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El Tri al rescate de Los Tres Mosqueteros del Auto-exilio

Oribe Peralta, Carlos Vela, Giovani dos Santos no están marginados de la Selección Mexicana. Mexsport

CIUDAD DE MÉXICO -- En la cabalgata febril de los resultados, como vencer en su trinchera al supuesto asesino embozado del Grupo A, Canadá, parecía que los asuntos escabrosos de tres jugadores auto-exiliados, era más tema de desecho tóxico. De imprescindibles a innombrables.

Con la reafirmación de 'Tecatito' Corona (en plena armonía con el resto del equipo), y del folklóricamente lúgubre 'Chucky mexicano', Hirving Lozano, en un maridaje perfecto, con Paul Aguilar, y 'Chicharito' en su rendimiento habitual de "desperdicio dos claras, pero anoto la complicada", parecía que recurrir a los tres vacacionistas sería innecesario.

Cierto, los resultados toleran eso. De hecho, lo alientan, lo prohíjan. Que el mariachi no deje de dar serenata, hasta que un sopetón en el marcador lo calle. Y en este momento el proceso de Juan Carlos Osorio tiene la misma cara rebosante y robusta que el anterior, el de 'Chepo' de la Torre. Al infinito y más allá.

Y no hay mejor maquillaje que la victoria, especialmente para una dama, como la Selección Mexicana, que cada cuatro años envía a la tintorería el traje emperifollado que, al final, se queda sin usar en la gala del quinto partido. La 'Cenicienta mexicana' ya sabe a qué hora el autobús descapotado del triunfo, se convierte en calabaza.

Pero, el tema, es la actitud respecto a los rejegos. Si Carlos Vela, Giovani dos Santos y Oribe Peralta creen que su futuro y el de la Selección Mexicana ya sólo encajan en la cita ante un televisor, están equivocados.

El cuerpo técnico está muy lejos de, cómodamente, dejar a Vela en la chispa calenturienta de las noches en San Sebastián, o a Giovani en el glamour de Hollywood, o a Oribe en la recreativa placidez de convivir con la familia, porque al menos eso dijo.

No, "Los Tres Mosqueteros del A'i nos vemos", no quedan marginados. Todo lo contrario. La misión es redimirlos cuando estas concentraciones se aplaquen y el fragor tercermundista de la eliminatoria de Concacaf tome receso.

De hecho, lo anticipó el mismo Juan Carlos Osorio: "Aquí no marginamos a nadie. No segregamos a nadie. Las puertas de la selección están abiertas absolutamente para todos". Claro, del dicho al hecho...

Sin embargo, en el entorno de Osorio, después del juego en Canadá, una de esas gargantas poco profundas, le explicaba a este reportero que la intención es recuperarlos a los tres, y sin importar que se pueda interpretar como una morbosa súplica.

Sin embargo, el razonamiento explicativo es muy válido. ¿Para qué restar en lugar de sumar? ¿Para qué, a un equipo competitivo en la zona, con aspiraciones de espejismos, al menos, en el Mundial, restarle energía?

El concilio del Tri, directivos y cuerpo técnico, coinciden en que los tres que se escabulleron o fueron escabullidos de los juegos ante Canadá, en plenas condiciones futbolísticas, espirituales y mentales, enriquecerían un grupo que ya empieza a moldearse con aspiraciones de inscribirse en el Mundial de Rusia.

Osorio lo ha dicho: es un fanático de la competencia sana, de evitar aburguesamientos y pensamientos feudales de que tal camiseta o tal puesto, pertenece a alguien de manera incondicional.

Por eso, si, y sólo si, los tres reprimidos y reprendidos Vela, Gio y Oribe envían mensajes desde sus canchas de fin de semana, que están hambrientos de volver, se les sumará, lejos, insisto, de conformarse con la comodidad de pensar que la manzana podrida hay que sacarla absolutamente de la canasta.

De darse un nuevo acercamiento del Tri hacia los tres tristes, aunque poco atribulados jugadores mencionados, ocurriría estrictamente a partir de una mejoría evidente con sus clubes, en el caso de Vela y Gio, y de que Oribe tenga la voracidad intacta por Rusia.

Pero la consigna es clara: lejos de enterrarlos, la idea es recuperarlos. En plenitud absoluta, para que Giovani haga pensar a 'Tecatito'; para que Vela inquiete, en otro perfil incluso al 'Chucky', y Oribe a 'Chicharito', más allá de que el grupo completo, claro, a plenitud, hace creer al cuerpo técnico que ganaría un poderío prometedor.

El horizonte del Tri para el resto de 2016 aún tiene agenda llena. Tras la jornada eliminatoria de Concacaf de este martes, México enfrentará a Paraguay (mayo 28, Atlanta) y Chile (junio 1, San Diego), para después encarar la Copa América Centenario.

La siguiente jornada eliminatoria tendrá lugar en septiembre, el día 2 visitando a El Salvador y el día 6 recibiendo a Honduras, y el Hexagonal Final de Concacaf arranca con fecha doble entre el 7 y el 15 de noviembre de 2016.

Sin embargo, para la Fecha FIFA del 3 al 11 de octubre, la Comisión de Selecciones Nacionales está urgiendo a SUM a buscar los dos mejores adversarios, pero todas las confederaciones menos Concacaf y Oceanía tienen jornadas clasificatorias.

Sin embargo, la otra alternativa sería negociar esas fechas con SUM, y buscar por su cuenta la FMF dos partidos viajando a Europa, en espacios libres como se hizo en noviembre de 2014 por Holanda y Bielorrusia.

Es decir, al menos quedarían 11 partidos en lo que resta de 2016 para la Selección Mexicana, dependiendo de los avances en Copa América Centenario.

Un rango amplio para poder reconciliarse con los tres... o separarse definitivamente.