Francisco Rodríguez se tomó muy en serio su cita con la historia esta semana, en Detroit.
El relevista venezolano de los Tigres de Detroit se hizo fabricar un par de zapatos especiales, unos spikes Nike Air con la bandera de Venezuela en las puntas, el número 400 a un costado y el nombre de su benefactor espiritual, Changó.
"Esto significa mucho para mí", admitió después del encuentro, rodeado de reporteros y medios de comunicación, entre ellos ESPN.com.
Rodríguez no solamente se convirtió en el sexto integrante del exclusivo club de lanzadores con cuatro centenares de salvados. Lo hizo, además, con 34 años y 138 días de edad. Y eso da aún más valor a su hazaña.
Lee Smith llegó a 400 rescates el 17 de septiembre de 1993. Lo hizo en 848 encuentros. Tenía 35 años y 280 días de nacido.
John Franco siguió sus pasos, el 14 de abril de 1999. Lo consiguió en su aparición número 837. Contaba 38 años y 209 días de edad.
Trevor Hoffman completó la cima el 6 de mayo de 2005, en su presentación 707, a los 37 años y 205 días.
Mariano Rivera se le unió el 16 de julio de 2006, apenas en 697 choques, a los 36 años y 229 días.
Billy Wagner fue el último en acudir a la cita. Lo hizo el 25 de junio de 2010, después de 813 cotejos, a los 38 años y 335 días.
Quiere decir que Rivera es el primero en la lista en cuanto al número de choques que necesitó para salvar 400, sólo 697, lo que se explica con el poco tiempo que esperó para heredar de manos de John Wetteland el puesto de cerrador de los Yankees de Nueva York, en 1997, apenas en su tercera temporada en las Grandes Ligas.
El panameño, sin embargo, no era el más joven en asegurar 400 rescates. Ese privilegio, quedó demostrado, permaneció en manos de Smith por más de dos décadas, aunque ha sido el nombre del canaleño el que ha sido citado insistentemente por la prensa venezolana, a propósito de esta faena.
Rodríguez acaba de aventajar a Smith por algo más de un año. Además, ha sumado 14 salvamentos consecutivos en este torneo, a pesar de haber comenzado con mal pie el Día Inaugural y aunque su recta ya no rebasa las 90 millas por hora, lo que enaltece su accionar.
El caraqueño llegó a la meta tras 878 presentaciones. Es curioso, pero necesitó más salidas que el resto de los integrantes del club de los 400, aunque lo hiciera con menos edad.
Eso tiene su motivación en las dos zafras que pasó como escudero de Troy Percival, formándose como futuro cerrador de los Angelinos de Los Angeles, y especialmente por las dos justas que perdió, si se quiere decir así, como preparador de los Orioles de Baltimore y los Cerveceros de Milwaukee, entre julio de 2011 y julio de 2013.
Rodríguez llegó a las mayores con 20 años de nacido. Gracias a eso, a su consistencia y a que Anaheim no tardó mucho en darle la responsabilidad del noveno inning, pudo escalar la meseta de los 400 salvados más temprano que nadie en la historia.
Ese es también el mayor acicate para quienes piensan que algún día podrá contar con una placa en Cooperstown. Si Rivera preservó 252 victorias más en los siguientes siete torneos, si Hoffman sumó 201 en seis campeonatos más, ¿es muy difícil creer que el venezolano puede llegar a 650 y amenazar al rey de todos los tiempos?
Necesita rescatar 36 encuentros durante otras siete justas a partir de 2017, es decir, hasta los 41 años de edad.
No es imposible. Pero para eso necesita exhibir lo que le faltó a Smith, a Wagner y a otros grandes apagafuegos en la historia, que no tienen un lugar en el Salón de la Fama, a pesar de haber protagonizado momentos brillantes: durabilidad.
Rodríguez dio la respuesta cuando le preguntaron por el récord que impuso el martes: "No voy a parar".
De eso, que no se detenga, depende su opción para aspirar a la inmortalidad.