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La oportunidad de Sullivan se apellida Ward

Sullivan Barrera (17-0-0, 12 KOs) no se ajusta al guion de la escuela cubana de boxeo. Es una de esas excepciones que confirman la regla. Ser estilista no va con él, aunque conoce al detalle cada una de las artimañas para esquivar golpes; creció en el pugilato bajo el precepto casi inviolable de que el boxeo es el arte de pegar y no ser golpeado.

Durante su estancia aficionada derrotó a futuros campeones profesionales como el argentino Mariano Carrera, el estadounidense Chad Dawson y el kazajo Beibut Shumenov, pero Barrera, quien fuera campeón mundial juvenil en el 2000, prefirió la "candela"..., la bronca por encima del arte de danzar sobre el ring.

Seguramente esa cualidad fue la que más valoró el entrenador Abel Sánchez para abrirle las puertas de su gimnasio en Big Bear, California. Sánchez, confeso admirador del estilo agresivo de los mexicanos y quien tiene en un pedestal a Julio César Chávez, el verdadero, el legendario, ha pulido las herramientas de Barrera hasta convertirlo en un peleador temible.

Nada más verlo pelear y se derrumban las mal intencionadas generalizaciones de que los púgiles cubanos son correlones e incapaces de adaptarse al boxeo rentado.

Barrera se adaptó y el premio lo tiene al alcance de sus manos. Su nombre es Andre Ward (28-0-0, 15 KOs), un hombre que en un periodo de cinco años apenas ha peleado tres veces (una vez en 2102, otra en 2013 y la última en 2015); aun así, nuestra publicación lo coloca en la posición 6 del ranking libra por libra, mientras que la prestigiosa The Ring Magazine lo tiene en la cuarta plaza en el listado sin distinción de peso.

Guiándonos por el pasado de Ward y las palabras del excampeón mundial Bernad Hopkins, que dijo que Ward noquearía a Barrera en cinco asaltos, el cubano no tiene la más mínima opción de vencer.

A la distancia, este combate que se efectuará en el Oracle Arena de California se asemeja al que sostuvieron en 2012 Guillermo Rigondeaux y Nonito Donaire. Contados con los dedos fueron los expertos que apostaron al antillano ante quien el día anterior la Asociación de Escritores de Boxeo Profesional había erigido como Mejor Peleador del Año 2012. El desenlace casi todos lo saben, y los que no, les digo que Rigondeaux ridiculizó a Donaire, quien todavía no se recupera totalmente de ese revés.

Barrera sí tiene las herramientas para vencer a Ward, aunque reconozco que el recorrido profesional de Ward y sus incuestionables habilidades sobre el cuadrilátero son argumentos de peso; sin embargo, el cubano tiene cuatro puntos que claramente podrían inclinar la balanza a su favor:

1- Se encuentra en su peso natural. Debutó como profesional en la división crucero (hasta 200 libras) y en la medida que ha tallado su anatomía descendió a las 175 libras. Queda claro que es capaz de aguantar el poder de tipos muy grandes. En este caso no lo será. De aquí se desprende el segundo punto a su favor.

2- Ward efectuará su segundo combate como ligero pesado. Podría decirse que su pegada no debería ser un motivo de preocupación excesiva para el cubano en su plan de combate. Este aspecto se contrapone al argumento del nocaut que esgrime Hopkins.

3- Los cuatro primeros pleitos de Barrera en el profesionalismo los realizó como crucero (hasta 200 libras) y el quinto como supercompleto (sin límite de peso), en todos los casos saldó los compromisos por la vía del cloroformo. Él ha noqueado a peleadores muchísimo más grandes que Ward, una preocupación mayúscula para el estadounidense.

4- El "oxido" -como diría el colega Bernardo Pilatti- acumulado por Ward en cinco años (solo tres peleas de 2012 a la fecha) debe beneficiar también a Barrera en caso de que la pelea llegue al termino de los 12 asaltos. En igual periodo Barrera ha subido al ensogado en 9 oportunidades.

La motivación no la incluyo en el listado, pero no tengo dudas que puede ser factor. Más allá de que el ganador tendrá el camino expedito para enfrentar al rey de la división, el ruso Sergey Kovalev (29-0-1, 26 KOs), para Barrera será una oportunidad única de pelear contra un púgil que hasta hace muy poco tiempo los expertos colocaban como el segundo mejor boxeador del mundo, únicamente superado por el ya retirado Floyd Mayweather Jr.

Es público el tortuoso camino de los cubanos para acceder a este tipo de mega combates. En los últimos tiempos, a pleitos de semejante magnitud solo han llegado Erislandy Lara frente a Saúl 'Canelo' Álvarez, Rigondeaux ante Nonito y Odlanier Solís contra Vitali Klischtko. Dos de ellos no aprovecharon (Lara y Solís) y el tercero ganó pero está sumido en el olvido. Veremos si Barrera es capaz de romper los pronósticos, y de paso arruinar la tan esperada pelea Ward vs. Kovalev.

Creo que puede.

Pronóstico: Barrera por nocaut.