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Cruz Azul: ¿Boy o no Boy?

Irónicamente, el mismo Cruz Azul que anhelaba tanto el estilo, la personalidad y las condiciones futbolísticas de Tomás Boy, hoy, no sabe qué hacer con él. A tres fechas del final, el equipo corre el riesgo de alejarse de una liguilla por cuarta ocasión consecutiva. Ha perdido el gol y por si fuera poco, el entrenador se ha mezclado en una controversia con el delantero Vicente Matías Vuoso que casi llega al escándalo... Este es el cuadro de Cruz Azul, nada tampoco que le sea extraño en su época moderna. Un equipo que lo ha probado todo, todo y al que, evidentemente, no le ha funcionado nada...

LOS ÁNGELES -- Cruz Azul soñaba, anhelaba, ansiaba tener el estilo de Tomás Boy. Hoy, lo tiene, lo malo y lo bueno de ese estilo y parece no saber qué hacer con él.

A tres fechas del final, el equipo tiene la personalidad entera de Boy: un día juega como el mejor, sin exagerar, con idea, profundidad, sentido, distancia, emoción, espectacularidad y al día siguiente desaparece. Está inmerso en una racha que incluye más de 300 minutos consecutivos sin gol y está cerca de quedar eliminado de una liguilla por cuarta ocasión consecutiva en los torneos del futbol mexicano. A ello, agregue otro cuadro, digamos, a las formas de Boy: un escándalo con el delantero argentino-mexicano Vicente Matías Vuoso que se ha ventilado más en la prensa que en el vestidor.

En este Cruz Azul, un día se baila al ritmo del entrenador, al otro se festeja un triunfo, más tarde se atiende una controversia de vestidor y finalmente, una grave crisis de orden futbolístico. Cruz Azul está convertido en un equipo bipolar.

Había muchas dudas en la gente de la Cooperativa cuando decidieron contratar a Boy a mediados de la temporada anterior, pero era el clamor popular. El “Vox Populi” termino siendo “Vox Dei”: al pueblo lo que pedía. Un entrenador que pudiese levantar la voz, imprimirle “sangre caliente” el equipo y un talento futbolístico que sin duda han insinuado, al menos, algunos de sus equipos. Por momentos, los resultados fueron buenos. Hubo “picos” en la temporada que así lo demuestran, pero el cierre está provocando una nueva hecatombe hacia el interior del club. Aquellos que no veían con:”buenos ojos” su llegada sonríen y los que le impulsaron están inquietos y preocupados. Cruz Azul ha probado con diferentes fórmulas desde que ganó su último título de Liga ya en el siglo anterior. Nada ha funcionado.

La contratación de Boy llegó desde la parte más “liberal y moderna” del club. Fue Robín Álvarez, el hijo del presidente Billy Álvarez, quien impulso la idea y convención de que era el paso adecuado para tratar de encontrar la “Tierra Prometida” que tanto anhela el club, los cooperativistas y sus seguidores. Hasta ahora, los resultados se perfilan hacia una nueva debacle, en medio de los rumores que indican que si Cruz Azul no se clasifica a la liguilla, Boy tendrá que hacerse a un lado. Es más, ya hay quienes colocan en “el radar” de Cruz Azul al uruguayo Gustavo Matosas, ex entrenador del Querétaro, del León, América y Atlas.

Es irónico: Cruz Azul quería tanto a Tomas Boy, a su estilo, a sus condiciones que hoy, que lo tiene, no sabe qué hacer con él.

@Faitelson_ESPN