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¿Por qué los Azulejos están haciendo enojar a todo el mundo?

José Bautista y los Azulejos han tenido mala sangre con un tercio de los equipos de la Liga Americana. La actitud de Toronto es: "Si no te caemos bien, véncenos". Ronald Martinez/Getty Images

NUEVA YORK - El manager de los Azulejos de Toronto John Gibbons tiene sus pies trepados en su escritorio y está reclinado en su silla en la oficina del manager visitante en el Yankee Stadium cuando se le preguntó la razón por la que los Azulejos, que andan en el sótano de la División Este de la Liga Americana, se meten en más peleas que Floyd Mayweather.

Como de costumbre, Gibbons tiene una gran sonrisa y una buena actitud, hablando con su acento de Texas que le convierte en una de las personas más amables en el deporte. Sin embargo, su equipo no es tan popular.

"Para ser honestos, no creo que se nos perciba tan bien alrededor del deporte por otros equipos", le dijo Gibbons a ESPN.com. "¿No estás de acuerdo con eso?"

Bueno, sí, los Azulejos se han metido en algunas peleas, siendo la más notable recientemente la que tuvieron con los Vigilantes de Texas -- en la que José Bautista recibió un derechazo de Rougned Odor en el mentón - y la que tuvieron contra los Reales de Kansas City, al igual que algunos choques con los Orioles de Baltimore, Rays de Tampa Bay y los Mellizos de Minnesota en el último año y medio. Eso es tener mala sangre contra más de un tercio de sus rivales en la Liga Americana.

"Tenemos algunas personalidades grandes, algunos de los mejores jugadores en la liga", dijo Gibbons. "Pienso que ellos irritan a las personas. Pienso que del otro lado también existe algo de envidia. Tenemos algunos chicos que llevan sus emociones a flor de piel. Yo estoy tratando de ser políticamente correcto".

Los Azulejos quizás sean el equipo de último lugar con más confianza en la historia del béisbol. Para un hombre, ellos no piensan que sea certera la percepción de ellos como aves enojadas. Más bien, juegan con un estilo - liderado por el actual Jugador Más Valioso Josh Donaldson y por "Joey Bats" Bautista - que un jugador en su camerino describió de esta forma: "Si no te caemos bien, véncenos".

"Yo no lo miro como que estemos enojados", dijo Donaldson. "Somos competitivos. Tenemos muchos chicos con una naturaleza competitiva. No estamos allá afuera tratando de causar problemas. ... El hecho del asunto es que tenemos muchos chicos en este camerino que son nombres conocidos en la casa".

Esta actitud - lances famosos de bate, miradas profundas y momentos de simple bravuconería - es lo que le da a los Azulejos su característica, lo que lleva a algunas raspaduras. A los Azulejos les gusta celebrar su éxito y no van a dejar de hacerlo porque a otros no les guste.

"Es un modo de comportarse de la vieja escuela en una forma de la nueva escuela", dijo el relevista de los Azulejos Drew Storen, quien se unió al equipo este año.

Todos los altercados han hecho que Gibbons aumente su intensidad. El manager de 53 años ha sido suspendido y expulsado de juego tanto que casi se siente como un trabajo a tiempo parcial. Gibbons ha sido expulsado cuatro veces - incluyendo tres veces la semana pasada - y ha sido suspendido por tres juegos. En siete de 48 partidos, se ha perdido el final, lo que quizás no sea tan malo, ya que los campeones defensores del Este de la Liga Americana tienen marca de 23-25.

Aunque el torpedero Troy Tulowitzki -- Gibbons dice que es el jugador más profesional que ha tenido a su alrededor - y el torpedero Russell Martin traen un modo calmado de liderato, son Donaldson y Bautista los que más se meten debajo de la piel de los otros al quedarse viendo sus jonrones y, bueno, ser ellos mismos.

Incluso al conectar rodados, Donaldson puede quedarse viendo fijamente a un rival, de acuerdo con el receptor sustituto Josh Thole.

"Yo he estado sentado en la banca y he visto a los chicos cuando J.D. pone su cabeza abajo y trota luego de ser puesto out, y veo a los otros chicos en la banca con sus reacciones, 'Buen esfuerzo'. 'Así se hace'. 'Buen trabajo'", dijo Thole, antes de defender a su compañero. "Ese es el JMV del año pasado".

Cuando los Azulejos discuten sus altercados, ellos suenan como hermanos pequeños tratando de explicarle a su mamá una pelea -- ¡Oye, él la comenzó!

"No puedo recordar haber hecho el primer disparo", dijo Gibbons. "Para ser honesto contigo, no creo que hayamos estado involucrados con cualquier cosa donde hayamos hecho eso".

Los jugadores de los Azulejos juran que no están intentando comenzar algo. Donaldson, Bautista, Martin, Edwin Encarnación y otros disfrutarán el haber conectado un cuadrangular cuando lo logran. A sus ojos, no lo hacen por ofender a nadie, sino es cuestión de simplemente ser ellos mismos.

"Nunca es sobre el equipo contra el que estamos jugando", dijo Martin. "Es sobre lo que nosotros hacemos y lo que nos gusta hacer".

Otros equipos respetan el talento natural que hay en el camerino de los Azulejos, incluso aunque no les guste totalmente cuánto los Azulejos se deleitan con su propio éxito.

"Ellos son un buen equipo, y lo saben", dijo el preparador de los Yankees Andrew Miller. "Todo el mundo es diferente. No todo el mundo es como los Yankees. No todo el mundo es como los Azulejos. Eso les funciona a ellos. Oigan, ganaron el año pasado. Ellos estuvieron a poca distancia de ganarlo todo. Ellos están haciendo algo bien. Eso encaja con su personalidad".

Apenas se han celebrado 48 juegos en esta temporada, lo que significa que los Azulejos tienen mucho tiempo para ser tan buenos como ellos creen que son. El año pasado tenían marca de 50-51 antes de comenzar su corrida que los llevó a la postemporada. Ellos planifican pavonearse en su camino de regreso a la cima, algo que comprensiblemente podría verse como algo malo. Pero como dice el as Marcus Stroman, a ellos no les preocupan en lo absoluto las opiniones externas.

"No estamos exactamente donde queremos estar ahora mismo, pero tengo el sentimiento que para finales del año estaremos donde queremos estar", dijo Stroman.

Él no está solo en esa confianza, en parte porque en este equipo parece que genuinamente se caen bien los unos a los otros, aunque no sea así en todos los casilleros. En una escena que uno nunca vería en el camerino corporativo al otro lado del Yankee Stadium, Bautista estaba ocupado con varias tareas antes del partido del martes, estirándose en un colchón de espuma, mientras hablaba algo de basura. El objetivo de sus comentarios era su compañero, el primera base Justin Smoak, a quien Bautista, el cinco veces Todos Estrellas, le dijo, "Te voy a quitar a cachetadas lo de Carolina del Sur que tienes".

Smoak respondió con, "Le estás ladrando al árbol equivocado".

Fue un intercambio de comentarios en broma en el camerino que nunca ocurriría en el camerino de los locales, al menos nunca en frente de reporteros. Los Azulejos siempre van de frente, y a ellos no les importa quién los esté viendo.

"Todo el mundo juega limpio en cualquier momento", dijo Smoak.

Él hablaba sobre los comentarios de sus compañeros en el camerino, pero bien pudo haberse referido a los contrarios de los Azulejos.