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Panamericanos: México, sin el efecto Guadalajara

Las 42 medallas de oro de hace cuatro años prometen transformarse en poco para los 510 atletas mexicanos que en la próximas horas comenzarán a competir en Toronto 2015. El potencial del motivado dueño de casa -Canadá-- y la cercanía de los Juegos Olímpicos de Rio -Brasil-- prometen enardecer la batalla en la lucha por las medallas. México no busca emular lo de Guadalajara y se concentra en tratar de perseguir la marca de 20 oros de Mar de Plata 1995...

LOS ANGELES -- El viento sopla en dirección hacia al norte y algunas nubes tapan el horizonte del Lago Ontario. El verano siempre caprichoso del Canadá, saluda a más de siete mil atletas de 41 países que competirán a partir de este viernes en 36 especialidades. Los Juegos Panamericanos más caros de la historia serán inaugurados esta noche en el Roger Center de la capital económica canadiense.

La bandera mexicana ondea ya a las orillas del Rio Don, en la imponente villa de deportistas. El cobijo, la motivación y hasta cierto tipo de "magia" de hace cuatro años en Guadalajara parece demasiado lejana frente a lo que el deporte mexicano afrontará este verano. Una delegación grande --más de 500 deportistas-- tratarán de emular la mejor participación mexicana en unos juegos realizados fuera del territorio nacional, que se remonta a Mar de Plata, Argentina, en 1995, con 20 medallas de oro conquistadas.

Dejando de lado las 42 medallas de oro de Guadalajara, el interés de México en los Panamericanos se habría concentrado en tratar de sostenerse entre las cinco grandes potencias del evento. Hay dos problemas que son evidentes ahora: el primero es que Canadá, como dueño de casa, se siente con el derecho absoluto de avanzar en la tabla de medallas y enviará a su delegación más grande e importante de la historia. Los canadienses quieren mostrar todo su arsenal deportivo y la intención abierta, admitida por ellos, es la de desbancar a Estados Unidos del primer sitio general. El otro problema de México podría ser Brasil. Con solo trece meses por delante para la inauguración de los Juegos Olímpicos de Rio, el deporte brasileño intentará mostrar sus mejores condiciones en la mayor parte de la disciplinas, incluso en aquellas donde histórica y culturalmente no ha tenido un gran predominio.

Aunque 20 ganadores de medallas de oro de Guadalajara repiten, está claro que las "condiciones del juego", aquí en Toronto, han cambiado para México. Las posibilidades más poderosas siguen siendo parte de deportes individuales que de alguno u otro modo, se han convertido ya en una tradición importante en la última época: los clavados, con los veteranos Paola Espinosa y Rommel Pacheco; México tendrá una gran batalla ante los representantes canadienses y estadounidenses y al mismo tiempo tratará de dar el paso generacional hacia atletas como Alejandra Orozco, Alejandra Hernández y Jahir Ocampo; el tae kwon do, con la medallista olímpica de oro María del Rosario Espinosa al frente, que como deporte siempre entrega resultados concretos; el atletismo, la vieja escuela de la marcha reflejada en Horacio Nava --Raúl González es su entrenador-- y por supuesto, el raquetbol, con la numero uno del ranking mundial y ganadora de tres preseas doradas en Guadalajara, Paola Longoria, como la gran figura, capitana y abanderada de la delegación.

El deporte es generalmente el reflejo de un país. No lo fue hace cuatro años en Guadalajara, porque la maravillosa sensación de seguridad que significa estar y sentirse en casa suele cambiar los parámetros de la competencia. Lejos de Guadalajara, México tratará de sobrevivir. Necesitará de mucho esfuerzo, de una gran motivación y sí, por qué no, de algo de suerte...

@Faitelson_ESPN