Los tres finalistas para el premio de JMV en la Liga Nacional fueron revelados el martes en la tarde, y aunque los asuntos específicos de la votación no se darán a conocer hasta la semana que viene, lo que fue anunciado es una muestra de una vuelta de hoja - quizás permanente - en cómo los escritores evalúan este premio anual.
Los tres grandes para el premio de JMV:
Bryce Harper, jardinero de los Nacionales de Washington, quienes fueron eliminados de la contienda por la postemporada el 26 de septiembre.
Paul Goldschmidt, el primera base de los Diamondbacks de Arizona, un equipo eliminado de los playoffs el 20 de septiembre.
Joey Votto, el primera base de los Rojos de Cincinnati, quienes fueron eliminados de la contienda por la División Central de la LN el 2 de septiembre y que se quedaron sin boleto a la postemporada el 17 de septiembre.
Así que es aparente que los escritores ignoraron en gran medida las tablas de posiciones y el éxito de los equipos al momento de llenar sus boletas de votación. En cambio, parece que se enfocaron en las estadísticas analíticas, porque los tres finalistas llegaron primero, segundo y tercero en WAR en la Liga Nacional, de acuerdo con FanGraphs:
1. Harper 9.5
2. Goldschmidt 7.4
3. Votto 7.4
4. A.J. Pollock 6.6
5. Kris Bryant 6.5
El WAR no es una estadística perfecta; no existe una estadística perfecta. Pero seleccionar el mejor jugador en cada liga como el JMV es mejor que la subjetividad con poca lógica ocurrida con frecuencia en muchas de las pasadas votaciones, como por ejemplo la del 1934. Ese año, Mickey Cochrane ganó el JMV de la LA luego de conectar dos jonrones, batear .320 y anotar 74 carreras gracias a que sus Tigres de Detroit ganaran la Liga Americana. Lou Gehrig se llevó la Triple Corona con 49 jonrones, 166 RBI y promedió .363 y terminó quinto en la votación, porque los Yankees terminaron la temporada en segundo lugar.
Si los escritores de béisbol hubiesen seguido ese tipo de precedente, entonces Andrew McCutchen de los Piratas, luego de la gran temporada de Pittsburgh este año, o Anthony Rizzo, quien tuvo una gran temporada para los Cachorros de Chicago, habrían estado entre los primeros tres.
Pero Harper fue el jugador más dominante en la Liga Nacional este año, y no hubo nadie que se le acercara, y como se escribió en este mismo espacio en septiembre, seleccionar a un jugador de un equipo de playoffs como JMV y entonces colocar a Harper segundo o tercero en la bola habría sido una excusa total. Uno cree que los candidatos al JMV deben venir de equipos con boleto a la postemporada o no lo crees, pero no hay términos medios.
Si un escritor cree que las credenciales de JMV de Harper deben ser vistas a través del prisma de los fallos del bullpen de Washington, o los bajos rendimientos de las otras estrellas de los Nacionales, entonces el colocar a Harper en algún puesto entre los primeros 10 jugadores sería algo increíblemente inconsistente. Ya veremos los detalles en la votación la semana que viene.
Pero de lo que vimos en la parte superior de la votación, ya sabemos que el cuerpo de escritores que emitieron sus votos por el premio de JMV de la Liga Nacional siguieron la tendencia de las oficinas centrales de evaluar jugadores y escoger números por encima de la narrativa, y con el tiempo, probablemente miremos hacia atrás y veamos esta votación como una encrucijada en esta conversación.