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Muchos bostezos y pocas emociones en Petco Park

Entre bostezos transcurrió la edición número 87 del Juego de las Estrellas, que se disputó en Petco Park, el estadio de los Padres de San Diego.

La Liga Americana se impuso 4-2 a la Nacional y ganó el derecho a iniciar en sus terrenos la próxima Serie Mundial.

A diferencia de partidos anteriores, esta vez el juego estuvo escaso de emociones, por no decir aburrido, al encontrar su decisión apenas en el segundo episodio y luego transcurrir sin muchos sobresaltos en resto de la ruta.

En el segundo inning, Eric Hosmer, con bases limpias, y Salvador Pérez, con uno a bordo, ambos de los Reales de Kansas City, le botaron sendas pelotas a su ex compañero de la pasada Serie Mundial, el dominicano Johnny Cueto, para darle al joven circuito una ventaja que jamás perdería.

Las estrellas de la Nacional inauguraron el marcador por bambinazo de Kris Bryant, de los Cachorros de Chicago, ante Chris Sale, de los Medias Blancas de Chicago, pero Hosmer igualó la pizarra y luego de un sencillo de Mookie Betts, de Medias Rojas de Boston, el venezolano Pérez puso delante a la Americana.

Fuera de eso, hubo poco más que contar: la Americana añadió una más en el tercero, remolcada por Hosmer con sencillo, mientras la Nacional descontó una en el cuarto, empujada por imparable del quisqueyano Marcell Ozuna, de los Marlins de Miami.

El primera base de los Reales, con dos imparables en tres turnos y par de impulsadas, resultó el Jugador Más Valioso del choque.

Quizás el momento más emotivo fue la despedida de estos partidos estelares del dominicano David Ortiz, de los Medias Rojas.

El Big Papi recibió base por bolas del cubano José Fernández, de los Marlins, pero fue sustituido por su compatriota Edwin Encarnación, de los Azulejos de Toronto, como corredor emergente.

El público que abarrotó el estadio de San Diego le dedicó una cerrada ovación al pelotero, que se retirará después de esta temporada y deja en su palmarés, diez visitas a Juegos de Estrellas.

Ese homenaje a Ortiz y la designación oficial de los títulos de bateo de ambas ligas como Tony Gwynn (Nacional) y Rod Carew (Americana), con la presencia de los familiares de Míster Padre y del legendario jugador panameño, fueron quizás los momentos que más quedarán en el recuerdo de los aficionados.

Hubo además dos buenas jugadas defensivas a cargo del venezolano José Altuve, de los Astros de Houston, y de Daniel Murphy, de los Nacionales de Washington, ambos en la segunda base, que sacaron del sopor a los fanáticos.

Y muy malo el trabajo del árbitro principal, sobre todo para cortar de golpe el único momento de peligro que tuvieron los lanzadores de la Liga Americana.

Con las bases llenas y dos outs, el umpire Mike Winters le cantó dos strikes totalmente fuera de la zona al relevista de los Astros Will Harris frente al cubano Aledmys Díaz, de los Cardenales de San Luis, el último de ellos en conteo de 3-2, que habría significado una base por bolas y carrera forzada para poner la pizarra 4-3 y dejaba el rancho ardiendo.

Pero así es el béisbol. Corey Kluber, de los Indios de Cleveland, se anotó el triunfo con un inning de actuación, mientras Cueto cargó con la derrota, al permitir tres limpias en 1.2 episodios.

La edición 88 será en Miami en el 2017, donde Giancarlo Stanton tendrá la oportunidad de defender en casa su corona en el Derby de Jonrones.