Los Yankees de Nueva York deben cambiar a su mejor jugador, Carlos Beltrán. Y mientras más rápido lo hagan, mejor.
Seguro, ellos perderían mucho. Beltrán ha sido el bateador más productivo de los Yankees en esta temporada, liderando el equipo en promedio de bateo (.283), jonrones (18) y remolcadas (48). Él es tan profesional como cualquier otro, según corroboran sus propios compañeros. Es honesto con la prensa. Algún día sin duda deberá estar en el Salón de la Fama.
Pero para cuando llegue la fecha de traspasos directos del 1 de agosto, no debe estar en uniforme de los Yankees.
Una de las partes más importantes del trabajo del gerente Brian Cashman es la valoración de sus activos. El valor de Beltrán no creo que vaya a ser tan alto en el futuro como lo es ahora mismo. Con la edad y su historial de lesiones, probablemente su valía va a bajar en vez de aumentar en las próximas cinco semanas.
Cashman podría optar por quedarse con el jardinero boricua de 39 años con la esperanza de que, de algún modo, los Yankees puedan superar a los otros equipos del Este de la Liga Americana para qudedarse con uno de los puestos de comodín. Sin embargo, esos equipos tienen mejores rosters, y los Yankees están a un juego de los .500.
Lo fácil sería quedarse con Beltrán y darle una oferta calificada en la temporada baja.
Este escenario toma en cuenta la oportunidad de que acepte la oferta, dejando a los Yankees con dos bateadores designados de 40 años, ya que el contrato de Alex Rodríguez terminará finalmente luego del 2017. (En la actualidad Beltrán está jugando en el jardín derecho, pero debería ser bateador designado a tiempo completo.)
Lo que Cashman debería considerar es extender el valor de Beltrán para los Yankees más allá de los siguientes cuatro meses.
Dado el historial de los Yankees con sus selecciones del sorteo en la última década, probablemente sea astuto el tratar de conseguir mediante cambio una mejor cantidad de jugadores conocidos en liga menor que intentar conseguir una buena selección. No hay garantías de que ese modo de operar sea el correcto, pero parece la mejor opción en este momento.
Consideren lo que los Tigres de Detroit hicieron la temporada pasada, cuando el equipo cambió a Yoenis Céspedes a los Mets.
El 31 de julio, los Tigres tenían record de 50-53 y estaban a 3½ juegos de uno de los comodines. Ellos pudieron haber optado por quedarse como estaban e intentar llegar al juego de vida o muerte. Pero en cambio, decidieron salir de Céspedes y enviarlo a los Mets por dos jugadores. Uno de esos jugadores es el novato derecho Michael Fulmer, quien está lanzando a niveles históricos esta temporada.
Aunque quizás sea complicado para Cashman el identificar al próximo Fulmer, los Yankees deberían convertirse en vendedores este año para quedar mejor posicionados para ser competitivos más temprano que tarde.
Cambiar a Aroldis Chapman, que será agente libre al final de la temporada y que solo ha lucido regular como el cerrador del equipo, luce como algo que no hay que pensar mucho. Al igual que con Beltrán, los Yankees podrían hacerle una oferta calificada a Chapman, lo que podría traerles una selección de primera ronda en el sorteo.
La idea de cambiar al relevista zurdo Andrew Miller hace algo de sentido, porque los Yankees tienen a Dellin Betances como cerrador en potencia. Miller, al igual que Beltrán, un profesional dentro y fuera del terreno, tiene un contrato razonable, y es probablemente el mejor de los tres brazos en el bullpen de los Yankees, lo que podría traer la mejor recompensar en un posible cambio.
En cuanto a las otras opciones, Brett Gardner, CC Sabathia (si estuviese dispuesto a obviar su cláusula de no cambio y los Yankees están dispuestos a quedarse con una buena porción de su salario de $25 millones para el año que viene) y Brian McCann (los Yankees tendrían que estar dispuestos a quedarse con una buena tajada del dinero y que él obvie su cláusula de no cambio) podrían estar entre las opciones de cambio. El punto es que los Yankees tienen que comenzar a pensar más allá de esta temporada.
El sistema de fincas de los Yankees podría tener algo de potencial, pero también tiene algunos símbolos de. La carrera del abridor Luis Severino en Grandes Ligas está ahora mismo en pausa en Triple-A. El jardinero Aaron Judge no ha podido dominar del todo las ligas menores y quizás no esté listo para ser titular en Grandes Ligas para el 2017 como se esperaba. El inicialista Greg Bird está fuera por toda la temporada por una cirugía de hombro.
Los Yankees podrían ser astutos en utilizar esta temporada para rellenarse de talento, ponerse más jóvenes y construir un nuevo núcleo. Eso significa cambiar a Beltrán y a otros. Si no lo hacen, posiblemente lo lamenten de aquí a algunos años en el futuro.