La Conmebol ha terminado exhibiendo al futbol de la Concacaf en esta Copa América del Centenario. Argentina, Chile y la propia Colombia han dejado en claro la distancia que existe con el futbol de Estados Unidos, de México o de Costa Rica. Es un tema de calidad, de jugadores, de Messi, de Vidal, de James. Cuando suponíamos que las distancias se habían recortado, el torneo ha puesto a cada quien en su lugar.
LOS ANGELES -- "Si el norte fuera el sur", dice la canción de Arjona y la Copa América ha dejado una constancia definitiva del nivel y del papel que tiene cada hemisferio en el futbol.
La Conmebol está en su sitio, con una Argentina imparable, que parece abusar de los demás, incluyendo de Estados Unidos, al que con "el acelerador" a media intensidad, le ha pasado por encima en la ronda de las semifinales. Pero si se trata de "pasarle por encima", Chile se encargó de lo propio, ante México, en la histórica y humillante vapuleada de los cuartos de final. La Conmebol, aún sin tener en plenitud a dos de sus más destacados integrantes --Brasil y Uruguay que se fueron temprano del evento-- ha establecido condiciones imponentes.
Jugador por jugador, equipo por equipo, el futbol que se juega en el sur del continente es mucho más competitivo. Y eso es algo que sabíamos y parecíamos entender desde un inicio. Lo que no sabíamos o no queríamos saber del todo, es la verdadera distancia que había entre uno y otro. De eso, no quedan dudas. Futbolistas como Messi, Higuaín, Vidal, Alexis, James, Cuadrado marcan una diferencia considerable. Juegan y desarrollan su talento en algunos de los clubes más importantes del mundo, en la elite de este deporte. Sobre una cancha, hay que tener otro tipo de elementos para poder competir con ellos.
Habíamos creído, en un momento dado, que la Concacaf a través de Estados Unidos, de México, de Costa Rica y de lo que habían logrado en algunas competencias internacionales en los últimos tiempos --Mundiales, Olímpicos, Copas Confederaciones, Mundiales con límite de edad y hasta Copas América-- que tenían otro tipo de argumentos. Puede que los tengan, pero todavía no para hablarse de tú a tú ante las grandes potencias sudamericanas.
La Copa América del Centenario ha puesto a cada quien en su lugar. Tendremos una final sudamericana., tendremos en ella al mejor futbolista del mundo y quizá de la historia, tendremos talento natural, directamente provisto de los clubes de elite de las ligas europeas, tendremos a equipos que saben competir entre las potencias, que tienen personalidad, experiencia y que difícilmente pierden el orden, el control, y los estribos.
Si el norte fuera el sur, pero no es así. Cada hemisferio tiene su nivel, su historia, su protagonismo, sus alcances, sus virtudes y sus carencias. Conmebol está en su sitio, la Concacaf en el suyo...