A lo mejor después de este blog en varias naciones de Latinoamérica me consideren persona non grata. En nuestros países, el deporte es algo bien cercano a ser sagrado. Confieso que mi intención no es molestar ni crear divisiones, me motiva el hecho de que los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro están al doblar de la esquina y es imperdonable omitir una pregunta que posiblemente muchas personas se han hecho y su respuesta, en la mayoría de las ocasiones, desemboca en un maremágnum de discusiones.
No dilato más. Acá está la interrogante:
¿Qué país latinoamericano puede presumir de tener los mejores resultados en los deportes olímpicos?
Cualquiera pensaría que México, Argentina, Brasil se disputarían ese lugar. Ellos cuentan con la mayor cantidad de recursos económicos, no es secreto que el deporte requiere de apoyo financiero para desarrollarse, y sus estrellas futbolísticas acaparan cintillos en los medios de todo el planeta durante todo el año.
Sin bien Argentina y Brasil pueden presumir de contar con varios de los mejores jugadores de la disciplina más popular del mundo: dígase Lionel Messi, Neymar, Sergio Agüero o Marcelo; y México de tener una de las ligas de fútbol con mayor y mejor mercadeo, en ninguno de los casos pueden autoproclamarse como el país con el mejor deporte en la región.
El deporte es fútbol, y más.
Dado que estamos cerca de los Olímpicos, usemos como patrón de comparación las actuaciones de estas naciones en ese tipo de escenario.
Brasil, primer país sudamericano en organizar los Juegos -en Río de Janeiro del 5 y al 21 de agosto- , ocupa el lugar 37 en el medallero histórico de la competición. Esa posición pudiera quedar atrás al concluir la XXXI edición debido a que su condición de sede debe favorecerle para obtener más medallas que hace cuatro años (3-5-9). Las proyecciones más modestas colocan a la delegación anfitriona cercana a los diez títulos.
Tradicionalmente fuerte en los deportes colectivos, los brasileños han conquistado 23 títulos olímpicos, 30 medallas de plata y 55 de bronce para un total de 108 preseas.
Argentina (18-24-28 y 70 en total), también con mucha fuerza en los deportes de conjunto, está cuatro peldaños por detrás. En Río tratarán de superar la discreta actuación de Londres 2012, donde apenas alcanzaron un oro (Sebastián Crismanich en los 80 kg del taekwondo), una de plata (la selección femenina de hockey) y dos de bronce (Juan Martín del Potro -tenis- y Juan de la Fuente y Lucas Calabrese -vela clase 470-).
México, cuya capital hospedó los Juegos en 1968, ocupa la posición 46 con un global de 62 medallas, divididas en 13 de oro, 21 de plata y 28 de bronce. En Londres conquistaron un histórico título en fútbol sometiendo al Brasil de Neymar en la final, además agregaron tres preseas de plata e igual cantidad de bronce. Para Río centran sus mayores esperanzas en fútbol, taekwondo, clavados y tiro con arco.
Todos los caminos conducen al Caribe
Las matemáticas son exactas y si una nación latinoamericana sobresale por su deporte es Cuba. La isla caribeña ha ganado 72 de oro, 67 de plata y 69 de bronce, ubicándose en el puesto 18 en la historia de los Juegos Olímpicos Modernos.
Para Río las principales esperanzas de la mayor de las Antillas se cifran en el boxeo, el atletismo, el judo y la lucha.
En Beijing (2-11-11) y Londres (5-3-6) su desempeño mermó en relación a las ediciones de (Barcelona 92, Atlanta 96, Sydney 00 y Atenas 04), pero la diferencia sobre Brasil, Argentina y México le asegura poder presumir, por unas cuantas olimpiadas más, que es la nación en la región más capaz en los deportes.