MÉXICO -- Los Green Bay Packers completaron una jornada redonda para los visitantes en la Ronda de Comodines, venciendo en el FedEx Field a los Washington Redskins para avanzar a la instancia Divisional en la Conferencia Americana:
Lo que significa el triunfo para los Packers: Redención. Ningún equipo de la NFC entró con tantas dudas a la postemporada como Green Bay, luego de caer en sus últimos dos compromisos de la temporada regular ante cuadros de playoffs: Arizona Cardinals y Minnesota Vikings. El comienzo flojo de los Packers invitó a pensar que podríamos ver más de lo mismo ante unos Redskins que se pusieron arriba 11-0 sin muchas dificultades. Sin embargo, Aaron Rodgers encontró su ritmo en la segunda mitad, la línea ofensiva mejoró su desempeño, y el ataque terrestre reapareció en el mejor momento. Se trata de un equipo de Green Bay muy distinto al que vimos por largos periodos de la campaña regular.
Lo que significa la derrota para los Redskins: La campanada de media noche. Sí, Washington se coronó en la NFC Este por primera vez desde el 2012, pero eso quizás tuvo que ver más con el paupérrimo nivel de sus rivales: New York Giants, Philadelphia Eagles y Dallas Cowboys, que con un progreso mayúsculo. No vamos a negar que los Redskins son mejores este año de lo que fueron el año pasado, y no vamos a negar que Kirk Cousins se ha ganado con contundencia el puesto de mariscal de campo titular para el futuro, pero todavía hay camino por recorrer, lo que quedó de manifiesto ante un equipo de los Packers que no ha faltado a la postemporada desde el 2008.
El partido cambió cuando: Green Bay puso en marcha a su juego terrestre a finales del tercer periodo. Los Redskins acababan de anotar touchdown que les dio ventaja por la mínima, 18-17, cuando los Packers decidieron poner el juego en manos de Eddie Lacy y James Starks comenzando con una cuarta oportunidad y 1 en la que Lacy acumuló 11. Starks puntualizó el avance de 11 jugadas con touchdown de 4 yardas, y después de un tres y fuera de Washington, Green Bay hiló una serie de 10 jugadas que fue estelarizada por Starks pero puntualizada por Lacy con otro touchdown que abrió la brecha a 32-18 a favor de los visitantes. Green Bay consiguió sumar todavía un gol de campo más tarde, para poner números definitivos, pero es claro que el control de balón y reloj ejercido por el juego terrestre de los Packers le sacó el aire a los Redskins, golpe del cual ya no se pudieron levantar.
La estadística del partido: Una. Fue el número de veces en que los Redskins capturaron a Rodgers. La protección de pase fue la mayor interrogante para Green Bay de cara a la postemporada, luego de permitir cinco capturas ante los Vikings y nueve ante los Cardinals, para cerrar la campaña. Rodgers se vio presionado por momentos, pero la mejoría al frente fue notable. Ante Arizona la semana entrante, Green Bay tendrá la oportunidad de comprobar que este avance no es ningún espejismo ante un rival ante el cual fue masacrado recientemente.
El jugador del partido: Clay Matthews. Defensivamente, hizo de todo nuevamente para los Packers. El versátil apoyador se mostró muy activo atacando a Cousins, frenando la carrera y ejecutando coberturas de pase. Matthews terminó con cuatro derribos, 1.5 capturas, tres golpes sobre el mariscal de campo, y forzó un balón suelto. No se le puede pedir mucho más al líder más visible de la unidad defensiva.
Lo curioso: Parece claro que los días de Robert Griffin III están contados en Washington. En los momentos finales del cuarto periodo, cuando ya estaba todo decidido, se le vio al ex recluta N° 2 global del draft, por quienes los Redskins pagaron una fortuna en selecciones de draft, despidiéndose del personal de la banca de su equipo. La pregunta ahora parece ser si saldrá por la vía del canje, a cambio de algún pago, o será simplemente cortado en caso de no encontrar un socio idóneo para el traspaso.