NUEVA YORK - Con las múltiples lesiones que han estado aquejando a la rotación de los Mets de Nueva York, en un momento considerada la mejor en Grandes Ligas, el equipo continúa convirtiéndose en un verdadero hospital ambulante.
El capitán David Wright podría haber jugado el último partido de su carrera al elegir someterse a cirugía para reparar un disco herniado en el cuello, Lucas Duda ha estado en la lista de inhabilitados desde el 21 de mayo con una fractura de estrés en la espalda y Travis d'Arnaud acaba de ser activado después de estar fuera desde finales de abril por una lesión de hombro.
Además de esas tres bajas, la ofensiva también se ha visto afectada recientemente por el hecho que el cubano Yoenis Céspedes ha estado sufriendo molestias en el tobillo y la muñeca y Curtis Granderson está padeciendo de la pantorrilla, y el regreso de Juan Lagares es incierto tras un desgarre de ligamento en el pulgar izquierdo.
Para colmo de males, de los cuatro jóvenes lanzadores en la actual rotación de abridores de los Mets, tres de ellos han sufrido lesiones esta temporada.
El zurdo Stephen Matz y el poderoso derecho Noah Syndergaard ambos fueron diagnosticados con espolones óseos en el codo, y el Novato del Año 2014 Jacob deGrom perdió tiempo de juego a principios de temporada por molestias en un músculo lateral de la espalda.
Unido a la retrasada recuperación de cirugía de Tommy John de Zack Wheeler, quien estaba programado para regresar después del receso del Juego de Estrellas pero ahora se anticipa no lo hará hasta agosto, la diezmada rotación es de suma preocupación para el equipo neoyorquino.
Cabe destacar que al incluir a Matt Harvey, tres de los cuatro juveniles abridores metropolitanos se han sometido a cirugía Tommy John, con Syndergaard siendo el único en no haber pasado por el procedimiento.
La ironía en todo esto es que a sus 43 años de edad, Bartolo Colón ha sido el único integrante sólido y saludable de la rotación neoyorquina.
La única buena noticia para los Mets es que se anticipa que ambos, Matz y Syndergaard, podrán manejar sus respectivos espolones óseos con terapia y tratamiento ambulatorio y, al menos por el momento, no tendrían la necesidad de una intervención quirúrgica.
Syndergaard, quien había negado sufrir del espolón hace apenas dos días, admitió a reporteros el miércoles que había mentido y reconoció que fue el motivo por el cual fue revisado por especialistas después de su salida del 22 de junio.
No obstante, Syndergaard hizo hincapié en que el espolón es pequeño y no afectará su permanencia en la rotación.
"Es bastante insignificante", dijo Syndergaard en referencia al espolón. "Puedo lanzar sin dolor y voy a estar preparado para lanzar en cinco días".
Matz por su parte ha tenido conocimiento de su espolón óseo desde mayo y ha estado sometiéndose a tratamiento desde entonces, incluidas inyecciones de cortisona. El zurdo eventualmente necesitará cirugía, pero los Mets tienen la esperanza que podrá lidiar con el dolor y posponer la operación hasta la temporada muerta.
Tras retrasar su próxima salida para este jueves, Matz lanzará el inicio de una serie de cuatro juegos contra uno de los mejores equipos en los Cachorros de Chicago.
"He estado [lanzando] así hasta ahora, así que mientras [el equipo] se sienta cómodo con que continúe haciéndolo creo que podré batallar con ello", dijo Matz el miércoles previo al último partido de la serie contra los Nacionales de Washington Nationals, una derrota 4-2 para los Mets.
"No es un desafío mental para mí porque el médico está completamente seguro de que no hay ningún daño estructural. Es sólo cuestión de ir y lanzar".
El receptor René Rivera, quien ha regresado a su rol como suplente tras el regreso del titular Travis d'Arnaud, afirmó que las lesiones han sido de preocupación para el equipo pero a la vez destacó que dentro de todo, fue buena noticia que no fueran de gravedad.
"Uno se preocupa porque una rotación tan buena como la de nosotros; necesitamos que todos los pitchers estén saludables", dijo el puertorriqueño. "Por ahora Matz y Syndergaard se sienten mejor y pueden aguantar y no es nada de más allá, solamente una molestia"
"Los espolones son comunes y gracias a Dios que es sólo eso y no un ligamento o algo así, que necesite un año estar fuera.
Se va a sentir dolor de vez en cuando y es tratar de trabajar alrededor de eso", agregó. "Siempre es preocupante porque es la rotación tuya y la rotación que te va a llevar adonde uno quiere llegar, que es la Serie Mundial. Pero las lesiones van a pasar en el béisbol".
Los Mets arrancaron de la peor manera un dificultoso lapso de 11 partidos en 11 días siendo barridos en tres juegos en Washington.
Ubicándose ahora a seis juegos del tope de la tabla, los Mets seguirán su serie contra los Cachorros con cuatro partidos contra los enrachados Marlins antes de tener que enfrentarse de nuevo a los Nacionales.