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'El Piojo' prepara la guillotina... o el indulto

SANTIAGO -- Perú y Brasil le dieron un mensaje a Miguel Herrera: tal vez tiene menos calidad y más indolencia de la que pensaba en su selección para Copa Oro.

'El Piojo' no recrudece públicamente el dilema. "El que no lucha no juega", es la síntesis de su advertencia con todos lo altisonantes de amenaza. Cada quien se pondrá el saco en la sastrería de la concentración del Tri. A algunos les quedará largo. A otros, les quedará corto.

"Estamos calificando, estamos observando y decidiremos", agregó Herrera. Ya no se trata sólo de futbol y neuronas, sino de actitud y testosterona.

El futbolista mexicano no está confeccionado, por naturaleza, por genes, por biotipo, por formación, para ser sólo un artista y renunciar al martillo y el yunque.

Javier Aguirre en su momento lo diseccionó así: "El jugador en promedio está en contacto 10 minutos con el balón. Lo necesito los otros 80 también involucrado".

Herrera lo explica a su manera: "Si un jugador falla, si un jugador no cumple en el trabajo de un equipo, el resto del grupo lo resiente". Lo declara, en términos de diplomacia saludable, pero es el equivalente a que aquel que deja de ser solidario, perpetra traición.

Ante Perú y Brasil fue evidente. Y esa debe ser la gran inconformidad e inquietud de El Piojo, más allá de que afirme que "tengo no 11, sino 18 ó 20 dispuestos (a dar la entrega que se necesita)".

1.- No todos hicieron todo lo que debían. Porque sólo así se explica que Coutinho, por ejemplo, encontrara a un defensa entregado en el perfil de marca como Hugo Ayala, quien no hizo una cobertura, sino hizo el trabajo de marcación que correspondía a un George Corral desatento.

2.- Y no todos hicieron todo lo que podían. De otra manera, la salida desde el fondo de Brasil habría sido impedida con mayor severidad por la primera línea de recuperación o de confrontación, y en el desdoble, Elías no habría encontrado en desventaja en el cierre a Rafa Márquez.

"Es mi responsabilidad, es mi obligación, conseguir que esos jugadores se comprometan con el equipo", explica Herrera.

Manolo Lapuente en su momento explicaba que al jugador mexicano "hay que hablarle cada día, todos los días, todo el día", para recordarle la devoción y responsabilidad con la selección mexicana.

'El Piojo' conoce ese proceso de evangelización para reencausar almas descarriadas en la apatía y la indolencia, o las dudas y la inseguridad, o el miedo y la incertidumbre.

Hay tal vez un ejemplo palpable en la misma selección de esta habilidad de adoctrinamiento de Herrera. Claro, no sólo depende del entrenador. El mejor domador, requiere de bestias nobles. El entrenador requiere de jugadores nobles.

Antes del Mundial era casi unánime la crucifixión hacia Andrés Guardado. Después de observarlo en juegos de preparación, era un común denominador su desaprobación, y, por agregado natural, la declaración de Herrera como demente.

Al final, Guardado no sólo fue uno de los mejores futbolistas de México en la Copa del Mundo, sino que, en esa racha fascinante de rendimiento, le alcanzó para ser el jugador clave del PSV Eindhoven, y además ser considerado como el mejor futbolista de la Liga de Holanda, sin olvidar los mosaicos que en la tribuna le ofreció su afición, venerando su aporte al club, y pidiéndole, así, que no cediera ante las sirenas multimillonarias del Ajax y del PSG.

Cierto: no todos son Guardado. Ni todos son un Rafa Márquez, quien jamás ha necesitado de recursos agregados para su motivación y enjundia. De hecho, en esta selección Copa Oro no hay siquiera un Guardado en perspectiva, pero al menos hay jugadores con un nivel de futbol superior al mostrado en estos dos amistosos.

Todo indicaría que 'El Piojo' percibe la ansiedad de sus hombres. Este martes, Raúl Jiménez hizo trabajo extra por su cuenta. Matías Vuoso ratificó porqué en Chiapas había sido el jugador más importante.

¿Quiénes necesitan de ese Sermón en la Montaña? Hay un referente inmediato: Marco Fabián, ese futbolista que la afición de Chivas sigue esperando, que tuvo 45 minutos brutales ante el Atlas con tres goles monumentales pero que, en realidad no había aparecido ni antes ni después de ese momento cumbre en cinco meses de torneo.

Guardando proporciones, porque Guardado se ha educado en aulas europeas, y Fabián en los orfanatos de la inconsistencia, ¿podrá Herrera reconvertir al segundo, como consiguió rescatar al primero?

Pero, después de esta Copa Oro, si las alocuciones de 'El Piojo' no consuman milagros, algunos de estos seleccionados mexicanos pasarán a los anales inagotables de las eternas promesas del futbol mexicano.