Si los Cachorros de Chicago no consiguen romper la maldición de la cabra en los próximos tres años, entonces difícilmente lo hagan alguna vez.
Las adquisiciones de los agentes libres Jason Heyward, Ben Zobrist y John Lackey en los últimos días han redondeado un equipo que desde ya parte entre los grandes favoritos, no ya para llegar, sino para ganar la Serie Mundial.
Heyward, contratado para las próximas ocho campañas por la exagerada cifra de 184 millones de dólares, se moverá, según los planes del equipo, de su habitual jardín derecho a la pradera central y podría ser el primer hombre en una tanda que desde ya mete miedo.
Zobrist, camarero de los Kansas City Royals que ganaron la Serie Mundial, apunta a ser el segundo en la alineación, seguido por el primera base Anthony Rizzo y el Novato del Año del 2015, el antesalista Kris Bryant.
El cubano Jorge Soler, jardinero derecho que explotó a un nivel superior durante la postemporada, sería el quinto hombre, aunque el manager Joe Maddon podría usarlo también como segundo en la tanda, tal como lo utilizó en los playoffs.
La "tanda baja" la compondrían el jardinero izquierdo Kyle Schwarber, el cátcher venezolano Miguel Montero y el joven campocorto Addison Russell.
Schwarber, deficiente a la defensa, podría alternar con Montero en la receptoría, su posición natural, que necesita de más tiempo para desarrollar, en tanto Chris Coghlan ocuparía en ese caso el bosque izquierdo.
Lackey, por su parte, sería un tercer abridor de lujo, que podría ser primero en muchos otros equipos.
El derecho de 37 años, un hombre más que probado en postemporadas, viene a reforzar una rotación que encabezan Jake Arrieta, ganador del premio Cy Young, y el zurdo Jon Lester.
Además, los Cachorros cuentan con profundidad en la banca y el presidente de operaciones del equipo, Theo Epstein, podría aún intentar algunas movidas en busca de reforzar su cuerpo de relevistas mediante el canje del puertorriqueño Javier Baez, en su momento el principal prospecto de la organización y con gran potencial para crecer si recibe las oportunidades debidas.
La presencia del versátil Tommy La Stella también en el róster es un seguro de vida para Maddon, por lo que Báez se convierte en prescindible si se recibe a cambio alguien que pueda cubrir las necesidades que le queden al equipo.
Ya son 107 años de la última vez que los Cachorros ganaron una Serie Mundial y 70 desde que estuvieron en un clásico de octubre, por lo que Epstein quiere entrar a la historia como el artífice del fin de la maldición de la cabra.
Y en eso de romper hechizos, Epstein tiene experiencia sobrada, pues fue él quien, como gerente general de los Boston Red Sox, el que deshizo la Maldición del Bambino, que le impidió a ese equipo ganar una corona por 86 años.
Si lo logra o no, está por verse. Pero la fanaticada de los Cachorros, la más fiel de todo el planeta, tiene una nueva -- y quizás única como nunca antes --- oportunidad de soñar.