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Los Reales de Kansas City a dar el paso que les faltó en 2014

La clasificación de los Reales de Kansas City al Clásico de Otoño el año pasado fue una historia fantástica, disfrutada al máximo por una sufrida afición que esperó 29 años para ver a su equipo finalmente jugando béisbol en octubre.

Ningún equipo tuvo una mejor postemporada sin ganar un anillo de campeonato que los Reales, y es por eso que su pase a esta Serie Mundial 2015 tiene un gran sabor a cuenta pendiente.

Desde un ingenioso torpedero que ha hecho su trabajo sin fanfarria, un cátcher golpeado de pies a cabeza, un veterano jardinero que jamás había visto un octubre y un inédito conjunto de talentosas figuras, correcaminos, toleteros y enigmáticos lanzadores, no cabe duda que lo logrado por este elenco de personajes fue sinigual.

Los Reales dejaron al mundo del béisbol con las ganas al caer ante los Gigantes de San Francisco en el séptimo partido de la Serie Mundial el año pasado, pero en conjunto se trazaron de nuevo la meta de regresar al escenario donde terminó todo, el Kauffman Stadium.

Sigilosamente, los Reales arrollaron la División Central para finalizar el año con 95 victorias, la mayor cantidad en la Liga Americana, siendo el primer equipo del circuito joven en ponchar su boleto a la postemporada 2015.

Lo lograron después de un pésimo mes de septiembre, donde registraron marca de 11 victorias y 17 derrotas, el primer equipo desde 2010 en terminar con una marca de menos de .500 en septiembre y clasificar a la Serie Mundial.

Así rompieron también con la norma no escrita de que jugar bien en el último mes de la temporada regular te lleva a tener un mejor desempeño en los playoffs, siguiendo a la perfección la especialidad de Kansas City, ir en contra de lo convencional.

Como dijo el MVP Alcides Escobar desde el principio de los playoffs: ir en contra de todos los pronósticos es su especialidad.

En ruta a su segunda participación en la Serie Mundial, los Reales dejaron atrás al equipo más caliente en Grandes Ligas, los Astros de Houston y a los favoritos de muchos para coronarse campeones por su indomable ofensiva, los Azulejos de Toronto.

Y Kansas City obtuvo la carrera de la victoria de la manera más adecuada, anotando desde primera base en la octava entrada después de una base por bola precedida por un retraso de 45 minutos por lluvia. Una jugada que define el estilo de béisbol que juegan los Reales: implacable y poco convencional.

Es así como esta Serie Mundial será la primera vez en la historia que verá frente a frente a dos franquicias establecidas después de la era de expansión de las Grandes Ligas (de 1961 en adelante), con los Mets de Nueva York siendo fundados en 1962 y los Reales en 1969.

También tendrá el atractivo adicional de que pondrá fin a una extensa sequía de campeonato de casi tres décadas ya sea en Kansas City o en Queens, con los Reales habiendo ganado su primer y único anillo en 1985, y los Mets un año más tarde, en 1986.

Los equipos se han enfrentado nueve veces desde la instauración de los partidos interliga en 1997, con los Reales teniendo una ligera ventaja de 5-4 en la serie. Los Mets no han visitado Kauffman Stadium desde 2004.

Los Mets están edificados en torno a su pitcheo abridor y los Reales definidos por ser el mejor equipo de contacto con la pelota, además de contar con un espectacular relevo. La búsqueda de un nuevo campeón arrancará el 27 de octubre, coincidentemente el aniversario de los anillos de ambos equipos.

La Serie Mundial promete ser el duelo perfecto, donde la fortaleza de un equipo pondrá a prueba la debilidad de otro, y no cabe duda que no hay nadie como estos Reales para poner a prueba de qué están hechos los Mets.