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¿Qué significa la decisión del caso Hamilton?

La decisión del árbitro independiente en el caso de Josh Hamilton, en la que no podrá ser sancionado por su más reciente tropezón con sustancias adictivas, era la pieza del rompecabezas que faltaba para descifrar un proceso lleno de misterios por su misma naturaleza confidencial.

Aquí resumimos lo que pasó en el caso, incluyendo lo que no se ha dicho:

1) Josh Hamilton pidió una reunión con la Oficina del Comisionado para confesar que incumplió el plan de tratamiento al cuál está sometido desde hace tiempo. Es evidente que Hamilton no salió positivo en las pruebas antidopaje por drogas de abuso, de ser así el caso hubiera agarrado otro rumbo.

2) MLB se reunió con la Unión de Jugadores (MLBPA por sus siglas en inglés) para determinar qué tipo de sanción corresponde en esos casos cuando no hay una verdadera violación del programa antidopaje sino una confesión de violación. Además, establecer la sanción era igualmente complicado por la historia del toletero de Anaheim.

3) MLB consideró que sí había razones para emitir una sanción. La MLBPA asumió la posición que la política antidopaje no es clara en cuanto a penalizar a un pelotero en plan de tratamiento que confiese el uso de drogas de abuso pero sin haber salido positivo en las pruebas. Como no pudieron ponerse de acuerdo presentaron la disputa a un árbitro independiente para que decidiera.

4) El árbitro independiente emitió su decisión dándole la razón a la MLBPA en el sentido que la mera confesión de una violación, a menos que eso sea considerado explícitamente en la política, no debe ser considerado una violación en esos casos de tratamiento para drogas de abuso. Al no considerarse como una violación entonces el caso muere allí, sin necesidad de ir más allá.

5) MLB expresó su desacuerdo con la decisión del árbitro independiente y sostuvo que una confesión debe ser considerada como un positivo en una prueba antidopaje pero resalta que eso será aclarado en la política antidopaje.

En fin, este es un caso que nunca superó la primera barrera para ir al punto más interesante: el determinar qué sanciones eran apropiadas en caso de un pelotero con el historial de Josh Hamilton (algo que analizamos en un blog previo). Aquí todo culminó cuando el árbitro decidió que una confesión no es una violación ya que la política antidopaje no lo establece.

Hace muchos años Comisionados como Bowie Kuhn hubiesen suspendido a Hamilton con ese tipo de confesión, quizás por varios años. Hoy en día todo se rige por lo que indique la política antidopaje y, cuando esta no es clara, por lo que establezca un árbitro independiente. En ese sentido hemos avanzado bastante ya que el proceso es más justo y balanceado.

Lo que no podemos decir con esta decisión es si MLB ha cambiado en su enfoque de las personas que usan drogas y sufren de adicción. Este caso nunca llegó hasta ese punto.