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"Conseguir los cuatro títulos del año sería algo histórico"

Dos argentinos campeones de la Euroliga Gentileza www.euroleague.net

MADRID -- En estos tres días que pasaron desde que cumplimos el sueño de ganar la Euroliga y además me dieron el premio al MVP de la Final Four di una cantidad impresionante de entrevistas. Tal vez en algún momento glorioso con la Selección como fue el oro en los juegos Olímpicos haya tenido tantos pedidos de notas.

Real Madrid es un club muy grande y la repercusión de un éxito como el que conseguimos es enorme. Pero siempre queda algo más por contar.

La alegría por ser campeones de Europa es inexplicable. Pero también apareció una sensación de alivio. Logramos culminar algo que deseábamos, teníamos un gran peso sobre nosotros y había mucha presión. Las expectativas, por tener un gran equipo y definir de locales, eran similares a las del Preolímpico de Mar del Plata en 2011. Había, prácticamente, una obligación de ser campeones.

Algunos de mis compañeros habían perdido las dos finales anteriores, pero no noté que fuera una carga para ellos sino que les sirvió de experiencia. El ambiente en los días previos era tranquilo, relajado. Es cierto, también, que en la final pueden haber aparecido algunos fantasmas cuando Olympiacos pasó al frente en el tercer cuarto. Pero ahí se destacó Jaycee Carroll para hacerlos desaparecer. Sus puntos nos dieron tranquilidad en un momento complicado.

Haber sido elegido el MVP es un gran orgullo. El premio lo gané yo, pero podría haber sido para Carroll o para Rivers, que fue clave en la semifinal. Cada jugador del equipo se ha ido destacando en distintos momentos. Tal vez la ovación del público inclinó la balanza para mi lado. Me sorprendió haber conseguido este premio a los 35 años. Yo vine a ayudar al Real Madrid, a aportar mi carácter, pero no a destacarme individualmente.

Rebobino el partido en mi cabeza pensando si merezco este premio y para darme cuenta que es verdad que lo gané. A pesar de conocer bien la magnitud del club en el que estoy, me sorprendió la cantidad de gente que me saludó en la calle, en un restaurant, en la escuela de mis hijos, en todos lados. Habitualmente me paran un par, esta vez todos querían un saludo o una foto.

Es cierto que cuando llegué al Real Madrid recibí muchas críticas. También en algunos momentos de la temporada. Las utilicé para entrenarme y exigirme al máximo y así dar lo mejor de mi juego. Es normal que en un club con tantos hinchas todo tenga mucha repercusión. Lo bueno y lo malo. Solamente hay que saber convivir con todo tipo de comentarios.

Esta temporada en el Madrid me rejuveneció porque no juego tantos minutos y no tengo que llevar el peso del equipo. Esta situación me hizo llegar bien físicamente al tramo final de la campaña. Mi familia es muy importante para mi carrera. Mi mujer siempre me acompaña y mis dos hijos varones siguieron toda la Euroliga con mucha expectativa. Ya dimensionan la importancia de lo conseguido, aunque deben pensar que es fácil ser campeones porque desde que llegamos a Madrid ganamos todo.

De los festejos hay pocos detalles que no se hayan visto ya. La celebración en la Cibeles fue un baño de alegría que quedará para el recuerdo. Y el beso con Campazzo fue porque él estaba celoso de Leo Gutiérrez. Me decía que nunca iba a festejar con él como lo había hecho con Leo en 2002. Entonces lo hicimos. Y vale decir que los dos besan muy mal, je.

Pero ahora hay que dar vuelta la página. Ya pasó el tiempo de disfrute y festejos y ahora hay que mentalizarse en intentar ganar la Liga. Conseguir los cuatro títulos del año sería algo histórico. Esa es nuestra motivación a partir de hoy.

Un abrazo y hasta la próxima.