MÉXICO -- En un año en el que parece no habrá mucho misterio con la primera selección global gracias al matrimonio esperado entre los Tampa Bay Buccaneers y Jameis Winston, serán los apoyadores, y en específico los apoyadores externos-- quienes le aporten drama a la parte alta de la primera ronda.
Después de los pasadores, los que se ganan la vida persiguiendo a los pasadores se han convertido en los jugadores más importantes --y mejor pagados-- de una NFL que prioriza el ataque terrestre. Eso ha elevado naturalmente el valor de draft de los prospectos en la posición. La consecuencia es que los equipos se han enamorado de las cualidades atléticas de un sinnúmero de jugadores que terminan siendo fiascos al no lograr traducir su juego a las filas profesionales.
Los cazamariscales suelen ser una de las posiciones que más fracasos de draft arroja año con año. Las causas pueden ser múltiples. En primera instancia, hay que señalar que los mejores prospectos usualmente enfrentan a tackles ofensivos y mariscales de campo de mucho menor nivel en la NCAA que en la NFL. Además, los esquemas de bloqueo son más complejos y difíciles de superar en la NFL. Sin embargo, quizás la mejor explicación pueda ser una falta de técnica entre los jugadores. En la NCAA, es posible que ciertos prospectos puedan salirse con la suya únicamente a base de gran velocidad para doblar la orilla. Su número de maniobras y recursos es entonces limitado porque nunca fue necesario desarrollarse, hasta que llegan a la NFL y se ven imposiblemente superados por sus rivales. Vernon Gholston podría ser el ejemplo más claro, pero ciertamente no se trata del único. En tres temporadas profesionales con los New York Jets consiguió cero capturas tras ser seleccionado sexto global, después de amasar 22.5 en sus últimas dos temporadas colegiales.
Hasta seis apoyadores externos podrían escuchar su nombre en la primera ronda del siguiente draft, con cuatro serios candidatos para irse entre los primeros 10. Al lado opuesto, la importancia de los apoyadores internos, aunado a una camada carente de profundidad y talento de élite, podría hacer que solamente uno sea elegido en la primera vuelta.
Aquí están los prospectos más interesantes de cara al Draft 2015 en la posición de apoyador.
VIC BEASLEY, CLEMSON TIGERS
Sé que estoy en la minoría, pero pienso que Beasley es el jugador más seguro de entre los cazamariscales de campo de este año, y la confiabilidad es uno de los aspectos más importantes de la posición. Beasley acumuló tres temporadas consecutivas con una producción notable --de cuatro jugadas en Clemson-- incluyendo 33 capturas a lo largo de ese periodo, y es seguro afirmar que no se trata de una maravilla de un sólo año, aunque eso no garantiza éxito en las filas profesionales. Beasley es la clase de jugador que podría alinear como apoyador externo por el lado fuerte incluso en una defensiva 4-3, pese a haber jugado sobre todo como ala defensiva en Clemson, pero su puesto idóneo sería como apoyador externo en sistema 3-4. Si nos vamos a las comparaciones, Beasley es lo más cercano a Von Miller en este draft.
RANDY GREGORY, NEBRASKA CORNHUSKERS
Posiblemente, Gregory sea el atleta con mayores cualidades físicas de entre los prospectos de élite para este año en la posición, y hay algo en su juego que me recuerda a DeMarcus Ware saliendo de Troy. Como Ware, la primera prioridad para Gregory en la NFL será aumentar la musculatura sin perder agilidad ni velocidad, pero desde el punto de vista físico, podría acercarse al ideal de lo que buscan los entrenadores para apoyadores externos en defensivas 3-4, capaces de presionar en posición de tres puntos en situaciones obvias de pase, desde la defensiva níquel. Gregory solamente jugó dos temporadas en Nebraska, después de comenzar su carrera en Arizona Western College en el 2011, pero se perdió la totalidad de la campaña del 2012 por una pierna fracturada, problema que parece haber superado definitivamente, antes de pedir su transferencia a los Cornhuskers. Una lesión a la que sí se le tendrá que echar el ojo es un problema de rodilla que le impidió arrancar el 2014.
DANTE FOWLER JR., FLORIDA GATORS
Una buena porción de analistas tienen a Fowler como el mejor prospecto de este año como cazamariscales exterior. Fowler es veloz por la orilla cuando se trata de perseguir a los pasadores, pero también es sólido en contra de la carrera y sabe cómo cerrar los carriles exteriores a los corredores. En Florida, alineaba en un frente similar al que emplean los Seattle Seahawks en una posición híbrida, y esa familiaridad le vendrá bien, ya que le aporta experiencia laborando desde alienaciones 3-4 o 4-3. Nunca consiguió doble dígitos en capturas en tres temporadas colegiales, pero los Gators no lo empleaban exclusivamente para presionar. La curva de aprendizaje podría no ser tan pronunciada cuando se trata de llegar al siguiente nivel.
