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Gallardo copó a River con su idea

Gallardo predijo que el equipo iba a aparecer en la Copa Fotobaires.com

BUENOS AIRES -- Si hay algo que no se le puede negar a Marcelo Gallardo es su condición de gran estratega, de observador de las circunstancias que se van presentando a lo largo de la competencia. Esa visión lo ha llevado a conseguir que su equipo vaya superando contingencias adversas.

A manera de reivindicación hay que decir que en el post partido con Temperley dio una nueva muestra de sus dotes. Casi con un espíritu profético, se animó a aseverar que River, que no venía jugando bien ni había ganado en las tres presentaciones del reinicio de la temporada, iba a mostrar un fuego sagrado en la Copa Libertadores. Y hay que darle la derecha al técnico porque fue así.

Ese equipo opaco, con escasas luces y algunos errores que invitaban a imaginar que su gran anhelo de ganar podría quedar trunco, apareció en una forma notable. No es casualidad que lo haya hecho justo cuento el entrenador lo predijo. Esto se trata de un mérito suyo, pero también de sus jugadores, que son los intérpretes, los que salen al campo y saben perfectamente cuál es el momento de pegar el volantazo. Porque más allá de lo que pueda arengar el conductor, si los que juegan están en otra sintonía la historia no se modifica.

El grupo parece haberse moldeado a medida de las exigencias de demandan los certámenes que tienen llaves de ida y vuelta. Quizás sea un exceso decir que es un equipo copero, pero no edulcoramos los conceptos si hablamos de cierto virtuosismo a la hora de enfrentar los compromisos más complejos y que se dirimen con un mano a mano. Da la sensación de que allí aparece un fuego sagrado que River, en su extensa vida deportiva, anheló tener.

Es verdad que para apuntalar tales ideas siempre hace falta sustentarlas con realidades empíricas. Y existen. Un título en la Copa Sudamericana y una semifinal de Libertadores, más allá de lo que pueda ocurrir después, son argumentos para validar el pensamiento. Más allá de lo que suceda. Porque no siempre se debe opinar con los títulos obtenidos, si así fuese serían muy pocos los equipos que obtendrían méritos para ser destacados.

Hoy River se ha convertido en una especialista en este tipo de compromisos y los culpables de que esto haya sucedido son el cuerpo técnico y los futbolistas. Sería injusto separar a uno de otro a la hora de repartir elogios, porque ambos tienen la misma cuota parte de responsabilidad.

Todavía le resta un escalón más para acceder a la final, sin embargo nada puede empañar lo hecho hasta el momento. Hay un estilo, una idea, una convicción y un grupo de jugadores que sabe como plasmar, todo eso que parte de una cabeza, adentro del campo.

El hincha de River relojea hoy a la distancia, sin ninguna añoranza, la época en la cual jugar la Copa se volvía un calvario. Ahora disfruta del momento, lo vive de otra forma. Y esa confianza es respaldada por lo que se le trasmite desde adentro de la cancha.

El Millo está cerca de vivir un momento histórico. Si continúa por el mismo camino y no se deja llevar por la magnitud de lo que tiene frente a sus narices, este grupo puede seguir escribiendo la historia grande del club.