<
>

La ayuda al Tri... ¿de Warner y de Webb?

FILADELFIA -- Pedro Chaluja sabe más de lo que dice. Y dice menos de lo que sabe. No se le puede culpar. Se rebeló a la anterior dictadura oligarca de la Concacaf. Y se reveló como adicto al cambio de esa dictadura oligarca en la Concacaf.

Pero el presidente de la Federación Panameña de Futbol igual sabe más de lo que dice. Y dice menos de lo que sabe. Y la crucifixión arbitral de su selección ante México le forzó a subirse al estrado. Con medias verdades, aunque sin medias mentiras.

Dos penaltis que no debieron marcarse acuchillaron a Panamá y bendijeron al finalista urgido y ungido: México, que este domingo tratará, sin ayuda extraordinaria, de vencer a Jamaica en el Lincoln Field de Filadelfia.

Y tiene razón Chaluja: no puede culparse a ningún integrante de la selección mexicana del cadalso montado en el Georgia Dome. Acaso, coincide, desperdiciaron esa maravillosa oportunidad histórica Andrés Guardado, Miguel Herrera y el Tri de lavarse la cara, echando el penalti afuera.

El 'Bolillo' Gómez tiró la primera piedra. Cuando su equipo ya olía a formol y crisantemos, con su tumba expuesta con una manta que decía "Concacaf ladrona", como mortaja plena de dignidad dijo "será importante saber quién ordenó esto".

Chaluja lo sabe. Sunil Gulati lo sabe. La Concacaf lo sabe. Este viernes saltó una plática aleccionadora.

Convengamos: las teorías del complot tienen dos virtudes que son sus defectos. Mientras más irreales parecen, más genuinas son y mientras más irreales parecen, más fascinantes son.

1. En la pasada entrega de este patibulario espacio, nos mofábamos casi de la ingenuidad de los nuevos de Concacaf para empujar, como se empuja a un lisiado, como se arrastra a un desahuciado, como se guía a un ciego, a esta selección mexicana a la Final.

2. Y eran el hazmerreír Gulati, Justino Compeán y Víctor Montagliani. Con un desproporcional descaro habría parecido que llevaron ante el altar finalista, con un frac demasiado grande, al novio despistado pero elegido por conveniencia: México.

3. Y mientras la Concacaf lanza un pronunciamiento en el que afirma que investigará hasta sus últimas consecuencias si hay, acaso, algún acto de corrupción -nótese el candor-. Mientras tanto, los poderosos de Concacaf, aspirantes a ser poderosos en FIFA a partir de abril de 2016, saben los orígenes.

4. La versión al interior de Concacaf es que si hay acaso algún acto de manipulación promiscua y perversa -nótese de nuevo el candor-, es un acto de venganza perfectamente teledirigido por Jack Warner y Jeffrey Webb.

5. Saben ambos, y así ha sido, que la mejor manera de desprestigiar aún más a quienes se han presentado como los policías inmaculados de la zona es precisamente con actos ominosos, pero descarados para que México, con méritos o sin méritos futbolísticos, llegue a la Final... y tentativamente la gane.

6. Además, el acto de venganza, y eso sí se atreve a exponerlo públicamente Chaluja, contra Panamá es más que por no votar a favor de Joseph Blatter, por botar al desagüe las indicaciones de Webb, Eduardo Li y Sanz. ¿Y Costa Rica? Li se siente traicionado.

7. Concacaf lo sabe ahora, según lo expuesto a este reportero. Es evidente que después de 21 años de gobernar de manera asfixiante, terrorista casi a toda la zona, el control en áreas importantes aún lo mantiene oscura y ocultamente Warner, y tan fue evidente ese manoseo que logró que su heredero fuera su también albacea: Jeffrey Webb, del que incluso se dice fue ayudado financieramente por el mismo trinitario para financiar su fianza, pues sus cuentas estaban intervenidas por el FBI.

8. En un fenómeno de cohecho, sabotaje y conspiración, que en México se conoce muy bien porque el país ha sufrido históricamente a una escala aún mayor bajo el control del PRI, con prácticas similares cuando ha sido relevado en el poder, la versión en la Concacaf es que los exdirigentes, hoy presos, prófugos o bajo fianza aún mantienen saludables los tentáculos que durante 21 años consolidaron. Y los usan.

9. "¿Crees que sería tonto alguien en la Concacaf de ordenar una operación tan descarada? Los millones de dólares que pueda dejar un juego México y EEUU en el repechaje para la Confederaciones es nada comparado con lo que pierde de credibilidad. Han intentado hasta boicotear patrocinadores. Recuerda que ellos iniciaron la Copa Oro, entonces creen que es de su propiedad", dijo el mismo confidente.

10. ¿Qué el árbitro que guillotina a Panamá, Mark Geiger, es estadounidense? Esa es, precisamente, la cereza del pastel.

11. De ser creíble. De ser real, de ser producto de indagaciones con sus afiliados, esta versión de la Concacaf, lo cierto es que es un golpe oportunísimo lo ocurrido en Cuartos de Final y Semifinales en los juegos de México. Porque Gulati, Montagliani y Compeán prometieron transparencia, pureza, orden, honestidad, juego limpio, en su proclama pública a través de un comunicado. Hoy son los tontos de la película. O los villanos de esta Copa Oro.

12. ¿Y habrá aún más de estas acciones de guerrilla? Este domingo se sabrá. Por lo pronto, recordemos que el árbitro Joel Aguilar Chicas, técnicamente uno de los mejores de la Concacaf, de los mejor preparados, fue el mismo que perpetró aquel vergonzoso veredicto de poner a Costa Rica a jugar la eliminatoria ante EEUU sobre una escarchada cancha de hockey.

Insisto, es lo delicioso de las teorías del complot. Mientras más demenciales, más resultan verídicas. Y mientras más fantasiosas que reales parecen, más morbosamente divertidas son.

¿Pretende en verdad la vieja Concacaf servirse un plato frío de venganza con la nueva Concacaf? ¿O la nueva Concacaf pretende culpar a la vieja Concacaf? ¿O, al final, son tan parecidas launa y la otra?