Invictos o no, estos Kentucky Wildcats todavía no pueden ser mencionados en la misma oración con los 8 equipos de la institución que en algún momento sobrevivieron el Torneo NCAA para capturar el campeonato.
Una vez llegue el lunes, sin embargo, la edición 2014-15 de Kentucky estaría cabeza y hombro sobre los previos campeones de la universidad, si logran algo que ninguno de sus predecesores estuvo cerca de alcanzar y ningún equipo de NCAA División I ha conseguido en casi 40 años.
Dos victorias más para Kentucky significarían no solo un récord de 40 victorias en una temporada (extendiendo su propia marca), sino que les valdría el derecho de ser parte de la conversación sobre los mejores equipos en la historia del baloncesto colegial.
Claro está, antes tiene que superar el reto de los Wisconsin Badgers en el Final Four para asegurar una cita con el ganador entre los Duke Blue Devils y los Michigan State Spartans en el juego de campeonato. De ahí, son solo 40 minutos en cancha lo que separa a los Wildcats de John Calipari de la historia.
Kentucky busca ser el primer equipo en coronarse invicto desde los Indiana Hoosiers de Bobby Knight de 1975-76 que finalizaron 32-0 para el primero de 3 campeonatos en el currículum del controvertible entrenador. Aquel quinteto de Indiana, encabezado por Scott May, Quinn Buckner y Kent Benson, finalizó la previa temporada regular invicto, pero cayó en el torneo ante Kentucky; un año después cumplió la misión.
Desde entonces, estos Wildcats son apenas el tercer quinteto en llegar invicto al Final Four, siguiendo los pasos del Indiana State de Larry Bird que cayó ante Magic Johnson y Michigan State en la final de 1979, y el UNLV de Larry Johnson y Jerry Tarkanian que parecía destinado a terminar invicto y repetir como monarca antes de que Christian Laettner, Bobby Hurley, Grant Hill y Mike Krzyzewski les aguaran la fiesta en el Final Four de 1991.
En otras palabras, la historia parece estar en contra de Calipari, Karl-AnthonyTowns, Willie Cauley-Stein, Devin Booker, Aaron Harrison y compañía, incluyendo una revancha semifinal ante un peligroso equipo de Wisconsin, y el posible pareo contra Duke o Michigan State, dirigidos por dos de los mejores entrenadores en la historia (Krzyzewski/Tom Izzo).
No obstante, y considerando los antecedentes históricos y lo difícil que es ser campeón invicto, esta escuadra de Kentucky parece tener todo en sitio para no solo hacer historia, sino reescribirla para un deporte que en años recientes sirve más que nunca como una vitrina de jugadores para la NBA.
Solo 7 quintetos en la historia han ganado el campeonato de manera invicta, todos en una época diferente (de 1956 a 1976) cuando la norma era que cada jugador cumplía con sus 4 años de elegibilidad. De más está decir que esa norma es ahora la excepción, con el Kentucky de Calipari la cara de una nueva generación en el deporte que ve a sus atletas más cotizados brincar al profesionalismo tras un año de acción colegial.
Esa mentalidad también ha contribuido a la escasez de campeones consecutivos, haciendo la gesta de Kentucky más impresionante todavía, mientras apunta a su segundo campeonato en cuatro años con cuatro apariciones en el Final Four desde 2011. Y el rotativo de protagonistas, de John Wall y DeMarcus Cousins a Anthony Davis y Michael Kidd-Gilchrist, de Nerlens Noel a Julius Randle, habla mucho del trabajo de reclutamiento de Calipari (asumiendo que es bajo las leyes que regulan el deporte) en una época donde ganas la mitad de la guerra cuando triunfas en la batalla de alistamiento.
Un segundo campeonato bajo Calipari sería el noveno en la historia de la institución, dos detrás de la marca de UCLA, y le daría un lugar especial a 'Coach Cal' en la rica historia de Kentucky como el segundo entrenador con múltiples campeonatos. Y ni siquiera Adolph Rupp puede presumir de haber dirigido un campeón invicto.
Calipari tampoco, por lo menos no todavía, pero la perfección está a su alcance.