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Leicester: un ejemplo de vida...

Getty Images

El modesto club de la pequeña ciudad al norte de Inglaterra ha ganado, contra todos los pronósticos, la Liga Premier. Increíble historia de un equipo que en medio de los grandes capitales que envuelven al futbol inglés, ha tenido la ocasión de ganar un campeonato. El Leicester es un ejemplo de vida a través de una cancha, donde se pone de manifiesto que el dinero no lo es todo y que hay otras formas de perseguir y alcanzar el éxito.

LOS ÁNGELES -- Cinco mil posibilidades contra una... La casa pierde...Gana el Leicester City.

Habría que confesar que muchos de nosotros ni siquiera sabíamos pronunciar el nombre de este equipo y donde está la ciudad que representan. Casi 37 fechas después, todos tenemos un acento británico en nuestra pronunciación y la certeza de donde, quien, y cuantos habitan en la metrópoli.

La Liga Premier atestiguó uno de los grandes milagros o 'cuentos de cenicienta', como les o nos gusta al periodismo dramático llamar a esta clase de historias; cuando un modesto equipo del norte de Inglaterra, viejo como todos los equipos ingleses, logró ganar, contra todos los pronósticos, el título de la Liga Premier. El valor de la nómina del Leicester, dirigido por el veterano entrenador italiano Claudio Ranieri, es muy inferior a los grandes contendientes del futbol inglés: Chelsea, Arsenal, Manchester United, Manchester City, Liverpool y hasta el Tottenham que le venía persiguiendo en la cima. El inesperado triunfo de los 'Zorros' -- el antiguo equipo del goleador del Mundial de México 1986, Gary Lineker -- es también uno de los triunfos más inesperados en la historia del deporte profesional.

Pero podemos descubrir otro mensaje dentro de la extraordinaria campaña del nuevo campeón de la Liga Premier: que el dinero no lo es todo, ni en el deporte ni en la vida, y que un grupo de seres humanos, motivados, concentrados, preparados, avocados, unidos y solidarios, pueden provocar esta clase de realidades más que de milagros futbolísticos. El Leicester de un goleador como Jamie Vardy, quien hace cuatro años jugaba en la quinta división del futbol inglés o el Leicester de Riyad Mahrez, el primer africano reconocido como el mejor jugador de la Liga Premier. O tal vez el Leicester de un entrenador como Ranieri, que tras 28 años de carrera obtuvo su primer título de importancia. Increíble historia.

Va a ser complicado, a pesar de los premios económicos y de los reconocimientos morales que recibirá, encontrarse al Leicester en la misma situación otra vez. Al final del día, la competencia se regula de acuerdo a las poderosas inversiones que sobre todo en una Liga como la inglesa hacen grandes capitales procedentes del medio oriente, de lejano Asia o de los Estados Unidos. Acontecimientos como este se repiten cada 50 años en el deporte.

En el futbol, la brecha entre los ricos y poderosos con respecto a lo que menos tienen se hacía tan amplia como en nuestras sociedades de hoy. En la mayor parte de las Ligas de las más prestigiosas de Europa, las distancias son abismales. El Leicester es un buen recordatorio de que no hay imposibles en una cancha de futbol y de que las carencias más importantes o notorias son a veces las menos trascendentales y ciertas, y de que no existen obstáculos que no se puedan superar.

El futbol nos ha regalado, desde la cancha, un gran mensaje de vida...

@Faitelson_ESPN