MÉXICO -- Las últimas dos camadas de receptores abiertos que llegaron a la NFL vía draft han sido altamente contrastantes.
La generación de Draft del 2013 ofreció poco --Terrance Williams y Keenan Allen en tercera ronda, Kenny Stills en quinta ronda--, y casi nada en primera ronda, fuera de DeAndre Hopkins. Al otro lado del espectro, el Draft del 2014 probó ser un éxito rotundo en su primer intento. Sammy Watkins, Mike Evans, Odell Beckham Jr., Brandin Cooks, Kelvin Benjamin, Davante Adams, Jarvis Landry, John Brown y Martavis Bryant se conjuntaron para ofrecer una actuación colectiva impresionante a lo largo de la campaña.
¿Dónde se colocará la Clase del 2015? Del 2002 al 2013, la relación acierto/fiasco entre los 40 reclutas de primera ronda en la posición de receptor abierto ha sido, grosso modo, de un 50/50, con la camada del 2014 escapando hasta el momento de esa tendencia. Para el 2015, sin embargo, las aguas podrían volver a su cauce. Aunque se espera que el número de receptores abiertos elegidos en la primera vuelta sea alto --en buena medida gracias al impacto que tuvieron los novatos del año pasado--, es difícil imaginar un segundo año consecutivo en que todos sean aciertos.
Cabe señalar que el grupo de receptores abiertos veteranos agentes libres que se espera esté disponible en el mercado abierto a partir del 10 de marzo influirá poco en este draft. Los únicos dos nombres realmente importantes --Dez Bryant y Demaryius Thomas--, fueron etiquetados como jugador franquicia, dificultando significativamente la posibilidad de que cambien de uniforme. Andre Johnson y Reggie Wayne podrían ser futuros miembros del Salón de la Fama, pero es debatible cuánto podrían aportar en este punto de sus respectivas trayectorias. Eso dejaría a Torrey Smith, Michael Crabtree y Jeremy Maclin como los receptores que podrían comandar los contratos más lucrativos.
Habiendo dicho eso, es momento de echar un vistazo a los receptores abiertos que más ruido podrían hacer en el Draft 2015 de la NFL:
Amari Cooper, Alabama Crimson Tide
El debate ha comenzado sobre cuál es el mejor receptor abierto disponible en este draft. Para mí, se trata de Cooper. El ganador del Fred Biletnikoff Award fue simplemente explosivo en tres campañas con Alabama, y en la segunda parte de la temporada pasada, tenía argumentos sólidos para hacerse con el Trofeo Heisman. Cooper conoce el árbol de rutas que se emplea a nivel profesional y aporta yardas después de la atrapada, punto fundamental para las ofensivas modernas. Puede jugar en el perímetro o alinear desde pegado a la línea, y cuenta con suficiente velocidad para constituir una amenaza campo abajo. Por si fuera poco, en Alabama les enseñan a sus receptores a bloquear en campo abierto. En términos generales, me parece que es el paquete más completo disponible este año.
DeVante Parker, Louisville Cardinals
Parker es grande, físico, y difícil de derribar. Trabaja mejor en el perímetro, y brilla más en pases pantallas o en rutas verticales, donde puede alcanzar velocidad tope. Parker posee manos tremendas, y entiende cómo utilizar su físico para cubrir el ovoide. Hay quien opina que será el primer receptor abierto elegido, aunque yo estoy convencido de que no será así. Su aceleración no es algo especial, y tendrá que afinar su recorrido de rutas al siguiente nivel, porque no va a conseguir la misma separación en la NFL que conseguía en Louisville. Desde esa perspectiva, es quizás uno de los prospectos que más tendrá que trabajar para hacer ajustes como profesional. Se perdió los primeros siete partidos de su última campaña colegial por un problema en el pie, pero cuando regresó, marcó diferencias de inmediato.
Kevin White, West Virginia Mountaineers
Nadie de este grupo lo hizo mejor en el Combinado de Talento que White, quien tomó por asalto a la NCAA en el 2014. Los Mountaineers explotaron a White tanto en el perímetro, como en la ranura, pero siempre lució mejor cerca de la línea lateral. Sin ser el más alto de la camada de este año, es uno de los mejores a la hora de disputar el ovoide por alto, y desde un punto de vista puramente deportivo, es el único renglón en que creo que supera a Cooper claramente. Es fuerte físicamente, y eso le permite disputar la posición con cualquier back defensivo que le pongan enfrente, lo que también genera varias interferencias de pase defensivas. Atléticamente, tiene una velocidad tope increíble y la alcanza rápidamente. Sólo jugó dos años de NCAA, después de transferir desde una JuCo. No creo que tengas las mejores manos en este grupo, y eso significa que habrá algunos pases dejados caer. Si no es Cooper, asumo que White será el primer receptor abierto elegido este año.
