MÉXICO -- Si hay una cualidad que le conviene mostrar a Cam Newton en sus negociaciones contractuales con los Carolina Panthers, es la paciencia.
Newton fue el primer jugador reclutado bajo el más reciente acuerdo laboral entre la National Football League y el sindicato de sus jugadores, la National Football League Players Association. Bajo este acuerdo laboral, se acabaron los monstruosos convenios con reclutas de primera ronda, tanto en dinero como en longitud, de los años anteriores.
Como primer recluta global del Draft 2011, Newton firmó un acuerdo por cuatro temporadas y 22 millones de dólares, muy distante del convenio que un año antes firmó, también como primer recluta global, Sam Bradford, por seis temporadas y 78 millones de dólares.
El convenio de Newton contenía una opción a una quinta temporada --hecha válida por los Panthers para la temporada del 2015-- a cambio de 14.666 millones de dólares. Esa cantidad supone aproximadamente dos terceras partes de su contrato original, en una cuarta parte de tiempo. Aun así, es poco para el dinero que puede comandar Newton en Carolina.
Y aquí, es donde a Newton le conviene sentarse a esperar.
Por un lado, Adam Schefter de ESPN reportó hace un mes que los Indianapolis Colts ya trabajaban los parámetros del nuevo acuerdo de Andrew Luck, anunciado que podría ser el mayor contrato en la historia de la NFL.
Los Colts están entrando al último año de contrato de Luck, quien firmó por cuatro campañas y 22.1 millones de dólares como primer recluta global un año después de Newton. En el 2015, Indy tiene previsto pagar a Luck unos 3.4 millones de dólares. Los Colts podrían ejercer esa opción contractual a un quinto año --los primeros diez reclutas reciben una compensación igual al número designado para quienes reciben la etiqueta de jugador de transición en la misma posición--, por una cantidad superior a los 14.666 millones de dólares de Newton para el 2015, en el 2016.
Suponiendo que Indy tomara ese camino, retendrían a Luck por dos campañas más, por un promedio cercano a los 10 millones de dólares anuales, antes de verse obligados a entregarle un contrato a largo plazo. Al empezar las negociaciones con Luck ahora, los Colts podrían estar apostando en contra de la inflación. Si se espera que un nuevo contrato a Luck promedie cerca de 25 millones de dólares anuales ahora, no sería impensable suponer que ese mismo acuerdo deba/pueda promediar 30 millones de dólares anuales o más en un par de años, después de entregarle esos 20 millones adicionales entre 2015 y 2016. Por otro lado, también se puede suponer que alcanzar un acuerdo con Luck ahora podría facilitar a futuro una segunda extensión contractual antes de que el mariscal de campo se convierta en agente libre, prácticamente asegurando que Luck juegue toda su trayectoria para Indianapolis.
El segundo factor que le conviene conocer a Newton es si Russell Wilson obtiene su nuevo contrato con los Seattle Seahawks.
De acuerdo a un reporte de la semana pasada de NFL.com, Los Seahawks estarían negociando una extensión contractual totalmente garantizada para Wilson, algo que simplemente no se ve en la NFL. A diferencia de los Colts con Luck, los Seahawks sí tienen mayor prisa por acordar una extensión con Wilson. Al no ser seleccionado de primera ronda --Wilson fue elegido en la tercera vuelta, N° 75 global, del Draft 2012--, el club no tiene a su disposición esa opción al quinto año contractual. Para el 2015, Wilson tiene previsto cobrar poco menos de 800,000 dólares. Sin lugar a dudas, en Seattle se sentirá la obligación de recompensar de mejor manera al único mariscal de campo de la NFL que ha conseguido llevar a su equipo al Super Bowl en cada una de las dos últimas temporadas. Pero, adicionalmente, se puede esgrimir el mismo argumento que con Luck: si los Seahawks firman a Wilson ahora, es probable que su promedio salarial anual sea menor que el año que viene, contando la inflación y, además, el alza artificial que puede producir el hecho de que Wilson sería altamente codiciado en el mercado abierto, dando al mariscal de campo una posición ventajosa en la mesa de negociaciones. Lo mismo se puede decir del argumento sobre una segunda extensión contractual, una que prácticamente asegure la totalidad de la carrera de Wilson con los Seahawks, en caso de que así lo decidan las partes (recuerden el caso de Ben Roethlisberger con los Pittsburgh Steelers).
Newton, en cambio, tiene todas las de ganar en caso de esperar. Es un dos veces elegido al Pro Bowl que ha guiado a Carolina a dos títulos divisionales y una victoria de postemporada. Con todo y eso, se le considera que está todavía un paso --o más-- por detrás de Luck y Wilson. Jugar una temporada más le permitirá seguir abultando el currículo positivo que se ha forjado en cuatro años en la NFL, pero además, lo ayudará a consolidarse como el rostro de la franquicia.
Los contratos de Luck y Wilson, por lo tanto, ayudarán a colocarle un techo a las pretensiones económicas de Newton. Al pasador de los Panthers le conviene, en ese sentido, ver hasta dónde puede llegar en su siguiente contrato.
Aunado a la inflación esperada para el siguiente año, no sería sorpresivo si el siguiente contrato de Newton ronde los 20 millones de dólares, una suma que difícilmente conseguiría si se decide a firmar en la actual temporada baja, con todo y que se cuente a favor suyo su corto historial como pasador de los Panthers, además de su edad (25 años).
Actualmente, Aaron Rodgers de los Green Bay Packers es el jugador mejor pagado de la NFL, con un convenio que promedia 22 millones de dólares anuales. Luck está cerca de quebrar esa marca, y Wilson podría aproximarse bastante. Si Newton espera un año, y disfruta de otra temporada positiva en el 2015, también se acercará a ese total anual.
Los representantes de Newton se reunieron con los ejecutivos de Carolina en Indianapolis, durante el Combinado de Talento. De acuerdo a un reporte publicado por The Charlotte Observer, el equipo ya había hecho una oferta inicial para un contrato a largo plazo a Newton durante el pasado receso de temporada, el cual fue rechazado por el pasador. Si Newton fue capaz de ejercer la paciencia y jugar el 2014 a cambio de unos 3.38 millones de dólares, puede esperar un poco más, a cambio de 14.666 millones en el 2015 y un potencial contrato de 20 millones anuales.