CINCINNATI - Jugadores sembrados, llaves, jugadas al final del reloj... parecía una unión entre el Festival de Cuadrangulares y el torneo de la locura de marzo de la NCAA. Me quedé esperando que Josh Tesh saliera a cantar su canción "One Shining Moment" en un piano entre bateadores. Al final, los fanáticos de Cincinnati tuvieron su momento para recordar cuando su héroe local Todd Frazier remontó para vencer a Joc Pederson en duelo memorable en el Festival de Cuadrangulares.
Pederson bateó primero en la final, y conectó 14 cuadrangulares, incluyendo seis en línea en un periodo asombroso de 35 segundos donde conectaba puras líneas laser y batazos monstruosos hacia el jardín derecho. Parecía que el chico que había dicho temprano en el día que no había conectado su primero cuadrangular hasta que estuvo en segundo año de secundaria se coronaría como campeón cenicienta del festival.
Bajo el nuevo formato, Frazier tenía cuatro minutos, con 30 segundos adicionales posibles de bono si lograba conectar por lo menos dos jonrones de 425 pies. Pero tuvo un lento inicio con su hermano Charlie como lanzador, con apenas dos jonrones en la marca de los 3:15 en el reloj. Luego conectó tres en rápida sucesión, pero pidio su tiempo muerto restandole 2:35 y con cinco cuadrangulares logrados.
En ese entonces los fanáticos de los Rojos comenzaron a aplaudir y a gritar como si estuviesen en un partido de baloncesto. "Let's go Frazier (Vamos, Frazier)" ... clap-clap-clap ... "(Vamos, Frazier)" ... clap-clap-clap. Frazier no conectó su sexto jonrón hasta que quedaban 1:58 en el reloj. Definitivamente era el momento para lo que mi colega Tim Keown cataloga como una práctica de bateo aeróbica. Boom, boom, boom. Frazier llegó a 13 jonrones, restándole 33 segundos, hizo dos outs y luego empató con Pederson restando 10 segundos. Su swing final se quedó corto en la franja de advertencia, pero se había ganado su tiempo de bono.
Solo necesitaba uno más para ganarlo todo y lo hizo con su primer swing del tiempo adicional. Entonces la fanaticada enloqueció.
"Un impacto grande", dijo Todd Frazier sobre la multitud. "El escuchar el rugir de la fanaticada, corear mi nombre, la adrenalina. Y esos últimos minutos de cada ronda realmente me impulsaron a empujar la pelota más fuera del parque".
Frazier celebró con Charlie y Jeff, otro hermano que jugó nueve partidos con los Tigres en el 2010, y con su compañero en los Rojos Aroldis Chapman. El Festival de Cuadrangulares recibe muchas críticas, pero no le digan a los fanáticos en el Great American Ball Park que no fue un evento entretenido y divertido.
Definitivamente el nuevo formato fue una mejoría. Cada bateador tuvo cuatro minutos para conectar la mayor cantidad de cuadrangulares posibles, y se les permitía una pausa de 45 segundos para tomarse un respiro, secarse el sudor y recordarle a su lanzador que le pusiera la pelota en donde le gusta. Cada choque fue como un mini torneo, lo que significa que no tuvimos que pasar por los ocho bateadores para saber quién pasaba de ronda. El reloj significó un modo más rápido de batear para cada jugador, sin que hubiese un pase constante de toallas cada tres lanzamientos como si fuese Rafael Nadal jugando un partido de cinco sets en un calor de 90 grados en el Abierto de EEUU.
En la primera Ronda, Frazier se midió al dos veces campeón Prince Fielder de los Vigilantes de Texas, quien bateó primero y conectó 13 jonrones, un total que lo hubiese empatado en la segunda mayor cantidad de la Ronda. Pero no fue suficiente ya que Frazier enloqueció a la multitud al empatar con Fielder con dos jonrones en sus últimos 30 segundos y luego sobrepasarlo con su 14º jonrón en el tiempo de bonos. Con cada cuadrangular la fanaticada aumentaba de volumen sus gritos hasta que celebraron como si Pete Rose hubiese pegado sus apuestas.
En la segunda ronda, Frazier se midió ante Josh Donaldson, quién conectó nueve cuadrangulares, lo que dejó la puerta abierta para el Toddfather. Con seis jonrones restándole 1:49, utilizó su tiempo muerto. Con Charlie, quien jugó seis temporadas en las menores, Frazier llegó a ocho bambinazos restando 1:08, pero se notaba algo cansado, al conectar un par de rodados, junto con otros lanzamientos fáciles en la recta final. Pero entonces conectó su noveno cuadrangular contra el cristal que cubre el restaurante en el jardín central y luego llegó a 10 en la sentencia para moverse a la final. Jeff Frazier saludó a Charlie con un choque de pechos. En el Festival de Cuadrangulares, tu eres tan bueno como lo es tu lanzador. Un poco de amor entre hermanos también ayuda.
(Sí, hubo algunas quejas en Twitter que el clan Frazier no estaba esperando a que la pelota aterrizara antes de hacer el siguiente envío. Por regla, "Un lanzador no puede hacer un lanzamiento hasta que la pelota bateada llegara al terreno, fuese atrapada o cayera en territorio foul. Yo podría hacer una broma sobre Cincinnati y el rompimiento de las reglas pero sería un golpe bajo de mi parte).
En la otra semifinal, Joc Pederson superó a Albert Pujols, 12 a 11, con Pujols fallando sus últimos dos swings con oportunidad de empatar. El impresionante despliegue de poder de Pederson no debió ser sorpresa ya que entró al Festival con el promedio de distancia de cuadrangulares entre los ocho toleteros - y conectó el batazo más largo de la noche, un bambinazo de 487 pies en la primera ronda. Hubiese sido una gran historia si el novato se llevaba la victoria. Pero en cambio terminamos con una historia mejor.
Es hora de cortar la red, Todd.