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Diego Albanese y el legado de McCaw

McCaw, en su primera vez ante Los Pumas, en River en 2001 Getty Images

BUENOS AIRES-- ¡Qué decir de Richie McCaw! Habrá que acostumbrarse a ver a los hombres de negro sin él...raro. Horas después de que la leyenda de Jonah Lomu nos dejaba una huella y un dolor enorme tras su inesperado deceso, el gran 7 confirmaba su despedida del rugby.

Pasaron tantos años desde su debut. La única vez que me tocó enfrentarlo fue cuando recién daba sus primeros pasos, allá en el 2001, en la cancha de River, el día que estuvimos al borde de un triunfo histórico. Richie McCaw empezaba a ganarse un lugar, pero para ser sincero, no tenía idea de quién era. Yo bastante tenía con cómo parar a Lomu esa noche.

Un verdadero coloso. Un gladiador incansable. Muchos lo criticaban, pues decían que se la pasaba haciendo penales, que le perdonaban muchas. Señores, eso es un talento más. Saber hasta dónde ir, jugar con eso, y la chapa que se había ganado, aprovecharla para estar siempre al límite.

Hace poco Murray Mexted, histórico octavo de los All BLacks en la década de los 80, decía que el mayor atributo que tiene que tener un 7 era el de la ANTICIPACIÓN. No ser el más alto, o el más fuerte, o el más veloz o el más tackleador. Sí el que llegue primero, el que se anticipe a todos, el que esté antes sobre la pelota y Richie hizo un culto de eso como lo hace hoy Pocock y otros mas.

Sus números hablan por sí solos. El jugador con más caps: 148. de los cuales ganó 131 y en 110 fue capitán. Jugando de local para los AB estuvo en 61 partidos y sólo tuvo dos derrotas. Sí, dos. Ganó dos Mundiales, levantó la Bledisloe Cup en 10 oportunidades como capitán y así puedo seguir.

Pero no todo fue color de rosas... todavía nos acordamos de las frustraciones en el 2003 y en especial la de 2007 siendo capitán, pero callado y con Graham Henry y Hansen, reconstruyeron la identidad NEGRA para terminar haciendo historia siendo el primer capitán en levantar dos veces la tan soñada Webb Ellis.

El día del anuncio de su retiro, Steve Hansen, lo describió como el All BLAck más grande de la historia.

Lo avalan sus números, pero también su caballerosidad. Un hombre de rugby que siempre puso a su equipo por delante de todo, de esos que dan todo, para que se luzcan los demás. Una muestra de esa generosidad y actitud fue, que sabiendo que dejaba la actividad después de la RWC, nunca salió a hablar de su situación ni de su retiro, para que nada altere la concentración sobre el objetivo de ser campeones del mundo. "Nada de hablar de individualidades, acá se habla del equipo", decía.

Un jugador que habiendo visto y disfrutado tantas veces por TV, no recuerdo ni un gesto hacia el árbitro ni una protesta, ni una piña mal intencionada..

Sin dudas deja un legado gigante para los Sam Cane, los Kaino, los Luatua y tantos otros pichones de All Blacks que querrán ser como él. Así se forma y traspasa la mística: con el ejemplo, de generación en generación. Como dicen los All Blacks, "dejar la camiseta en mejor posición que cuando me la dieron..." y él sin dudas así lo hizo.