Quedaban solo ocho segundos en el reloj y Stephen Curry anotó apenas su quinta canasta de la noche, pero parecía que la historia del Juego 1 de las Finales de la NBA se iba a repetir.
Cleveland nadaría con esfuerzo a la orilla sólo para darse cuenta que al final le faltarían un par de brazadas. El doble del MVP de la temporada empataba el juego 87-87 después que los Cavs estuvieran arriba todo el resto del último período y llegaran a tener una ventaja de nueve puntos a cinco minutos del final.
Pero esta vez los Cavs no se vieron limitados a solo dos puntos en el tiempo extra y fueron los Warriors los que nunca terminaron por encontrar su ritmo de tiro, ni siquiera en la prórroga. Solo Draymond Green anotó en movimiento en el alargue y Stephen Curry cerró una de sus peores noches de toda la temporada. Cleveland se llevó el juego dos de la serie con triunfo de 95 a 93 en una batalla que tuvo dos protagonistas evidentes y otros dos menos celebrados.
Primero. LeBron James. LeBron simplemente ha masacrado a la defensa de Golden State esta temporada. Contando el único juego en el que enfrentó a los Warriors en la fase regular y estos dos de las finales, James promedia 42 puntos por partido contra el equipo de Steve Kerr. No sólo eso. De nuevo comandó a los Cavs en las tres estadísticas más notables: 39 puntos, 16 rebotes y 11 asistencias (el resto del equipo solo dio tres asistencias). James ha despejado en estas finales cualquier duda sobre su status de mejor jugador de la NBA y plantadouna nueva en la mente de aquellos que se niegan a colocarlo entre los mejores de la historia.
Segundo. Stephen Curry. El base armador de los Warriors anotó solo cinco canastas en 23 intentos, apenas dos triples de 15 lanzados y perdió el balón en la última posesión del equipo en la prórroga. El lado positivo para Golden State es que difícilmente Steph tendrá un juego peor el resto de la serie.
Después los dos héroes inesperados. Matthew Dellavedova jugó solo nueve minutos y se fue sin puntos del primer partido de las finales. Peor aún, el australiano se tardó en llegar al autobús del equipo que terminó partiendo sin él. Delly tuvo que tomar un auto particular para volver a su habitación. Todo cambió este domingo. Sin el lesionado Kyrie Irving, Dellavedova jugó 42 minutos, anotó nueve puntos (todos entre el último cuarto y la prórroga), tomó un rebote ofensivo en la penúltima posesión del tiempo extra y mientras él defendió a Stephen Curry, el MVP se fue en ceros.
El otro en levantar su juego fue el ruso Timofey Mozgov. El centro de los Cavs terminó con 17 puntos y 11 rebotes y en momentos en los que LeBron James miraba a los lados y no conseguía cómplices ofensivos, le dio un respiro al líder del equipo.
La serie se muda ahora a Cleveland para jugar el partido tres (martes) y el cuatro (jueves). El panorama está más abierto que nunca aún sin Kyrie Irving. Los Cavs le quitaron (por ahora) la ventaja de casa a los Warriors pero con un día de viaje de por medio y sin descanso, las dos noches bestiales de LeBron James pueden pasarle factura a Cleveland.