Hace algunos años, hablábamos en el futbol mexicano de "La Generación Dorada". La encabezaban futbolistas como Giovani dos Santos y Carlos Vela tras el Campeonato Mundial de menores en Perú. Esa supuesta generación de futbolistas superdotados no maduró, o maduró en un sentido equivocado. Hoy, en cambio, México tiene una generación de hombres más que de nombres, de futbolistas como Miguel Layún, "Chicharito", Guillermo Ochoa, Andrés Guardado, Héctor Herrera y Héctor Moreno que piensan con la cabeza y no sólo con los pies, y que puede conducir a México hasta los niveles de competitividad futbolística que tanto anhelan los aficionados. No más la "Generación Dorada". Hoy, parece ser, la "Generación de la Inteligencia".
LOS ÁNGELES, CA -- De un lado podrían estar aquellos a los que les sobran cualidades, condiciones técnicas y físicas y que les falta madurez. Del otro, futbolistas con menos destrezas y capacidades de transformar el juego, pero con una mentalidad férrea, poderosa y una disciplina y entrega que les conduce a los resultados. Juan Carlos Osorio sabrá bien dónde y a quién elegir, sabrá distinguir entre lo que el futbol mexicano propone como un "arma" para trascender y lo que el futbol mexicano debe considerar ya un terrible desperdicio.
Algunos, en aquella brillante noche del Estadio Nacional de Lima, le llamábamos la "Generación Dorada". Los chicos que crecerían, que madurarían, se convertirían en adultos y que le ensenarían al futbol mexicano, finalmente, la "tierra prometida" de sus sueños y anhelos más sagrados.
Y los "chicos" maduraron, quizá más para mal que para bien, pero su carácter fue moldeando su carrera en las canchas y lo más importantes de todo: fuera de las canchas. Y del Giovani Dos Santos que parecía tenerlo todo --en condiciones técnicas y físicas-- quedó en un intento que comenzó en el Barcelona y que hoy, a sus 26, 27 años, esta en el Galaxy de Los Ángeles. ¿Hace falta decir algo más? Y el otro, el otro era un joven lleno también de condiciones supremas con el balón en los pies. Tenía el desequilibrio, la velocidad y la inteligencia de transformar el juego. Ese conjunto lo previno de debutar en México y pasar directamente a la cancha del Arsenal, donde el señor Wenger le dio ciertas oportunidades que él mismo se encargo de desperdiciar. Y del Arsenal, Carlos Vela viajó hasta encontrar su nivel en la Real Sociedad, un equipo de media tabla en España que la semana pasada lo acuso de un acto de indisciplina y lo multó con una fuerte suma económica.
Giovani Dos Santos y Carlos Vela han desprestigiado tanto sus carreras, que uno de los grandes debates internos del entrenador mexicano Juan Carlos Osorio podría consistir en si debe llamarlos para la fecha FIFA de la siguiente semana, que implica dos juegos ante Canadá, en camino a la clasificación mundialista de Rusia 2018. Ya Giovani recibió un primer aviso en el otoño del 2015, cuando quedó fuera del importante juego que México celebró ante Estados Unidos por la Copa de Concacaf y el boleto a la Copa de las Confederaciones. Y el tema de Vela, está en la decisión de Osorio, de llamar a un futbolista con un pasado turbulento en cuanto a convocatoria de la selección, o dejarlo como un aviso de que la indisciplina que mostró en su club no es la más propicia para continuar con su carrera como futbolista.
A la par de las situaciones de Vela y de Giovanni, aparecen otros "focos rojos" en el futbol y en el futbolista mexicano. El tema de Ángel Reyna es un ejemplo más de la traición que el futbolista mexicano suele tener para con su propia carrera. Se ha ido de Chivas por la "puerta de la vergüenza" y no sólo eso, hoy se atreve a acusar de que "otros", en este caso el entonces entrenador José Manuel 'El Chepo' de la Torre terminaron por perjudicar su carrera. Reyna fue un error de Chivas. Un error que se dio bajo las grandes necesidades del club y la gran ausencia de calidad en el mercado. Y yo no sé cómo, cuándo y por qué tiene Reyna credibilidad para emitir juicio sobre algo o alguien en el futbol mexicano. Increíble e irónico: en otro nivel, la misma historia que Giovanni o que Carlos Vela.
Sigo pensando que el señor Osorio encontrará otra base de condiciones cuando voltee hacia Europa y encontrará jugadores como Andrés Guardado, Javier "El Chicharito" Hernández, Miguel Layún, Guillermo Ochoa, Héctor Herrera y Héctor Moreno, que sin las cualidades profundas y hasta "mágicas" de Giovanni y de Vela, tienen una mentalidad y una fuerza a prueba de todo. Ellos deben ser la base de la selección mexicana. No futbolistas falsos que desperdician su carrera entre actos de indisciplina, berrinches y posturas de inmadurez.
Creo que el futbol mexicano tiene ante si una generación interesante, con futbolistas que antes de patear bien el balón, tiene bien ordenado todo acá arriba (en la cabeza) y que pueden darle, con sus bondades y limitaciones, el nivel de competitividad que necesita el futbol mexicano. No hay que equivocarnos otra vez. No es una "generación dorada", la de Layún, Ochoa, Guardado, Herrera, "Chicharito", Moreno es una generación pensante, no dorada; es una generación de músculo, de entrega, de sacrificio y de resultados con base en la inteligencia.
@Faitelson_ESPN