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No es culpa de Boras el lío con Harvey

Nos han pedido mucho en las redes sociales que escribamos nuestro parecer, desde el punto de vista legal, sobre la controversia del lanzador Matt Harvey y los Mets de Nueva York por su posible límite de entradas en la presente temporada.

Antes de escribir cualquier otra cosa, debo comenzar por recordar que he criticado a Scott Boras hasta el cansancio por distintas estrategias y acciones en el pasado. El agente tiene tanto poder que hasta la misma MLBPA ha sucumbido a sus requerimientos y bajado la cabeza ante su presencia. Pero en esta controversia solo veo a un Boras haciendo su trabajo al tratar de proteger a su cliente y ese es el punto de este blog.

Vamos a los hechos, los cuales parecen claros. Un grupo de médicos, encabezado por la eminencia en el tema Dr. James Andrews, recomendó a Matt Harvey que no excediera las 180 entradas esta temporada ya que podría poner en riesgo el proceso de recuperación luego de la operación Tommy John realizada en el 2014. Dicha recomendación fue compartida con los Mets y su gerente general Sandy Alderson en el campo de entrenamiento, algo que él mismo admitió.

Ahora que nos acercamos a ese tope de 180 entradas, y con la posibilidad de que el equipo esté participando en la postemporada, Scott Boras sacó el tema a la prensa ejerciendo presión sobre la gerencia de los Mets al exigirles una posición clara al respeto. Algo sorprendido por el asunto, Sandy Alderson respondió a Boras pero sin tener la solución en sus manos. Boras continuó su ataque hasta que el mismo Matt Harvey, en una nota publicada en el Players Tribune, aclaró a medias que si está dispuesto a lanzar en postemporada bajo ciertas circunstancias no mencionadas.

Pero vamos a contestar las preguntas más frecuentes sobre el tema que han circulado por distintos medios:

1) Boras no ha debido meterse en esto: Boras tiene todo el derecho de inmiscuirse en la controversia ya que Matt Harvey es su cliente. No es la primera vez que un agente hace ese tipo de reclamos y no será la última, solo que muchas veces no salen a la luz pública. De hecho, si Boras no reacciona no estaría haciendo su trabajo y eso si sería grave.

2) Se ha debido manejar el asunto de bajo perfil: eso es cierto pero muchas veces las cosas no se solucionan actuando de bajo perfil. Es evidente que Alderson tenía una interpretación distinta del límite de los 180 innings que Boras y el mismo Harvey. Para el gerente de los Mets, esas 180 entradas eran solo una referencia dándole un peso adicional e importante a la cantidad de lanzamientos por salida y los días de descanso extras. Para Boras y Harvey los 180 innings eran un tope y ya, independientemente de todo el resto de los factores. En esas circunstancias y al no poder resolver el asunto de otra manera, por la disparidad de criterios, la opción de ir a la prensa siempre está disponible y generalmente resulta mucho más efectiva.

3) Harvey es quien ha debido liderar todo el proceso: también es cierto pero uno entiende que no quería hacerlo, de hecho cuando le dieron la oportunidad de aclarar su situación prefirió callar para luego publicar esa nota que al final igual dejó muchas dudas. La relación entre los medios de comunicación y los peloteros es constante y agobiante, el jugador ha podido usar esa vía desde el principio, ya con el tema expuesto, para defenderse y no lo hizo. Tampoco hay que culparlo por eso, Harvey tiene una preocupación legitima sobre la salud de su brazo y sigue instrucciones de un grupo de médicos que deben saber más del tema que todos nosotros.

4) Este es un signo más del nuevo mundo de los agentes dándole instrucciones a los equipos: En temas médicos ya tenemos muchos años en ese mundo. El caso Harvey realmente es uno de muchos. Agentes y equipos se ven las caras frecuentemente en casos de peloteros lesionados que les recomiendan seguir jugando a pesar de la lesión, opciones de tratamiento y tiempo de recuperación, a veces llegando hasta la vía de resolución de conflictos establecida en el Convenio Laboral en caso de no ponerse de acuerdo. Boras no es el único agente que hace eso pero es el de mayor perfil. Así como ese mundo ya existe también es poco probable que cambie en el futuro, los agentes tienen mucho poder en la relación jugador-equipo y no lo cederán por nada.

5) Harvey terminó afectando su propia imagen: la respuesta es si y esto es algo que justifica aun más las acciones de Boras. Para el agente era preferible asumir el rol del malo de la película, el gran culpable de todo, el que está destruyendo el mundo del beisbol y único responsable de todos los actos de Matt Harvey. De esa manera su cliente no estaría expuesto a los medios de Nueva York. No podemos dudar que Boras hizo todo lo que tenía a su alcance para lograr ese objetivo pero no funcionó ya que el mismo Harvey no jugó su rol de manera convincente. Ahora bien, Harvey y Boras están trabajando juntos en todo esto ya que si el lanzador estuviera en desacuerdo con lo sucedido ha podido despedir al agente y contratar a otro. Eso no sucedió.

¿Qué pasará ahora? La nota de Matt Harvey en el Players Tribune solo confirma su preocupación por la salud de su brazo y repite las recomendaciones médicas pero, en un intento de rescatar su imagen en el clubhouse y ante los fanáticos, promete lanzar en la postemporada.

Ni el mismo Sandy Alderson sabe en que consiste esa promesa pero se manejan distintas opciones.

Boras quisiera que lo siguieran culpando a él pero temo que el nombre de Matt Harvey terminará afectado negativamente independientemente de lo que pueda hacer en el resto del 2015. Todo por pensar en su futuro.