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Rayados y Tigres... ¿coronan al campeón?

LOS ÁNGELES -- Tienen los dos planteles más costosos y titilantes del torneo mexicano. Con directivas que no escatiman. Y son más devotas de la elocuencia de la chequera que del sudor de la cantera. Ambos: Monterrey y Tigres.

Cierto que es un derbi muy citadino. De vecindario lujoso. Y cierto que es difícil recordar, desde la barrera de la neutralidad, un clásico estremecedor. El edicto de los vestuarios es, estrictamente, no perder.

Esta doble sesión en la Guerra Civil Regiomontana, tiene, sin embargo, ingredientes inusuales que van a detonar una intensidad especial, deportiva y futbolísticamente.

Aquí, no se trata de guardar apariencias con la pusilanimidad del 0-0, un marcador, que históricamente no riñe con los espíritus tacaños de ambos entrenadores.

Y en ese escenario de cuentas pendientes, revanchas aplazadas, bravuconadas citadinas, y la pulsada en estratos sociales, financieros y políticos de su reducido reino, quedan colocados Tigres y Rayados ante una jauría de mastines que los acosa.

1.- Los campeones vigentes, Tuca Ferretti y Tigres entraron a Liguilla con ese estigma de polizontes. Se colgaron del estribo en el último minuto, eliminando a un vergonzoso Cruz Azul.

2.- Tuca y sus felinos llegan con aterradas heridas en terroríficas participaciones. Sucumbe con el peor de sus miedos, ante el peor River Plate de la historia, en la peor Copa Libertadores de la historia. Pierden la Final de la Concachampions lívidos de miedo, y en el inter de esos dos descalabros, les entregan una copa del Apertura 2015 opaca de oprobio. Pumas merecía más.

3.- Clasificado como uno de los mejores planteles de América, Tigres sabe de la revancha magnífica que se le ofrece: ganar una misma guerra en dos frentes. Echar a Monterrey de la Liguilla y enlutar media ciudad, e ilusionarse con una sorpresa.

4.- Agreguemos una revancha personal para el deslumbrante francés, candil de lo normal y oscuridad en lo relevante. En esas tres finales, Pierre André Gignac fue una sombra de su sombra: ante River, América y Pumas.

5.- Y los fantasmas. Tigres llegó en el Clausura 2013 como líder absoluto, amo y señor del torneo, para encarar, al entonces polizonte de Liguilla, a Monterrey, clasificado por el descenso de Querétaro. Rayados le tundió al Tuca. De manera humillante desolló y arrancó la zalea al Tigre.

Con La Pandilla, las circunstancias son igualmente despiadadas. Lo sabe el 'Turco' Mohamed, al que le entregaron una flotilla de talentos, de costosos talentos.

1.- La afición rayada ha perdido el control de la plaza. Aquel que llegó a tener de manera absoluta con Víctor Manuel Vucetich. Y eso, aún supura.

2.- Después de ser el consuetudinario asistente al Mundial de Clubes, ha quedado marginado de protagonismo internacional, al menos en la zona Conkakafkiana. Y mientras Tigres ha ido de festejos, alguno medio cínico, como el de diciembre pasado, pero festejo al fin.

3.- Con problemas muy lamentablemente humanos de organización, de logística, de tecnología, de burocracia, pero Monterrey dispone de uno de los estadios flamantes de México. Llegó el momento de honrar su fortaleza.

4.- ¿Coronarán al campeón? El vencedor de esta serie puede ser el monarca. Monterrey recibiría toda la savia sagrada de la fe, y difícilmente otro equipo podría someterlo. El tónico, el nutriente espiritual, sería determinante. Ojo, y Rayados lo sabe: lo mismo podría pasar con Tigres.

5.- Agradablemente, el mismo Mohamed se ha salido de su librito. Este Monterrey dista mucho de la versión avestruz que hizo de las Águilas del América, o de la versión chihuahueño en la que convirtió a los Xolos en Tijuana. Tiene tantos talentosos para el gol, que no tuvo más remedio que hacerse cómplice de ellos.

Así, en la suma de situaciones, esta doble cartelera del clásico regiomontano, tiene argumentos para salir de la modorra de sus habituales enfrentamientos, que podrá, sin duda, tener con angustia a sus seguidores, pero en el más desolador aburrimiento al resto del país.