<
>

El América y "su otro yo"...

El América parece tener una noche perfecta para comenzar levantando un trofeo en el festejo de su Centenario. Tiene todo a su favor ++el estadio, el marcador, el ánimo++ pero también tiene una personalidad confusa. También tiene el América, a ese América que cuando se ve al espejo se deprime de su propio futbol y de cómo ha hecho estragos de su gran acervo futbolístico. A ese América que no está a gusto con su propia personalidad, pero que lo sobrelleva en aras de mantener una imagen sana y alegre de sus condiciones de grandeza. El América tiene todo para ser bicampeón de la Concacaf. También, tiene, a “su otro yo” metido en el closet, a la espera de salir en cualquier momento.

LOS ÁNGELES -- El América vuelve a una de sus noches predilectas. Está en casa, tiene ventaja de dos goles, un rival lleno de dudas por delante y un trofeo que perseguir. Parece la “noche perfecta” para volver a apoderarse del máximo estandarte de la Concacaf y cifrar esperanzas de una mejor competición en el Mundial de Clubes. El América parece tener todos los escenarios a favor, menos uno, el del propio América, el de “su otro yo...”.

Y se explica de manera muy sencilla: la personalidad de este equipo es confusa. Un día puede andar a tope, dentro de un estilo y unas condiciones de juego que para algunos no corresponden a su legado histórico, pero que sin duda tiene concentración, contundencia y carácter. Y sin embargo, al día siguiente, puede ser un América desconocido, incapaz de controlar sus impulsos ++la indisciplina++ y carente de generar futbol cuando tiene la obligación de hacerlo.

La única ventana que le queda a Tigres es la personalidad confusa de este América.

Si Tigres sale a especular ++que no lo puede hacer por el marcador y el tiempo, ambos en su contra++ provocará que el América tenga una noche sencilla y triunfal, pero si Tigres sale a presionar y encuentra, colectiva o individualmente, el factor para marcar el gol, entonces pondrá nervioso al dueño de casa. Y ahí, veremos de qué está hecho verdaderamente este América.

El América ha encontrado una manera de sobrevivir y de mostrar números sanos. Se defiende con propiedad y contragolpea con mucha intensidad. Tiene los nombres y los futbolistas precisos para hacerlo, pero sucede algo extraño cuando el América tiene otro tipo de obligaciones en el juego. Cuando tiene la presión encima de su público, de su camiseta y del rival. Ahí es cuando salen a relucir sus más temidas carencias.

Hay otra cosa a tomar en cuenta: el América conoce sus defectos. Sabe de su “enfermedad”. Entiende que ese estilo no corresponde a su riqueza histórica. Lo esconde o lo justifica porque no tiene otro remedio. Nos engaña y se engaña asimismo para cubrir sus defectos.

Parece la noche perfecta del América y del americanismo. A recoger otro trofeo, a mostrarlo y a gritarlo a los “cuatro vientos”, pero cuidado, mucho cuidado. El peor enemigo de este América es el propio América el peor rival es “su otro yo...”.

@Faitelson_ESPN