de un partido en cualquier momento, Cobb y Tate han dejado en claro que ellos bien podrían tomar el lugar que ocupan los jugadores anteriormente mencionados.
Golden Tate actualmente es el líder receptor de los Lions con 97 pases engarzados y 1,286 yardas mientras que Randall Cobb tiene en su haber 87 recepciones para 1,207 yardas y diez visitas a las diagonales, números que sólo supera el egresado de Kansas State.
Nelson y Cobb son la primera pareja de receptores en la historia de los Packers que superan los 10 touchdowns cada uno y es el duo más prolífico en una temporada para Green Bay gracias a sus 2,640 yardas.
3. Paternidad packer
Pese al reciente despertar de Detroit, la balanza se inclina con claridad hacia el lado verde y dorado. Green Bay ha ganado 15 de los últimos 18 partidos ante Detroit en cualquier escenario, incluida una racha de 10 partidos sin descalabro entre diciembre del 2005 y octubre del 2010.
La última victoria de los Lions en el estado de Wisconsin fue el 15 de diciembre de 1991 cuando Erik Kramer manejaba la ofensiva de Detroit con un corredor muy recordado en la ciudad motor, Barry Sanders.
Jugadores como Eric Ebron, Davante Adams, Ha Ha Clinton-Dix, Richard Rodgers, entre otros aún no habían nacido.