Dorial Green-Beckham, Oklahoma Sooners
Desde un punto de vista de talento puro, nadie se compara a Green-Beckham este año, Un recluta altamente codiciado desde sus tiempos de preparatoria, no fueron pocos los que afirmaron que era mejor receptor a ese nivel desde Randy Moss. Los grandes problemas vienen fuera del campo. Green-Beckham terminó su campaña en Oklahoma, pero no consiguió que la NCAA le permitiera jugar en el 2014, así que viene de una temporada perdida. Previamente, jugó dos temporadas para Missouri antes de ser echado del programa. Hay algunos incidentes de arrestos por mariguana, pero lo más preocupante es un incidente durante el cual habría tirado a una estudiante de Missouri por las escaleras. La estadística más impresionante de Green-Beckham como colegial son sus 12 touchdowns para los Tigers en el 2013, pero siendo honestos, su carrera ha sido más potencial que producción, y eso es algo que algunos parecen olvidar o dejar en segundo plano. Ese mismo potencial lo llevará a ser recluta de primera ronda, pero su éxito o fracaso en la NFL dependerá en buena medida del equipo al que llegue, también. Sin duda, es el prospecto más riesgoso de este año.
Breshad Perriman, Central Florida Knights
Otro atleta tremendo, capaz de realizar atrapadas espectaculares, Perriman es hijo del ex receptor de NFL, Brett Perriman, quien jugó 10 años en la NFL tras llegar como recluta de segunda ronda en 1988. No tengo ninguna duda de que estaríamos hablando más de Perriman si hubiera jugado para un programa de mayor renombre. Los Knights hicieron de todo con él, alineándolo adentro, afuera, poniéndolo en movimiento. Igual le lanzaron largo como pases pantalla, y demostró buena capacidad para ajustar con el balón en el aire, así como para ganar yardas después del contacto. No me sorprendería en lo absoluto que escuchara su nombre en la primera ronda.
Jaelen Strong, Arizona State Sun Devils
Lo primero en lo que pienso cuando veo a Strong es que es una versión menos equipada que White. Se trata de un receptor abierto fuerte, físico, capaz de alinear dentro o afuera, cuyas rutas más trabajadas son pases pantalla, diagonales cortas, o pases disputados por lo alto, sobre todo en zona de anotación. A diferencia de White, Strong es un poco más lento y tarda más en alcanzar velocidad tope, por lo que rutas con doble corte no creo le vengan muy bien. Tampoco creo que tengas las mejores manos y eso ocasionará algunos pases dejados caer. A Strong le hubiera beneficiado un mejor mariscal de campo que Taylor Kelly en Tempe.
Devin Smith, Ohio State Buckeyes
Los equipos de la NFL están enamorados de los jugadores capaces de hacer jugadas grandes, y eso eleva los bonos de Smith, un especialista en rutas largas. A diferencia de algunos otros mencionados en esta lista, la fortaleza de Smith no son los balones disputados, sino simplemente el intento de ganarle la espalda a los defensivos de manera consistente. Habiendo dicho eso, Ohio State no ocupaba a Smith en una variedad amplia de rutas, y solía buscar en otras direcciones cuando el objetivo era solamente mover las cadenas. Me recuerda un poco a Torrey Smith, cuando entraba a la liga.
Rashad Greene, Florida State Seminoles
Si hablamos únicamente del recorrido de rutas y manos, Greene debería estar considerado más alto en esta lista. Sin embargo, no es un atleta tan explosivo como los listados arriba, y eso hará probablemente que caiga a la segunda ronda. No tiene el tamaño ni el cuerpo que hace salivar a los cazatalentos, es el receptor más pequeño de esta lista. Sin embargo, entiende cómo crear separación y es extremadamente confiable. Entiende cómo jugar en el perímetro y en la ranura. Proviene de una ofensiva profesional en Florida State, institución que deja como el líder receptor histórico del programa. Debe ser productivo desde el primer día en su nuevo equipo.
Devin Funchess, Michigan Wolverines
Hay analistas que consideran a Funchess un ala cerrada, posición que desempeñó en sus dos primeros años en Ann Arbor. No tengo problemas con esa noción, excepto que sí estoy convencido de que puede hacer más daño en la ranura que en posición de tres puntos pegado al tackle. Se trata del segundo receptor más grande de esta lista, tanto en estatura como en peso, solamente después de Green-Beckham, aunque la diferencia en atleticismo es obvia entre ambos. Habiendo dicho eso, Funchess es un bloqueador muy capaz en campo abierto. Como la mayoría de receptores de su calibre, fue utilizado constantemente en pases pantalla, donde su fortaleza le permitió ganar yardas después del contacto, y en pases disputados por lo alto, donde llevaba una clara ventaja sobre los backs defensivos, especialmente pegado a la línea de banda o en zona roja. Le ayudaría muchísimo cronometrar un tiempo más rápido en su pro day, que el 4.70 que logró en el Combinado.
Otros nombres a seguir: Nelson Agholor, Southern California Trojans; Tyler Lockett, Kansas State Wildcats; Sammie Coates, Auburn Tigers; Phillipp Dorsett, Miami Hurricanes; Stefon Diggs, Maryland Terrapins.