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Albanese y un año inolvidable que se cierra

Cubelli y un abrazo emotivo a Cordero ante Tonga ProFocus

BUENOS AIRES-- Quién iba a decir que íbamos a disfrutar, en éste 2015, de una victoria memorable en Durban frente a los Springboks y de un cuarto lugar en la RWC, tan sólo dos Mundiales después del recordado tercer puesto de Francia 2007. Cómo cambió la historia desde aquella Copa del Mundo al día de hoy, ¿no?

En aquella época se empezaba a disolver ese fenomenal equipo de Bronce, se retiraban líderes y, peor aún, nos preguntábamos qué pasaría con Los Pumas, dónde iban a competir y hacia dónde íbamos.

Hoy, ocho años después, la realidad dista muchísimo de aquella incertidumbre, con la posibilidad de, no sólo continuar en el Rugby Championship, sino también de ser parte del soñado Super Rugby, con un equipo argentino que está "empezando" y no cerrando un ciclo.

Creo que algo MUY importante de destacar es de DÓNDE se viene y tener claro que lo que se está viviendo es consecuencia de concebir las estrategias con planificación y de manera seria y responsable. Haciendo más memoria, y para explicar un poco todo esto, me remonto allá por el 2008, cuando me ofrecieron ser colaborador del M20 por dos años de Los Pumitas, y junto a Fernández Gill y Viazzo, con lo cuales estuvimos en los Mundiales de Gales y Japón.

El primero, el de 2008, era en mayo, y en marzo de ese año hicimos el famoso Posibles vs. Probables; todos contra todos; esos partidos que como jugador sabés que te tienen que salir todas. Y de allí, con un par de prácticas y partidos amistosos contra equipos provinciales, nos fuimos al Mundial a los dos meses. Todos poníamos lo mejor que podíamos, en especial los jugadores y su corazón y coraje de siempre, dejando la vida. Pero había poco tiempo, poca preparación física y técnica.

Sin embargo, por esos días y paralelamente, empezábamos a escuchar acerca de los centros de formación, de la detección temprana de talentos, de los Pladares, de los futuros Pampas, de una tal Vodacom Cup como posible competencia, y de algo llamado Rugby Championship que parecía sólo un cuento... Pero la realidad es que la Unión Argentina estaba poniendo en marcha una organización y sistema SERIOS y a LARGO PLAZO para los jugadores.

En el medio, la transición de la etapa del Tati Phelan, que mientras lidiaba con este gran recambio y alternaban buenos y malos resultados, este sistema empezaba a caminar y dar sus frutos, con buenos resultados en la Vodacom Cup de la mano de Daniel Hourcade, buenos mundiales juveniles y un juego que, año a año, mejoraba y agregaba cosas.

Fue increíble ver este año a esos chicos que pasaron casi directo de Los Pumitas al seleccionado mayor, recién pasados los 20 años y jugar al nivel que lo hicieron, estando a la altura tanto física como técnicamente. Este es un claro ejemplo de lo que se hizo en estos ocho años.

Los Landajo, Cubelli, Tuculet, Sánchez, por nombrar algunos de esos Pumitas del 2008-9, hoy ya seniors e indiscutidos, no creo hayan podido estar en condiciones de pegar semejante salto en aquel momento. Tampoco creo que ahora deba ser la regla, pero ya sea a los 20, 21 ó 22, hoy los jugadores llegan mucho mejor preparados gracias a esta estructura.

Y esta estructura, que tanto está dando sus frutos, está claramente enfocada y orientada en las DESTREZAS BÁSICAS. Practicarlas y mejorarlas.

Destrezas que son condición indispensable. Sí, INDISPENSABLES, si querés llevar a cabo el juego que pretenden y juegan Los Pumas hoy. Y son las que permiten ver tries como los que vimos en la última RWC. Como ejemplo, el try de Juan Imhoff a Georgia, donde antes de recibir un pase largo y plano de Jero De la Fuente, tres forwards se pasaron la pelota en el medio a la cancha como si fueran backs.

Otro, el try de Joaco Tuculet a Irlanda. Después del arranque de Santi Cordero por el ciego, el pasamanos simple, preciso, en velocidad y al espacio de los backs fue digno de esos tries que, en general, vemos de un equipo de camiseta negra. Destrezas, en velocidad y bajo presión. Ahí está la diferencia entre los buenos y los excelentes.

¿Otro ejemplo? Ver a un gigante como Ramiro Herrara llegar a un ruck, agacharse y dar un pase de medio scrum... ¡uauu!
Chapeau a los coaches y colaboradores por transmitir y convencer a los jugadores de una idea. Chapeau a los jugadores por escuchar, asimilar y tener la convicción de llevarla a cabo y que ellos también entiendan y asuman su responsabilidad.

La verdad, debe ser muy gratificante para los coaches ver, luego del entrenamiento, que sus jugadores se quedan practicando sus destrezas específicas. Nadie se los pide. Ellos lo hacen por iniciativa propia; saben que ahí está la clave. Cuando el jugador es líder de sí mismo... todo es mucho más fácil.

Los jugadores argentinos llevarán y deben seguir llevando siempre en su ADN la formación en sus clubes, ese espíritu que les inculcan sus entrenadores desde chiquitos. Y si a eso le suman y lo mezclan con esta estructura de crecimiento que les ofrece la UAR, de mejora continua, sólo se pueden esperar cosas buenas por llegar.

Termina este año 2015 y el futuro es prometedor y desafiante. La base de Los Pumas estará ante la gran y nueva experiencia del Super Rugby. Otro cuento de hadas hecho realidad, que habrá que afrontar con la humildad, compromiso y trabajo de siempre.
Les mando un abrazo a todos, feliz año.