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Por qué parece inevitable un reloj de pitcheo

El rol de los oficiales de MLB podría cambiar en futuras temporadas con las nuevas reglas para bateadores. AP Photo/Alex Brandon

Muchos padres les dirían que a ellos les preocupa mayormente el completar la Lista A de prioridades. El mantener a los niños seguros, con alimentación correcta y que lleguen a tiempo a la escuela, con la tarea terminada.

La mayoría de las tensiones tienen su origen en lo oscuro de la Lista B de prioridades: El completar a tiempo las tareas, las condiciones de la habitación, el tiempo que pasan con aparatos electrónicos.

Los retos diarios que enfrentan los árbitros son parecidos. La Lista A es aplicar correctamente las reglas más integrales del deporte en el terreno, desde la definición de la zona de strike a las decisiones de out o quieto en las bases.

Casi todos los problemas entre oficiales y jugadores se derivan de la Lista B: El comportamiento en el terreno. Árbitros diferentes, managers y jugadores tienen diferentes visiones de cómo y cuándo se puede cuestionar una decisión de un árbitro, y mucho de ello depende de la interpretación de las expresiones faciales y el tono utilizado.

Esa es la línea de falla en los esfuerzos de Grandes Ligas por acelerar el juego, y por qué, inevitablemente, el deporte va a tener que recurrir a un reloj de pitcheo. Debido a que en algún punto, MLB va a necesitar que los árbitros salgan del negocio de acosar, adular, rogar o suplicarle a los jugadores que cumplan las reglas.

Al parecer, parte del plan es obligar a los bateadores a que mantengan por lo menos un pie en la caja de bateo durante todo su turno, y eso probablemente parece tan simple como la idea de tener un manager yendo hacia un árbitro para pedirle formalmente la revisión de una jugada.

Tomado de la historia:

"La regla de la caja de los bateadores se aplicará a menos que ocurra una excepción establecida, según dijeron fuentes a Jayson Stark de ESPN. Esas excepciones incluyen hacerle swing a un pitcheo, batazos de foul, si el bateador es rozado por un lanzamiento, que el árbitro le conceda un tiempo al bateador, y lanzamientos salvajes".

La posible área gris en todo esto parece ser... bueno... infinita.

Así como las revisiones de los managers han caído rápidamente (y de forma predecible) en lo absurdo, con los managers deambulando en el terreno para matar tiempo mientras esperan por una señal afirmativa o negativa de su dugout, así, también, será el requerimiento de que los bateadores se mantengan en la caja de bateo.

La única manera real de hacer cumplir algo como eso es atarlo a sanciones importantes y automáticos que se produzcan cuando un bateador se salga de la caja: Ya sea que se le cante un strike o un out.

Pero es de suponer que las Grandes Ligas no van a llegar tan lejos -- es casi seguro que la unión no lo permitiría -- lo que significa que estamos condenados a un verano de observar a los oficiales detrás del plato y a los bateadores quejarse sobre la caja de bateo de forma similar a como se quejan los niños cuando sus padres le piden que saque la basura.

Oficiales diferentes y jugadores diferentes están obligados a manejar esa enorme zona gris de forma diferente.

Ya es parte de la cultura de los jugadores el protestar de forma silenciosa cuando se le cantan strikes en zonas dudosas saliéndose de la caja de bateo y alejándose del plato. De esta forma, el descontento se puede manifestar sin tener que argumentar.

En teoría, ya no se les va a permitir hacer esto. Pero ¿qué sucedería si se salen de la caja de bateo?

Y ¿todos los árbitros aplicarán la regla de la misma forma? ¿Acaso Jim Joyce le dará permiso a los bateadores para salirse de la caja de bateo tan frecuentemente como lo permite Ángel Hernández? Si un árbitro concede una excepción y permite que el bateador se salga de la caja, ¿le aplicaría el mismo estándar al siguiente bateador? ¿Tratarán a David Ortiz de la misma manera que a un novato?

Si las actitudes pasivas-agresivas -- y las demoras -- toman una forma diferente, con los bateadores moviendo su pie de forma efusiva fuera de la caja de bateo y mirando a la distancia, ¿cómo se supone que el árbitro maneje eso?

En el transcurso de nueve entradas, las cajas de bateo tanto del lado derecho como el zurdo se borran, ya que los bateadores suelen escarbar con su pie y las esconden; rayos, incluso algunos jugadores borran de forma intencional dichas líneas. ¿Tendrá que ahora el oficial del plato monitorear de forma agresiva la calidad de la pintura en las líneas de la caja de bateo durante el partido, y llamar a los empleados del terreno para arreglarlas cuando sea necesario?

¿Manejarán todos los árbitros y todos los jugadores la administración de los bordes de la caja de bateo de la misma forma?

Por supuesto que no.

Frank Robinson era uno de los jugadores más temidos y respetados en el deporte, con una presencia dominante y amenazante, y a finales de la década de los 90, las Grandes Ligas le pidieron al miembro del Salón de la Fama que fuera de equipo en equipo en los entrenamientos primaverales, para cabildear directamente con los jugadores para ayudar en los esfuerzos por acelerar el ritmo del juego. Yo recuerdo a Robinson acercarse a Chuck Knoblauch, el diminuto intermedista de los Yankees que tenía el hábito de ajustarse las guantillas de bateo luego de cada pitcheo. Knoblauch escuchó atentamente lo que le dijo Robinson, con respeto, y luego que este se alejara, Knoblauch se echó a reir cuando se le preguntó sobre la conversación y dijo que no tenía intención de cambiar nada.

Robinson se detuvo en la oficina del entonces manager de los Yankees Joe Torre, y luego de su conversación, Torre habló de Robinson con la mayor admiración -- y dejó en claro que el empujar a Knoblauch y Derek Jeter y otros para que alteraran su comportamiento en el plato no sería una prioridad. Torre tenía otras cosas por las cuales preocuparse.

Ahora Torre se encuentra básicamente en la misma posición en la que se encontraba Robinson, y uno puede asumir que Torre u otros llegarán a los entrenamientos en esta primavera para discutir las nuevas reglas con los jugadores. A los árbitros se les va a explicar las nuevas reglas y su aplicación.

Sin embargo, una vez los juegos comiencen, esto podría ser motivo de tensión, dado lo subjetivas que son las nuevas reglas. Algunos oficiales aplicarán las reglas mejor que otros, y los jugadores se van a adherer a ellas de formas diferentes, y habrán algunas escenas ridículas, como vimos con algunos retos de managers en el verano pasado.

Si MLB decide que el mantener a los bateadores dentro de la caja de bateo debe ser una prioridad, deben ponerle dientes a esa regla y aliviar a los árbitros de la carga de la aplicación de la regla, y es difícil imaginarse que eso pueda suceder sin un reloj de pitcheo.

El esfuerzo por acelerar los partidos debe ser un trabajo en progreso, parecido al hecho de que el primer año de la expansión en el uso de la repetición fue un paso inicial. Tal vez eso implique decidir, a través del ensayo y el error, lo que no funcione correctamente.

Lo estamos diciendo ahora: El pedirle a los árbitros que hagan valer la regla de mantener un pie en la caja de bateo no va a funcionar. Los jugadores no van a cambiar su comportamiento entre lanzamientos a menos que se les obligue, y si todo lo que pueden hacer los oficiales es sermonearlos, esto va a resultar más un problema que una solución.