SHANE RAY, MISSOURI TIGERS
La primera observación en torno a Ray es un primer paso explosivo que le brinda una ventaja decisiva al atacar la orilla por velocidad. No tiene el tamaño idóneo para jugar como ala defensiva al siguiente nivel, y por eso es proyectado como apoyador, pero esa transición es cualquier cosa excepto automática. Ray solamente tiene un año de producción sobresaliente, luego de ser suplente de Kony Ealy y Michael Sam en el 2013. Eso sí, su campaña del 2014 fue fantástica, imponiendo nueva marca de capturas para Missou y ganando honores como Jugador Defensivo del Año de la SEC, segundo Tiger consecutivo después de Sam. Durante su pro day, ejecutó el ejercicio de los 3 conos en apenas 7.7 segundos, lo cual es bastante lento para un jugador que se gana la vida doblando la orilla, aunque quizás se pueda explicar si no está recuperado al 100 por ciento de la lesión en el dedo del pie sufrida en el Citrus Bowl, teoría que podría confirmarse con un tiempo de alrededor 4.64 segundos en las 40 yardas (él dijo que las recorrió en 4.4 segundos durante una práctica). Al final del día, me parece la apuesta más riesgosa entre los cazamariscales considerados para el Top-10 o Top-15 de este sorteo.
ERIC KENDRICKS, UCLA BRUINS
Los analistas coinciden en que Kendricks es el mejor prospecto en la posición de apoyador interno y tres temporadas consecutivas con al menos 105 tacleadas, incluyendo 149 en el 2012 y 2014, respectivamente, lo avalan. Una tremenda capacidad para encontrar al balón, junto a la habilidad para deshacerse de cualquier bloqueador en su camino hasta él, son sus mejores cartas. Kendricks es un jugador instintivo aunque los cazatalentos más exigentes dirán que carece del tamaño ideal para soportar el castigo al siguiente nivel. Su capacidad de liderazgo también debe ser tomada en cuenta, después de ser elegido capitán defensivo por los Bruins en las últimas dos campañas. Su hermano mayor, Mychal, juega para los Phialdelphia Eagles.
PAUL DAWSON, TCU HORNED FROGS
Si hubo un apoyador que decepcionó en el Combinado, más allá de que los ejercicios que se ejecutan allí no siempre se traducen en éxito o fracaso al siguiente nivel, fue Dawson. Lo más sorpresivo fue un tiempo de 4.93 segundos en las 40 yardas digno de un liniero ofensivo, no de un ex receptor abierto de preparatoria que se distinguió en TCU por su capacidad para cubrir con gran rango de lateral a lateral. Tampoco fue el más fluido en los ejercicios posicionales y esas muestras perjudicarán sus bonos de draft en un año en el que los apoyadores medios han quedado en un segundo plano. Eso podría convertir a Dawson en el jugador más estudiado de todos los pro days de este año, cuando TCU salte al campo el 27 de marzo. Mientras tanto, Dawson deja que sus estadísticas hablen por él, incluyendo 136 derribos totales en el 2014, incluyendo 20 para pérdida. Se trata de la clase de números que no se consiguen siendo lentos.
DENZEL PERRYMAN, MIAMI HURRICANES
Sean Spence, y Jonathan Vilma antes que él, salieron de Miami con la etiqueta de que eran demasiado pequeños para jugar como apoyadores internos al siguiente nivel. Spence no ha podido comprobar lo contrario gracias a lesiones, pero Vilma se construyó una carrera de Pro Bowls múltiples. Perryman les sigue los pasos, aunque es un poco más pesado de lo que eran Spence y Vilma al salir. Igualmente instintivo, sólo hace falta ver el video para entender que Perryman escuchará su nombre en la segunda del draft y será productivo para el equipo que lo seleccione. Es un líder natural y un tacleador seguro, dos cualidades críticas para la posición de apoyador medio. Le vendrá mejor un equipo con defensiva 4-3 que cuente con tackles defensivos sólidos para mantenerlo libre de bloqueadores.
SHAQ THOMPSON, WASHINGTON HUSKIES
Con una estatura de 6 pies y un peso de 228 libras, Thompson está hacia el lado más liviano del espectro, y eso ha ocasionado que algunos lo proyecten como profundo al siguiente nivel, posición que jugó ocasionalmente en Washington. Además, los Huskies también lo emplearon como corredor, mostrando lo sobresaliente que es como jugador de fútbol americano completo. Sin embargo, un decepcionante tiempo de 4.64 segundos en las 40 yardas se aproxima más a lo que se espera de un apoyador que de un back defensivo. De cualquier manera, sus cualidades no pasarán desapercibidas y deberá encontrar lugar en defensiva níquel desde la primera semana, donde puede apoyar con cobertura de pase en el interior, pero también ofrezca solidez en contra de la carrera. Hace algunos años, Thomas Davis llegó a la liga con un dilema similar, y probó como profundo fuerte antes de encontrar su posición natural, y mejores años, como apoyador de los Carolina Panthers.
No se olviden de: Eli Harold, Virginia Cavaliers; Benardrick McKinney, Mississippi State Bulldogs.