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Veracruz y árbitro perdonan a dócil Puma

Imago 7

LOS ÁNGELES -- El Tiburón perdonó a Pumas. El árbitro perdonó a Pumas. Aunque Pumas condenó a Pumas. Y la maldición acecha al líder general.

1-0 enarbola Veracruz. Y se ampara en antecedentes inmediatos: Santos y León se coronaron campeones tras clasificar octavos y con la bendición del chiripazo, de una carambola accidental. Dos de los últimos cuatro campeones en México llegaron de leprosos a la Liguilla.

Veracruz fue mejor este jueves por la noche, pero en el marcador sólo consiguió un voto. En ese dominio, al final del juego, los Pumas perpetran un claro penalti sobre Villalva, la pesadilla de los felinos.

Sin embargo, el árbitro, Fernando, es un Guerrero en la lucha para evitar caer en las garras de la decencia y la honestidad como juez. Y saca de las quijadas del Tiburón el corazón ya marchito de los universitarios. Descaro absoluto.

Ya antes, una clara falta sobre Leobardo López la pita al revés por considerar que atropella a Britos. Guerrero tiene alma pusilánime como árbitro de Liguilla.

Pero el 1-0 huérfano también es culpa de Veracruz. Precipitado, ansioso, desesperado por consumar un marcador abultado, terminó errando disparos, desperdiciando pases en el área y hasta forzando la anulación de dos goles por fuera de lugar.

El Tiburón pudo conseguir hasta surcar aguas tranquilas el domingo en CU, pero los nervios le impidieron engordar el marcador.

Pumas careció de atrevimiento primero. Se plantó a jugar como víctima y cuando reaccionó, con la entrada de Ludueña, los ajustes del Veracruz terminaron por dejar en acercamientos timoratos sus intentos al ataque.

La historia sigue inconclusa, con el punto final aún lejano. Pero las condiciones dejan bajo alerta a los Pumas.

Veracruz tiene jugadores habilidosos y veloces, de esos que se regodean festivos jugando al contragolpe. Y Carlos Reinoso sabe que será un escenario inevitable el domingo para tratar de eliminar al líder general.

Pumas, en cambio, sale con una lanza en el pecho y otra en la espalda. Tendrá que salir urgido de marcar, pero también cauteloso para impedir que la emboscada obvia de los jarochos no coseche un gol de visitante.

Más allá de la intensidad jacarandosa en el futbol de Veracruz y de la resistencia asustadiza de Pumas, especialmente en el primer tiempo, el encuentro tuvo facetas interesantes en los esfuerzos de ambos entrenadores por sacar mejores ventajas en los cambios.

Memo Vázquez pareció ganar la partida en el arranque del segundo tiempo, pero el dominio territorial era ya parte de la trampa riesgosa del contragolpe que le tendió el Tiburón Rojo.

Para el juego de vuelta, los antecedentes ofrecen un horizonte que no necesariamente se confirma en Liguilla. Pumas fue el mejor equipo de local. Consiguió 21 de 24 puntos posibles, pero además, sólo aceptó cuatro goles, marcando 19.

Mientras tanto, Veracruz fue un huésped, si no dócil, de bajo riesgo, con sólo 11 puntos de 24 posibles, pero vapuleado con 13 goles en contra por sólo nueve a favor.

Cierto que en las condiciones de vida o muerte del juego de vuelta, el escenario es muy diferente al de la fase regular.

Y como citó Carlos Reinoso después del partido de este jueves por la noche: queda abierta la incertidumbre sobre el arbitraje, porque si en su propia cancha los mancilló, ¿qué deben esperar en CU?

Y claro, la UNAM sabe que no puede ser una versión tristemente domesticada y dócil de lo que en el torneo mostraron para terminar merecidamente como líderes, pero...