LOS ÁNGELES -- Marco Fabián se lamenta por Ángel Reyna. "Decepciona porque creo que podía dar más".
Y seguro Chivas se lamenta por Marco Fabián de la Mora. Seguro, institución y afición al Rebaño dirían lo mismo: "Decepciona porque creo que podía (y debería) dar (muchísimo) más".
En México sobran refranes para refrenar el espíritu aventurero, revanchista, advenedizo y oportunista de Marco Fabián.
- "El conejo le dijo al burro orejón".
"El burro hablando de orejas".
"Y al que escupe para arriba...".
"La zorra no se ve su cola".
"El león piensa que todos son de su condición".
"El degollado se ríe del muerto".
"El comal le dijo a la olla... ¡qué tiznada estás!".
"Límpiate la boca, porque te mordiste la lengua".
"¿Qué sabe el chancho de flores si nunca fue mariposa?".
Y de ahí hasta el bíblico "mira la paja en el ojo ajeno, pero no ve la viga en el propio".
¿Puede Marco Fabián evangelizar ejemplarmente y dar consejos a Ángel Reyna?
¿En su regreso a Chivas le ha entregado al Rebaño jornadas excepcionales, a excepción de esa vendetta personal contra Tomás Boy con tres goles en el 4-1 al Atlas en la Liguilla pasada?
Lo de Ángel Reyna es lamentable. Pero no puede lamentarse de ello, alguien cuyo rendimiento es igual de lamentable respecto a las expectativas y expectación generadas.
Recuerdo que antes de arrancar el torneo, Jorge Vergara dijo a Raza Deportiva de ESPNDeportes que "he hablado personalmente con Ángel Reyna y Marco Fabián y se han comprometido a tener la mejor temporada de toda su carrera, tenso su palabra".
Evidentemente ambos mintieron a Jorge Vergara. Y le siguen mintiendo a su afición. Y siguen mintiendo cada vez que miran su depósito bancario proporcionalmente inverso a lo que ofrecen a cambio en la cancha.
Pero quien más miente es Marco Fabián. Más incluso que Ángel Reyna.
Reyna ofreció su mejor año defendiendo a su cuna, a las Águilas del América. 13 goles bajo el mando de Carlos Reinoso y se convirtió en el jugador mexicano más destacado de ese torneo.
Después naufragó, e incluso salió del mismo América tras confrontar a Aquivaldo Mosquera, al que llamó "capitán de agua de una defensa de plástico".
Y con la misma desfachatez pasó por Monterrey, Veracruz, Pachuca y ahora en Chivas vive el momento más deplorable de su carrera al ser enviado a la Tercera División como castigo.
¡Por qué miente más Marco Fabián? Porque ha jurado y perjurado amor eterno a Chivas. Ha dedicado cartas a su afición. Ha asegurado que "la gente cambia". Ha pedido el aval de sus compañeros para mandar mensajes.
Por eso insisto: Reyna le ha mentido a la institución y a su dignidad como profesional. Marquito, como lo bautizó José Luis Real, le ha mentido a sus compañeros, a su afición, a sus entrenadores, a sus directivos, a sus familiares y a la institución. Y por supuesto, a sí mismo.
Lo único que ha respetado Marquito es cuando ha dicho que quiere irse del Rebaño hasta que lo haga campeón. Tantos años y contando...
Lo curioso es que en la alocución o en la locuacidad de Marco Fabián, lo echa incluso del equipo. Por sus palabras, seguramente De la Mora ya sabe que Reyna será dado de baja, más allá de que cambie en su comportamiento, porque dice: "ya está la decisión y quizá lo pueda hacer (triunfar) en algún otro equipo".
Las palabras exactas de la eterna promesa del futbol mexicano, que queda claro jamás llegará a Europa, son las siguientes: "Decepciona porque creo que podía dar más, podía hacer historia en este equipo, tiene muchos fundamentos para ayudar al equipo, pero es pasado, tomaron otra decisión y ahora no hay más palabras para eso, ya está la decisión y quizá lo pueda hacer en algún otro equipo".
Recordemos incluso que Jorge Vergara ha dedicado tiempo extra a Marquito. Lo ha sentado a la mesa en largas sesiones con personajes del deporte y empresariales para tratar de que el jugador se decida a ser lo que potencialmente puede ser. Entre esas sesiones, Vergara y su futbolista comieron con nuestro compañero José Ramón Fernández, quien, por lo visto, perdió su tiempo.
En charla con Raza Deportiva, hace unos meses, le preguntábamos que dimensionara en su vida el impacto de un gol, una noche de copas y de una compañía femenina de ocasión o bajo alquiler.
Eligió el gol, eligió la cancha y eligió el futbol. Sí, como a Vergara, seguramente, esa vez, también nos mintió.
¿Servirá de ejemplo para Marco Fabián de la Mora lo que vive Ángel Reyna? La mejor oportunidad está ahí, enfrente, inmediata la oportunidad: el León.
¿De qué estás hecho Marco Fabián? ¿De la misma sustancia que Ángel Reyna?