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Osorio y su lista de naturalizados al Tri

LOS ÁNGELES -- El mejor tendedero para asolear rumores sobre la selección mexicana, está en el traspatio de los medios informativos en Colombia.

Más allá de la preocupación por si el Real Madrid se digna prestar a James Rodríguez para la eliminatoria sudamericana, en Colombia viven pendientes de la peregrinación de Juan Carlos Osorio con el báculo de la Selección Mexicana.

Un pastor, Osorio, al que la grey colombiana no le ha entregado su rebaño amarillo para aspirar a los grandes pastizales.

Que si Osorio no llega a la selección cafetera, es por conflictos de regionalismos, explican algunos. Esa animadversión profunda entre paisas, costeños, cachacos y vallunos, implica inquina y discordia.

Como sea, este técnico puede, debe, quiere, ir a un Mundial y la Selección Mexicana se convierte primero en un medio y después en un fin para Osorio, y eso despierta interés entre los medios colombianos.

Osorio dio una entrevista a RCN el viernes pasado. Interesante lo que dijo al aire, nada nuevo, respecto a lo dicho ya en México, porque ya había advertido, al tomar posesión, que no descartaba a naturalizados.

Pero, lo que presuntamente, lo que supuestamente Osorio habría comentado en las pausas, en el antes y el después de la entrevista, en la confidencia, en la intimidad, cobró notoriedad.

Osorio citó tres nombres: Avilés Hurtado (Chiapas), Leiton Jiménez (Xolos) y Guisao (ex Toluca), incluso preguntando si éste último ya estaría naturalizado mexicano, y quien es un jugador con el que el técnico del Tri siempre ha mostrado debilidad.

Osorio debe saber que Guisao no está naturalizado aún, pero que no se preocupe, en la corrupción mexicana, por la calle Donceles, en la ciudad de México, por 1,500 pesos (menos de 100 dólares) un coyote se encarga de resolver ese problema, y por sólo 300 pesos (menos de 20 dólares), cualquiera puede comprar un acta de nacimiento en blanco pero con todos los sellos oficiales, para que Usted convierta en paisano a cualquier indonesio, rumano, o marciano, según Usted lo necesite.

Recordemos que en la FMF son torpes para esos trámites de manejar el tema de los cachirules, por falsificación y adulteración de actas de nacimiento. Por esa torpeza directiva, México fue suspendido por la FIFA dos años y se perdió el Mundial de Italia en 1990.

Ojo, los directivos de hoy, encabezados por Decio de María, no son más limpios ni más astutos que aquellos, encabezados por Rafael del Castillo, pero seguro son igual de malos para hacer trampa, pero no por falta de capacidad, sino por falta de cacumen.

Pero, ojo, Osorio, ahí, en las calles del centro de la Ciudad de México, hay artistas, a quienes usted les entrega una caja de cereal y ellos le devuelven un Picasso; o les entrega el pasaporte de Decio de María y le devuelven uno de Ricky Martin.

Tras este prolegómeno, que ha resultado más largo que el antes de una operación de anginas, vayamos a la extirpación directa.

Osorio ha reiterado que no desdeña naturalizados en el Tri. Por el contrario, con la lista en la mano de quienes tienen doble nacionalidad, el entrenador tiene en claro que convocará lo que sea necesario para consumar dos metas: llevar al Tri al Mundial y por supuesto poder subirse de polizonte en ese mismo barco, que de manera zozobrante, trespeleque, ha conseguido atracar primero, para naufragar después, en los dos últimos mundiales: Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.

¿Cuántos naturalizados debe, puede y quiere llevar Osorio al Tri? De poder, puede convocar los que se le pegue la gana, que para eso hay más de 50 opciones en el futbol mexicano.

De querer, tal vez Osorio quiera convocar sólo a paisanos suyos, a quienes puede arrumarse con el discurso exacto para despertar su interés. Porque al final, esos jugadores y él, saben que si no es con México, no irán al Mundial de Rusia.

De deber, no debería convocar a ningún naturalizado, ni en el caso de Benedetto, a pesar de que una facción americanista pide la convocatoria del argentino.

Ojo, en lo personal, insisto en que el Tri no debe recurrir a naturalizados, por dos motivos fundamentales.

  • 1.- Ningún mexicano por adopción de los que han sido convocados a una selección mexicana ha marcado de manera dramática su aporte.

    Ninguno. Ni el talentoso de Sinha, y ni el infatigable de Gabriel Caballero, cuyo principal mérito, fue ser compadre de Javier Aguirre. ¿El Guille Franco? Todos, estos y otros, arrugaron.

  • 2.- El principal, el más importante: si México no es capaz de llegar a un quinto partido con lo que produce, con la carne de su carne y la sangre de su sangre, que siga ahí, naufragando en la legitimidad de su mediocridad.

El salto de calidad no lo dará clonándose, ni con injertos foráneos, sino rescatando sus propias raíces y su propia cosecha.

Que sea un orgullo espiritual y no un acto desesperado de disfrazarse de lo que no es. Ninguna máscara cambiara su rostro real. Árbol que crece torcido...

Llegar al quinto partido con naturalizados, equivaldría a ganar un concurso de belleza no con prótesis, sino con vulgares y olorosos rellenos de algodón en las partes estratégicas. A la hora buena, la mona que se ha vestido de seda, mona se queda.

En uno de sus pocos momentos de lucidez, Decio de María le advirtió al Piojo Herrera que no irían al Mundial con naturalizados.

A pesar de ser un vendepatrias futbolístico, queda claro que Decio conserva vestigios sanos de nacionalismo.

Esto, incluso, a pesar de que él es el responsable de la proliferación desmedida en la Liga MX y en la Liga de Ascenso de extranjeros de medio pelo, naturalizados que son futbolistas medio pelo, y todo por la podredumbre de empresa en que ha convertido al futbol mexicano.

¿Cuántos llamarás Profe Osorio? ¿Los que quieres? ¿Los que puedes? ¿Los que debes?