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Chivas, manual de autodestrucción

ESPN

No puedo ocultar mi tristeza por la nueva crisis que atraviesa el equipo más popular de México. Chivas vuelve a dar la nota por sus miserias, por la pobreza de su oferta futbolística y de su manejo gerencial. Está escribiendo un auténtico manual de autodestrucción, su capítulo más reciente ha sido el despido de José Manuel y Néstor de la Torre.

Temeraria decisión la de Jorge Vergara de prescindir de las dos cabezas que llevaron a Chivas hasta la final de Copa y al quinto lugar general el torneo pasado. Pensé que al fin, con el agua hasta el cuello por el problema de descenso, había quedado aprendida la lección de aferrarse a procesos, de confiar en tu operador deportivo. Difícilmente encontrará otro como Néstor.

Por ese cargo han desfilado: Ivar Sisniega, Juan José Frangie, Pedro Sáez, Rafael Lebrija, Rafael Ortega, Johan Cruyff y su banda, Dennis Te Kloese, Marcelo Michel Leaño, Juan Manuel Herrero, Francisco Palencia, Rafael Puente del Río, por mencionar algunos. Ya ni hablar de entrenadores, la lista es más larga aún.

Los proyectos deportivos en Chivas son desechables, tienen fecha de caducidad al cabo de un año o menos. Todo está en función al resultado inmediato o a esa nueva persona a la que ahora le deposita toda su confianza el señor Vergara, y que lo hace activar la guillotina. Por eso Chivas está peleando por no descender y no por trascender.

Yo sé que duele la comparación con América por ser el archirrival. Sé también que América está plagado de naturalizados y extranjeros, y que Chivas se aferra a su tradición 100% mexicana. Sin embargo, el comparativo va a nivel gestión deportiva.

¿Qué hizo América cuando terminó con Michel Bauer? Le dio el control a Ricardo Peláez y a Pepe Romano, uno en lo deportivo otro en lo administrativo. La mancuerna ha entregado: dos Ligas, una Liga de Campeones de Concacaf, 1 subtítulo y 2 semifinales en tres años y medio. América es 1º en la tabla de cocientes, Chivas es 17º. América ha acertado en quienes planean desde la oficina, Chivas vuelve a estar acéfalo.

No le busquemos más. Si arriba hay desorden, no esperen un equipo arrollador en el terreno de juego.