El 27 de abril de 2014 ocurrió algo inédito en la historia de las Grandes Ligas y que recordaremos en nuestro #TBT de esta semana: el nacimiento de los Dominican Jays.
Este #TBT tiene un significado especial para mí ya que fui testigo presencial de lo que ocurrió, incluyendo la participación en ruedas de prensas y el seguimiento a diario del equipo.
El 20 de noviembre del 2012 los Azulejos de Toronto anunciaron la firma de un agente libre y un cambio múltiple con los Marlins de Miami, lo que marcó el inicio de una transformación radical de la franquicia de la mano de un hombre llamado Alex Anthopoulos, gerente general en ese momento, y que estaba hambriento de cualquier tipo de éxito.
El agente libre firmado fue Melky Cabrera, que venía de una suspensión por dopaje y aceptó un contrato de dos años por 16 millones de dólares. De los Marlins se incorporaron Jose Reyes, Emilio Bonifacio, Josh Johnson, Mark Buehrle y John Buck en una transacción que puso a los canadienses como el principal favorito para llevarse el banderín en el Este de la Liga Americana.
Unos días antes, el 3 de noviembre de 2012, Toronto había realizado un cambio mucho menor con los Indios de Cleveland por Esmil Rogers.
Para el día inaugural del 2013 el roster activo, o de 25 jugadores, de los Azulejos incluyó a Reyes, Cabrera y Rogers, junto con sus compatriotas ya establecidos en el equipo José Bautista, Edwin Encarnación y Emilio Bonifacio. Ya en la ciudad habían bautizado al grupo como los Dominican Jays y así incluso lo promovía Rogers, la cadena de televisión, cable y telefonía celular dueña del equipo, en documentales y revistas.
El ambiente en el clubhouse era único, quizás más parecido a un equipo de las ligas invernales del Caribe. Al clan de dominicanos se le unieron los venezolanos Maicer Izturis y Henry Blanco, el mexicano-americano Sergio Santos y el cubano-americano J.P Arencibia. Una gran bandera dominicana era visible en el casillero de Bautista, mientras que otras banderas dominicanas más pequeñas podían divisarse en distintos sitios. El español era el idioma predominante y, claro está, la música caribeña era una constante en los altoparlantes de la instalación.
Desafortunadamente toda la expectativa y magia que rodeaba al equipo en 2013 no se transformó en victorias en el terreno de juego generando una gran frustración general al cabo de pocas semanas. José Reyes se lesionó a los pocos días de iniciada las acciones. Emilio Bonifacio, que según palabras del mismo Alex Anthopoulos era una de las piezas clave del cambio con los Marlins por su versatilidad y velocidad, nunca pudo rendir lo que se esperaba. Otras piezas sencillamente no engranaron ni destacaron.
Los resultados negativos también afectaron el ambiente en el camerino, la bandera dominicana desapareció del casillero de Bautista, quizás por alguna orden de MLB ya que honestamente nunca había visto banderas de ningún país en esos sitios. Se le bajó el volumen al merengue y bachata para darle paso a un silencio en donde todo el mundo exigía explicaciones.
Algunos periodistas de manera privada me comentaban que posiblemente el hecho de tener tantos dominicanos y latinoamericanos en general no era bueno. Cuando le pedía que se explicaran mejor moría la conversación. La emoción inicial se transformó en una tensión incomoda. Los Azulejos terminaron en 2013 con record de 74-88 en el último puesto en la División Este de la Liga Americana.
La gerencia hizo algunos cambios para el 2014, manteniendo la estructura básica, con la esperanza de lograr resultados positivos en el record. De nuevo existía una gran presencia de jugadores dominicanos, por segundo año consecutivo, pero ya no se hablaba de los Dominican Jays.
Lo más curioso de todo es que a pesar de bajarle el perfil al aspecto dominicano del equipo, el 27 de abril del 2014 ocurrió algo que nunca había pasado en la historia de las Grandes Ligas. Ese día, 6 de los peloteros de la alineación inicial habían nacido en República Dominicana: José Reyes en el campocorto, Melky Cabrera en el jardín izquierdo, José Bautista en el jardín central, Edwin Encarnación en la primera base, Juan Francisco como bateador designado y Moisés Sierra en el jardín derecho. En ese juego también participó Esmil Rogers como relevista.
Toronto venció a los Medias Rojas de Boston y al final del partido el grupo de jugadores dominicanos se tomaron una foto juntos para celebrar el momento histórico. José Bautista compartió en Instagram la tarjeta de la alineación firmada por cada uno de ellos. "Quizás lo mande al museo del béisbol en República Dominicana" dijo Bautista al grupo de periodistas que lo esperaron luego de finalizadas las acciones.
A pesar que la temporada del 2014 fue mucho mejor tampoco se logró el objetivo de meterse en la postemporada. Para el 2015 la presencia de dominicanos en el roster de los canadienses había bajado considerablemente con la salida de Melky, Reyes, Francisco, Sierra y Rogers.
Casi finalizada la temporada del 2015, ya asegurado el primer lugar en el Este de la Liga Americana, me acerqué a José Bautista para preguntarle si personalmente hubiera disfrutado aún más ese momento con los Dominican Jays y me dijo "sí, hubiese sido bonito".