Recientemente hemos hablado poco de los Cardenales de San Luis y su pitcheo en el Podcast. Tal parece que resulta obvio pensar en ellos como opción fuerte.
El conjunto de San Luis lidera las ligas mayores en victorias y su cuerpo de lanzadores no sólo encabeza la MLB en ERA con 2.63 sino que además, ha sido el mejor en este rubro en cada uno de los cuatro meses que lleva la campaña.
Existen varias características que nos reflejan el enorme dominio, por ejemplo:
• Todos los pitchers del equipo que al menos tienen 20 aperturas, acumulan ocho victorias como mínimo.
• Considerando la era divisional, poseen la tercera efectividad más baja tras 108 juegos. Únicamente son superados por los Orioles de Baltimore de 1972 (2.47) y los Astros de Houston de 1981 (2.62). Esos Orioles tenían a Jim Palmer, miembro del Salón de la Fama de Cooperstown.
• Sólo uno de los 22 lanzadores que ha utilizado Mike Matheny en la presente temporada registra efectividad superior a 4.00 (Tyler Lyons). Lyons realizó seis aperturas hasta el momento.
• En bullpen tiene el cuarto mejor porcentaje de efectividad en oportunidades de juego salvado dentro de MLB con 79.6, empatado con los Rays. Sólo los Orioles (81.8), Mellizos (81.5) y Yankees (80.9) acumulan mejor registro.
• Los cuatro abridores con al menos 20 aperturas, poseen efectividad por debajo de 3.00: Carlos Martínez (2.57), John Lackey (2.85), Lance Lynn (2.89) y Michael Wacha (2.92).
LA FECHA LÍMITE DE CAMBIOS
Antes de que los waivers llegaran como condicionante para realizar cambios en la temporada 2015, los Cardenales reforzaron el puesto que quizá generaba mayor número de dudas, especialmente por la lesión de Jordan Walden: el relevo intermedio.
San Luis incorporó dos lanzadores con experiencia cerrando duelos dentro de ligas mayores: Steve Cishek y Jonathan Broxton.
Entre ambos serpentineros se pueden contar 9 2/3 EL de labor, con cinco impables permitidos y una carrera.
La pérdida de Adam Wainwright el 25 de abril ha parecido poca cosa para San Luis, un equipo siempre listo para la adversidad y en definitiva, la opción más confiable al pensar en pitcheo para los juegos de fantasía.