LOS ÁNGELES -- Trinidad y Tobago ha marcado a México en dos meses casi la misma cantidad de goles que en la suma de todos sus anteriores enfrentamientos oficiales.
Pero no sólo eso debe preocupar a 'Tuca' Ferretti, un obseso del futbol defensivo. Debe preocuparle más que Argentina le hizo 7-0 a Bolivia este mismo viernes.
"No tengo estilo, soy equilibrado", dijo Ferretti en su presentación. No mintió: 3-3, equilibrada la balanza. Desequilibrado el rendimiento.
Con los argumentos válidos para abogar por él, el juego molero en el debut molero de un estilo molero no debe implicar censuras extremas contra el trabajo de Ferretti, acaso, más bien, confirmar el progreso del proceso trinitario, que curiosamente es el equipo del tipo que la FIFA y el FBI consideran el más corrompido y corrupto de Concacaf: Jack Warner.
Un 7-7 como saldo de dos juegos consecutivos, recrea, puntualmente, el atrevimiento de los caribeños, aunque sin olvidar que ya el 14 de diciembre de 1973, en el Premundial en Haití, humilló con un implacable 4-0 a México, que de hecho le costó la eliminación para el Mundial de Alemania.
México no apareció en el primer tiempo. Le robaron la pelota y lo borraron de la cancha. Los trinitarios siguen un proceso de trabajo y una línea de juego, que al final le permitió imponer condiciones.
Al final, un desvío de Cyrus a remate de Raúl Jiménez pondría el 2-2 con ese autogol, y un portentoso disparo de Héctor Herrera le sacaría del fuego el plato molero al 'Tuca' al conseguir el 3-3.
Poco para profundizar en juego de conjunto. Carlos Vela aislado e intermitente. Martin, nervioso y víctima de un golpe severo.
En tanto, lo mejor en la cancha era el esfuerzo intencionado de Javier Aquino y el doble esfuerzo de Jesús Dueñas y Carlos Esquivel, mientras en el fondo Oswaldo Alanís sigue siendo de talla chica para la camiseta del Tri.
Los cambios reanimaron a México, especialmente el de Héctor Herrera porque asumió el control del equipo y demostró que cuando está en perfecta forma y ritmo es el mejor jugador del Tri, y que su pasaje lamentable en la Copa Oro era reflejo de su mala forma pasajera.
Ahora, con algunos jugadores de recambio, el Tri se medirá el martes en Arlington a la selección de Argentina que se dio un banquete con los desahuciados bolivianos por 7-0.
Y con un refrán muy mexicano, el 'Tuca' deberá encarar ese encuentro: "A darle que es mole de olla".